Aunque todavía hay tiempo hasta las 13,30 horas de este jueves,
momento en el que se inicia la segunda y definitiva votación de
investidura de Pedro Sánchez, todo apunta, como han dicho en Moncloa,
que la negociación del PSOE con Podemos está rota. Lo que de confirmarse
y eso está por ver, nos señala que vamos hacia una segunda investidura
fallida de Pedro Sánchez (la primera en marzo de 2016 tras su pacto con
C's) y las dos con los votos en contra de Podemos.
En el origen del fracaso aparente de la negociación, del que se
culpan mutuamente Sánchez e Iglesias, está la tensión y la desconfianza
que se instaló entre ambos líderes políticos tras imponer Sánchez su
veto a la presencia de Iglesias dentro del Consejo de Ministros.
Además, Sánchez nunca quiso un Gobierno de coalición con Podemos sino
un Gobierno de sumisión de Podemos que facilite su investidura. De ahí
su pobre propuesta inicial a Podemos de una vicepresidencia vacía y de
dos ministerios sin competencias ni presupuestos, como los de Vivienda y
de la Juventud y Deporte. Lo que Iglesias calificó de ‘propuesta
decorativa’ en el debate de investidura.
Aunque según Moncloa luego y además de una Vicepresidencia Social les
ofrecieron a Podemos tres ministerios los de: Vivienda, Sanidad e
Igualdad. Mientras Podemos pedía una Vicepresidencia con más amplios
contenidos sociales, y cinco ministerios de: Derechos sociales e
Igualdad, Trabajo, Transición Energética, Justicia fiscal y Ciencia e
Innovación.
Los que Sánchez rechazó de plano y así lo comunicó a Iglesias por
teléfono mientras desde La Moncloa acusaban a Podemos de querer
introducir ‘dos Gobiernos’ paralelos en el seno del mismo Gabinete.
Y todo esto es lo que, en principio, está dinamitado la negociación
entre PSOE y Podemos y lo que por ahora deja a Sánchez sin investidura
si no hay acuerdo de último minuto antes de las 13,30 horas de este
jueves. Y si tampoco hay una investidura antes del día 23 de septiembre,
en España se van a repetir las elecciones generales el 10 de noviembre y
probablemente no habrá Gobierno hasta enero de 2020.
Afirma un dicho español que ‘donde hay confianza da asco’, pero donde
no hay confianza no puede existir un matrimonio político de la
envergadura de un Gobierno de coalición. Y esa desconfianza y mutua
animadversión que ahora se ha instalado entre Sánchez e Iglesias es la
que está impidiendo el pacto y reparto del Gobierno y la investidura.
Aunque parece que la última palabra la tendrá Iglesias sobre la
oferta final de Sánchez para decidir si la acepta por aquello de ‘más
vale pájaro en mano que ciento volando’. Y para convertirse Iglesias en
el ‘vicepresidente en la sombra’ aunque a distancia y a través de Irene
Montero y finalmente para comerse frío el plato de su venganza -‘en la
bajadilla te espero’ dicen los cubanos- contra Sánchez cuando más le
convenga.
O si por el contrario Iglesias quiere romper ya la relación y esperar
a nuevas elecciones, en las que, según el inefable Tezanos, a Podemos
(y a C's y Vox) les irá bastante mal en beneficio del PSOE.
De ahí que en
esta crucial batalla política que unos y otros están librando también
exista otra contienda ante la opinión pública y casi pre electoral para
culpar al contrario del fracaso de la negociación.
Todavía quedan una horas para el pacto y no se debe descartar el
acuerdo a pesar de la desconfianza que impera entre Sánchez e Iglesias
en medio de esta tensa y fría negociación.
(*) Periodista
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