La marcha de Ángel Garrido a las listas de C's de la Comunidad de
Madrid, en el modesto lugar de número 13, constituye un severo y duro
varapalo electoral para Pablo Casado y el Partido Popular, en el momento
en el que el líder del PP ha salido mal parado frente a Albert Rivera
en los pasados debates electorales.
Casado había colocado a Garrido de número 4 al Parlamento Europeo
después de eliminarlo de manera inexplicable como el candidato a la
Presidencia de la Comunidad de Madrid, para ser sustituido por Isabel
Díaz Ayuso, una amiga de Casado, sin talento que carece de relevancia,
experiencia política y conocimiento de la Comunidad de Madrid.
Nadie podrá acusar a Garrido de oportunismo porque deja el cuarto
lugar de la lista europea del PP para ocupar el número 13 de la lista de
C's a la Comunidad de Madrid.
Pero ¿por qué se ha marchado Garrido de la lista del PP a Europa?
Pues por el desprecio que ha sufrido por parte de Casado. Y también
porque es cierto que su trayectoria política se ha desarrollado en
Madrid y la política europea se le antoja a Garrido como algo muy lejano
para él.
Y ¿por qué ahora? Pues porque Rivera le ha hecho la oferta, y porque
llevaba tiempo callado y sufriendo el menosprecio de Casado y de su
actual cúpula del PP, a la que acusa de girar hacia una derecha más
conservadora mientras él se reivindica como político de centro y más
cercano a C's.
La marcha de Garrido supone duro golpe político para Pablo Casado y
un golpe del que tiene toda la responsabilidad como responsable directo a
Casado por su pésima política de selección de candidatos nacionales
(Suárez Illana y Cayetano A. de Toledo), y autonómicos y madrileños
especialmente. Los que, además, solo le han creado problemas en la
vigente campaña electoral y producen rechazo entre muchos votantes del
PP.
La marcha de Garrido a C's, se une a la de Bauza en Baleares, y a la
del ex portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Enrique de Luna que
se pasó a Vox. Y estas fugas se deben al maltrato político sufrido en
el PP, donde han justificado el cese de ciertos dirigentes con el
argumento de que ‘no daban el perfil’.
Pues al final puede ocurrir que el que no da el perfil de líder del
PP es el propio Casado, que ha prescindido de importantes dirigentes del
PP, solo porque no eran de su grupo de amigos o porque eran del equipo
de Rajoy y de Santamaría.
Y sobre todo porque sus nuevos fichajes han
sido malos, sin nivel ni entidad política y además conflictivos.
(*) Periodista
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