MURCIA.- La Confederación Hidrográfica del Segura
ha solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica la autorización para abrir el expediente de
información pública y la evaluación de impacto ambiental del proyecto
del Colector Vertido Cero al Mar Menor norte con un presupuesto de
licitación de 70 millones.
Además ha pedido autorización para redactar el pliego de bases del contrato para ampliar la Desalinizadora de aguas salobres –EDAS- de El Mojón, así como su impulsión al canal de riego del Campo de Cartagena para su reutilización.
«La tramitación ambiental es necesaria e imprescindible al tratarse de un espacio natural que cuenta con muchas figuras de protección y que por lo tanto requiere mucha atención y cuidado, para intentar recuperarlo lo antes posible», indican desde el organismo de cuenca.
Por otra parte, la Demarcación de Costas de Murcia ha
identificado un total de 48 tuberías que vierten al Mar Menor y que no
tienen permiso para hacerlo, por lo que ha levantado 18 actas que han
remitido tanto a los ayuntamientos afectados para que subsanen el
problema, como al Gobierno regional (competente en materia de vertidos
tierra-mar).
Del total de
tuberías ilegales 'fichadas', San Javier tiene 25, San Pedro del Pinatar
14, Los Alcázares 6, y Cartagena 3, según los datos facilitados por el
Ministerio para la Transición Ecológica.
El
delegado del Gobierno, Francisco Jiménez, manifestó en Los Nietos que Costas (que también depende del Ministerio para la Transición
Ecológica) ha dado 15 días hábiles a los ayuntamientos marmenorenses
para que legalicen estas tuberías o las «levanten» en el caso de que no
puedan regularizar este vertido.
«Este
requerimiento es previo a la incoación de un expediente sancionador»,
apuntó Jiménez, quien visitó Los Nietos junto al jefe de la
Demarcación de Costas, Daniel Caballero, para ver las obras de mejora de
las playas afectadas por la DANA de septiembre.
Además,
el delegado indicó que los ayuntamientos son los que tienen que
requerir a los particulares que estén utilizando estas tuberías y
comentó que algunas procedían de zonas de garaje que bombean a la laguna
directamente.
«Eso no se debe hacer, hay que echarlo donde van las
aguas residuales, al alcantarillado, no al mar».
Jiménez
tendió la mano a la colaboración entre la Administración estatal y los
ayuntamientos para eliminar estos puntos de vertidos, que, dijo, también
habían recibido un requerimiento por parte de la Comunidad Autónoma.
De
hecho, hace dos días el consejero de Presidencia y Hacienda, Javier
Celdrán, subrayó que estos vertidos los había localizado hace más de un
año la Consejería de Medio Ambiente que él dirigía entonces, y que el
informe se había remitido al Ministerio. «Es algo que ya estaba hecho».
El
Ayuntamiento de Cartagena tiene constancia de que en el término
municipal hay al menos tres tuberías de particulares que hacen vertidos
al Mar Menor.
Así lo confirmó el concejal de Seguridad, Juan Pedro Torralba, quien explicó que en
cuanto el Consistorio recibe una denuncia sobre vertidos, se envía
hasta la zona a la Policía Local y se comienza a investigar para
proceder a abrir el correspondiente expediente.
«Por
parte del Ayuntamiento la disponibilidad es absoluta; tiene que
conseguirse el vertido cero sí o sí, y todas las administraciones
tenemos que sentarnos en una mesa, evitar los colores políticos y
trabajar en serio», comentó.
Una
es una tubería de pluviales en Playa Honda colocada hace años por la
Demarcación de Costas. Es un tubo que va de una parcela hasta la playa
para conducir agua de lluvia. Los otros dos puntos son tubos de recogida
y salida de agua de una piscina del camping Carthagonova, que lleva
años cerrado.
«Es recomendable
cerrarlos, por si derivan filtraciones freáticas, pero, ninguno de los
tres representan problemas especiales de contaminación», apuntaron
posteriormente fuentes del Ayuntamiento, que insistieron en que «son
conducciones antiguas, sin uso y sin impacto; pero se quitarán».
Por su parte, el grupo municipal de Ciudadanos
de San Javier ha solicitado que se audite el funcionamiento de los
tanques de tormentas del municipio para comprobar su posible impacto en
el Mar Menor.
El portavoz
municipal naranja, Víctor Pérez, consideró que era «necesario evaluar
estas polémicas infraestructuras, porque a su elevado coste y su
limitado funcionamiento ante episodios de lluvias torrenciales se suma
la sospecha de que puedan acabar vertiendo agua contaminada a la laguna
salada».
Apuntó que hay
proyectados más tanques en los municipios ribereños «y esta auditoría
podría ayudar a mejorar el sistema de recogida de aguas pluviales».
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