Casi simultáneamente,
noticias que parecen medio intrascendentes por lo repetido nos vuelven a
tirar a la cara la realidad del régimen podrido de 24 años que los
falsos regeneradores ciudadanos se aprestan a convalidar y prolongar
otros 48 meses.
Para abrir boca, Pedro Auditorio Sánchez (a.k.a.
PAS), el elegido, el designado, el hijo más amado del gran Ramón Luis
Válcarcel, se hizo un Puigdemont ante la magistrada Consuelo Andreo, que
lo había citado en su juzgado de Lorca para notificarle "personalmente"
que le va a abrir juicio oral por esa menudencia que fue el auditorio
inacabado de Puerto Lumbreras.
Pero el hombre desobedeció porque está en Miami muy
ocupado ganando dinero a espuertas; se supone, pues cómo si no se va a
mantener en una de las zonas más caras de Estados Unidos. Aprendió, al
parecer, de su mentor que se refugió en Bruselas en un ahí os quedáis
tras el fiasco generalizado de la gestión regional administrativa que
dirigió: Corvera, Escombreras, Umbra, La Zerrichera, Novo Carthago,
etcétera… y Polaris World como asunto destacado recientemente junto a
'la' Paramount.
Asuntos estos dos últimos que
descollan en la lista de morosos murcianos de Hacienda recién publicada.
El falso imperio de Pedro García Meroño ––también refugiado en Miami
una temporada, casualidad–– con centro en Balsicas debe 24,7 millones
de impuestos impagados en total. Y el igualmente ficticio emporio de
Paramount en Alhama, propiedad de la Comunidad Autónoma de la Región de
Murcia y de los herederos del difunto Jesús Samper, quien se debió
quedar verdaderamente descansando cuando se inhumaron sus restos
mortales, tiene una púa de 1,8 kilos de nada.
Todo
está relacionado con las políticas del PP. Una locura como la del
aeródromo de Corvera se proyectó para que allí llegaran los turistas que
llenarían los residenciales de Polaris, La Zerrichera, Novo Carthago,
Marina de Cope y demás. Tampoco se hubiera realizado la estafa de la
desaladora de Escombreras, cuya excelsa misión ––aparte de
suministrar unos milloncejos extra a la ACS de Florentino Pérez––era
proveer de agua a los desarrollos urbanísticos de 26 municipios
murcianos para viajeros que vendrían por Corvera.
En esas estábamos cuando Pedro Auditorio
tomó el testigo de Valcárcel, por decisión de éste y con una pesada
mochila que ahora los jueces llevan años sacando a la luz, y a la que
doy por supuesto que los ciudadanos regeneradores no prestan atención
porque está sub iudice.
Quien a los suyos se parece,
honra merece, según el refrán. Y PAS va en la línea. No solo continuó
los designios de su antecesor, sino que también copió una estrategia
judicial ante los jueces moscones que se ha convertido en modus operandi de los encausados populares citados ante la justicia.
El
mejor ejemplo de esta pauta seguida por PAS es otro de los pesos
pesados del partido aún gobernante y que los ciudadanos engañabobos van a
perpetuar. Al exalcalde de San Javier, José Hernández, la magistrada
María de la Soledad Ruzafa tuvo que advertirle de que le mandaba a la
Benemérita como dejara de asistir por tercera vez a una citación. El
hombre estaba, por lo visto, tan ocupado paseándose por la Trapería
murciana, donde se le ve un día sí y otro también, que no tuvo tiempo
para atender por dos veces el requerimiento.
El relato de los hechos, incluyendo los abogados del letrado, es 'pa mear y no echar gota', como se dice en la huerta, pero se ve que a PAS le llegó al alma y en esas está.
Y
ya que sale el aparejador sanjaviereño metido a regidor y constructor,
no está de más recordar a los seis diputados que harán presidente al
heredero de PAS, Fer López Miras, que Hernández tiene un larguísimo historial de pelotazos urbanísticos de cuando era alcalde.
La
colección que posee culmina de momento con el que sería 'caso
Paquebote', en el que está siendo investigado ––imputado no, por dios y
el PP–– por presunta prevaricación continuada o corrupción urbanística, a
las claras: se apropió durante diez años, diez, en comandita con su
socio Jaime Vicente y siendo alcalde, de una parcela del dominio público
marítimo de 447 metros cuadrados.
Los dos colegas y otros dieciocho usaron el terreno público para montar el restaurante Paquebote, ocupación valorada por el propio consistorio años después a petición de la magistrada en 515.000 euros.
¿Corrupción? Verde y con asas. O blanco y en botella. Como cada uno
prefiera. O como quiera Ciudadanos, que va a lo suyo: a pillar. Vale.
(*) Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario