El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha cruzado el Cabo de Hornos
de la reciente crisis en su partido y está de nuevo al mando después de
haber incorporado a su estrategia el lema de Camilo Jose Cela: ‘El que
resiste gana’. Y después de haber sufrido un ataque impulsado por Pedro
Sánchez, desde La Moncloa, para obligarle a apoyar su investidura lo que
no ocurrirá y ahora con mayor motivo.
La ruptura con Valls en Cataluña al final se ha vuelto contra el
francés que vino a la política española para quedarse de concejal,
aislado y al servicio de Ada Colau. Y ya veremos lo que dura después de
la bronca que les montó a C's y de su pésimo resultado electoral en los
comicios locales de Barcelona.
Las dimisiones de Toni Roldán y Javier Nart (el que debería dejar su
escaño en la Eurocámara) carecen de la menor importancia por la escasa
entidad de estos dos ‘sanchistas’ que han fracasado en su empeño y se
han quedado fuera de C's.
En cuanto a Luis Garicano el promotor de la rebelión veremos lo que
pasa porque Rivera ya ha dicho alto y claro que quien quiera apoyar a Sánchez
tendrá que hacerlo fuera de C's y con otro partido político. Y en
ridículo quedarán Espada, Conthe y Carreras porque sus soflamas contra
Rivera sólo han servido para hacer ruido contra C's y nada más. Y que
tomen buena nota los banqueros y empresarios que han presionado a Rivera
porque lo de apoyar a Sánchez desde C's se acabó.
Lo que tienen que hacer todos estos es pedirle a Sánchez que se
retire de la investidura, que se vaya a la UE y que proponga como
presidente del Gobierno a Josep Borrell. Y entonces el acuerdo PSOE-C's
sí que tendría sentido y sería posible.
Pero con Sánchez, Rivera no puede ni debe pactar. Ni siquiera
acercarse para negociar porque esa foto en vísperas de una repetición
electoral podría ser para C's letal. Lo que ha dejado claro Rivera es que
con Sanchez no tiene nada de qué hablar y menos aún que pactar.
Y por ello Rivera ha sufrido una avalancha de críticas del sanchismo
político y del mediático y económico que finalmente ha logrado superar. Y
ahora es a Sánchez al que le toca mover ficha metiendo a Iglesias en su
Gobierno y a la vez pactando con ERC, PDeCAT, Bildu y PNV o anunciando
la repetición electoral.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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