VALENCIA.- La grave enfermedad que padece el exministro Eduardo
Zaplana valió a la jueza que instruye el caso Erial y al fiscal
Anticorrupción una avalancha de críticas por decretar prisión
provisional tras su detención. El PP, Arnaldo Otegui, Pablo Iglesias o
Mónica Oltra coincidieron en pedir que saliera de la cárcel de Picassent
para que fuera tratado en el hospital. "Hospitales hay en todos los
países, incluidos los paraísos fiscales", llegó a responder la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia en un auto, aunque finalmente en diciembre de 2018 aceptara los recursos del político, y recuerda www.eldiario.es
La
investigación secreta de la Unidad Central Operativa (UCO) de la
Guardia Civil a la que ha tenido acceso eldiario.es revela el importante
y llamativo tren de vida de Zaplana y del resto de la presunta banda de
cuello blanco antes de su detención. Seguimientos, micros, cámaras y
pinchazos telefónicos han permitido al instituto armado trufar el
sumario judicial de indicios sobre el presunto blanqueo de capitales o
el pago de comisiones. Pero también de las comilonas, viajes, agenda y
aficiones de todos los ahora investigados.
El exministro, en tratamiento médico por la grave leucemia que padece
–uno de los argumentos que le permitió eludir más de dos meses de
prisión provisional por los informes del jefe de Hematología del
hospital La Fe–, se reunió en varias ocasiones con el blanqueador
confeso Fernando Belhot en el hotel Wellington del barrio de Salamanca
de Madrid. Los investigadores llegaron a bautizar con nombres en clave a
los principales investigados: Zaplana como Zapador y Belhot, con el pseudónimo Sol.
Los pinchazos telefónicos practicados por la UCO muestran que Zaplana
ostentaba "una posición con cierta jerarquía sobre el resto" de los
investigados. En esas conversaciones telefónicas, muchas "con un
lenguaje velado e incluso convenido", se refieren a Zaplana como "el
jefe", destacan los investigadores.
En una de las llamativas
conversaciones, adelantada por el diario Levante-EMV,
Zaplana habla en clave con su presunto testaferro, Joaquín Barceló,
sobre "estas tías con las que tenemos que quedar". "Le ha venido la
regla y está todo en orden (...) a esa no la dejas preñada", añade el
expresidente de la Generalitat Valenciana. Es difícil saber si se trata
de hechos ficticios para enmascarar otras situaciones.
Zaplana organizaba sus horarios, con la ayuda de su
inseparable secretaria Mitsouko Henríquez –ya lo era siendo presidente
de la Generalitat–, también investigada en la causa. El exministro
repartía su tiempo entre sus residencias de Valencia y de Madrid y
combinaba las sesiones médicas en el Hospital La Fe de Valencia para
tratar su enfermedad con todo tipo de reuniones con miembros de la
presunta trama. Una grabación revela cómo Eduardo Zaplana manejaba sus negocios desde dentro del hospital.
La
jueza, en varios de sus autos, pone también el foco en la extensa vida
social del expolítico. Inauguraciones, comilonas, paseos por la playa o
trayectos en yate desde un puerto deportivo privado de Altea donde la UCO sospecha que tenía un yate de su propiedad atracado.
En
varias ocasiones, Zaplana y sus colaboradores se reúnen tras salir el
exministro del hospital, como muestra una conversación telefónica con su
presunto testaferro, Joaquín Barceló, intervenida por la UCO el 25 de
marzo de 2018:
Eduardo Zaplana (E.Z.): ¿Sí?Joaquín Miguel Barceló (J.B.): ¡Eduardito! ¿Qué?E.Z.: ¿Qué pasa hijo?J.B.: Por aquí estoy... viendo a Puigdemont.E.Z.: Ah.... Muy bien. Yo ahora me voy a València.J.B.: Lo han trincado... ¿eh?E.Z.: Yo ahora me voy a València. ¿Um?J.B.: ¿Ah, sí? ¿Vas para València?E.Z.: Sí, porque mañana tengo médico ¿Eh?J.B.: Bueno.E.Z.: Hacemos una fiestecita luego, ¿eh?J.B.: ¿Sí?E.Z.: Sí... ¿eh?J.B.: Vale. Venga, que ya toca. ¿Qué te digo yo... que... Te recojo yo?E.Z.: Sí, y después ya... ya vemos cómo lo hacemos... pero...J.B.: ¿A qué... a qué hora acabas?E.Z.: Pues mira, yo suelo tener médico a la una. A la una y media o así estoy acabando. Comemos algo y si... y, y, y nos vamos a buscar a éstas, ¿vale?J.B.: Vale, vale. Hecho.E.Z.: ¿Vale?J.B.: VengaE.Z.: ¿Eh?J.B.: Yo te recojo, venga. Un abrazo.E.Z.: Un abrazo.J.B.: Hasta mañana.
En
otra grabación captada por la UCO, tanto Zaplana como su amigo Joaquín
Barceló "Pachano" hablan de salir de juerga como en otras ocasiones.
E.Z.: Vale, vale, de acuerdo.J.B.: ¿Cómo le ves siiii (fonético) "parlem y monanen"?E.Z.: Venga, un abrazo.J.B.: Y nos pegamos un par de fiestas que hacen falta. Venga...E.Z.: Venga, hasta ahora.J.B.: Hasta mañana. Hasta mañana.
La jueza mantuvo al expresidente de la Generalitat el
mayor tiempo posible en prisión. Mientras duró la operación secreta y en
el periplo del expolítico en la cárcel, tanto la magistrada instructora
María Isabel Rodríguez como el fiscal Pablo Ponce viajaron a Uruguay a
negociar con el testaferro Belhot. Fue así como consiguieron recuperar
casi siete millones de euros que transfirió el propio empresario a
cambio de no ser perseguido penalmente, de momento.
La
jueza siempre fue muy crítica con la situación de Zaplana y solo cedió
ante los informes del jefe de Hematología de La Fe, el doctor que trató
al expolítico. Eso permitió al exministro estar dos meses en un hospital
y no en la cárcel. Su salida fue un evidente trato de favor de la institución sanitaria, como contó este periódico.
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