El aniversario del referéndum del 1-O ha sido un fracaso de
seguimiento y movilización del separatismo catalán. La sociedad
catalana, y no digamos la española, empieza a estar harta del revuelo
catalán, su continuo desafuero y de las provocaciones Quim Torra. El
presidente de la Generalitat quien, desde su cargo institucional, apela a
la desobediencia política e institucional frente a la esperada
sentencia del Tribunal Supremo sobre el golpe catalán.
Al tiempo que se niega a condenar la violencia de los CDR y del
comando radical y pro terrorista que pretendía llevar a cabo atentados
en Cataluña. Lo que ha desconcertado al separatismo que se decía no
violento y abierto una línea de investigación que podría acabar en las
inmediaciones de Torra y Puigdemont, según los indicios que se indagan
en la Audiencia Nacional.
El separatismo catalán ha fracasado, sus primeros dirigentes
-Puigdemont y Junqueras- están enfrentados y en el PDeCAT se anuncia una
seria ruptura de su flanco más moderado en post de una nueva plataforma
bajo el título de ‘País de demá’ (el país del mañana), que intenta
recuperar el catalanismo de la desaparecida CiU.
Si a todo ello añadimos los problemas de la convivencia en Cataluña,
el deterioro económico y social del país y la crisis de seguridad en
Barcelona, veremos que el viaje hacia ninguna parte del separatismo ya
es un fracaso rotundo sin repercusión europea e internacional.
Un viaje que se inició en el Parlament, los días 6 y 7 de septiembre
de 2017, y siguió con el referéndum fraudulento e ilegal del 1-O para
luego concluir en la declaración unilateral de independencia del 27-O.
Todo esto que ha sido juzgado en el Tribunal Supremo y que será
condenado en la sentencia que está al llegar.
La que sin duda tendrá un importante efecto disuasorio para aquellos
que se atrevan a reincidir en la ruptura del orden público y la
legalidad y no digamos si algunos optan por el camino de la violencia
como lo pretendía el comando de los CDR ahora en prisión.
Las nuevas y devaluadas invectivas del separatismo salen al encuentro
de la sentencia entran de lleno en la campaña electoral nacional y han
provocado la división y el desencuentro de los partidos
constitucionales.
PP y Cs en favor de la intervención del Gobierno de España en
Cataluña y el PSOE con serias advertencias entre las que se incluyó, en
el día de ayer, la del presidente en funciones Pedro Sánchez quien dijo a
los soberanistas que no jueguen con fuego porque arriesgan una segunda
aplicación del 155 en Cataluña, aunque su gobierno esté en funciones.
De momento la jornada del aniversario del 1-O se saldó en Cataluña
con una escasa movilización que los soberanistas querrán ampliar el día
11 con la convocatoria de una huelga general. Y con nuevas
manifestaciones para el día que se haga pública la sentencia, una fecha
aún desconocida que es esperada en toda España con inquietud y en
Cataluña con preocupación y ansiedad.
(*) Periodista
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