MURCIA.- El Servicio Murciano de Salud (SMS) ha reducido un
35% los niveles de radiación en sus pruebas de imagen médica desde 2015
gracias a la implantación en todos sus hospitales públicos de un sistema
de medición integral y centralizado que es pionero y de referencia en toda Europa.
El
contrato con la empresa que gestionaba este sistema de medición ha
expirado a los cuatro años de su puesta en marcha, tal y como estaba
establecido, por lo que la Comunidad ha vuelto a sacar a concurso la
gestión del proyecto y se propone reducir aún más los niveles de
radiación porque hay un margen de mejora «considerable» gracias a la
modernización de los equipos.
Así lo ha hecho saber el jefe de Servicio de Protección Radiológica del Hospital Clínico Virgen de la Arrixaca,
Bonifacio Tobarra, quien ha señalado que este proyecto obliga a
coordinar a todos los profesionales implicados para estandarizar y
optimizar los procedimientos radiológicos.
Además, consta de un sistema informático que permite almacenar y recordar las dosis recibidas por cada paciente en su historia clínica y monitoriza las máquinas radiológicas para detectar anomalías o radiaciones excesivas en caso de producirse.
El doctor Tobarra ha puesto como ejemplo las tomografías de tórax,
cuya radiación se puede disminuir sin perder capacidad diagnóstica, de
acuerdo con los radiólogos.
«Quizá la imagen se vea con un poco más de
ruido sin pérdida de resolución, pero no hace dudar al profesional
sanitario en cuanto a la observación de la lesión», según Tobarra, quien
explica que esto puede conllevar un ahorro importante de dosis.
Tobarra ha explicado que este programa regional se constituyó hace cuatro años en el SMS liderado
por la dirección de Sistemas de Información que dirige su responsable
Manuel Escudero, y que cuenta con un área de Imagen Médica a cargo de
Carlos Iván García.
Junto a los servicios de física del Hospital Virgen de la Arrixaca y
del Área II de Salud, el SMS puso en marcha el proyecto y ahora, por
condiciones del contrato, hay que renovarlo. «El SMS ha considerado muy
positiva la experiencia acumulada estos cuatro años y se ha conseguido
integrar en el sistema de registro de la dosis más de 80 equipos de
rayos», según el doctor Tobarra.
No obstante, no todos los equipos se pueden integrar todavía en el sistema,
ya que quedan excluidos los que no son directamente digitales y no
pueden determinar la dosis de forma automática. Por tanto, hay margen de
mejora, según Tobarra.
Ha destacado
que Murcia es la primera comunidad autónoma que ha abordado un programa
de estas características desde una perspectiva regional, es decir,
integrando a todos los hospitales y centros de especialidades públicos.
Ha
señalado que en España también hay iniciativas similares, pero de
alcance «mucho más pequeño», circunscritas a un solo hospital o conjunto
de clínicas. En Europa, Tobarra explica que también se han registrado
iniciativas de tipo regional, sobre todo, en Irlanda, en Suiza y en
algún estado alemán.
Por todo ello, la Región de Murcia es
actualmente un «referente» a escala europea a este respecto, ya que el
proyecto ha sido «muy ambicioso» y ha conllevado un ingente trabajo para
estandarizar la definición de los estudios por parte de los radiólogos.
«Hay
que tener en cuenta que participan diez hospitales con otros tantos
servicios de radiología, y cada uno atiende a sus pacientes con sus
recursos disponibles pero también a su escuela y a su forma de
trabajar», según Tobarra, quien explica que el sistema les ha obligado a
homologar su forma de trabajar.
Estos sistemas de registro permiten establecer comparaciones. Por ejemplo, una tomografía de tórax en Lorca puede conllevar unas dosis muy diferentes de la que se realiza en Cartagena o Murcia. Averiguar esas diferencias obliga a denominar las cosas «del mismo modo» y hacerlas de forma «similar».
El
proyecto se ha desarrollado en estos cuatro años por fases, de forma
que la primera etapa abarcó la tomografía computerizada, que es «con
diferencia» la modalidad radiológica que más contribución de dosis
provoca a la población a pesar de no ser «la más frecuente», ya que es
responsable del 75% de la dosis médica diagnóstica de la ciudadanía.
En la segunda etapa, el SMS
incluyó en el programa los equipos de mamografía digital presentes en
todas las áreas de salud y, en tercer lugar, abordó la radiología
intervencionista, que afecta a poca población en términos absolutos pero
que supone una gran radiación. Esta fase incluye, por ejemplo, las
imágenes de hemodinámica, la radiología vascular o neuroradiología.
En
una cuarta fase, el SMS incluyó en el sistema las modalidades de
radiología convencional, es decir, las placas de tórax, de rodilla, de
columna o de cráneo. En este caso, los equipos son más numerosos y
variados, porque no todos son digitales, a pesar de que el SMS acaba de
incluir 19 salas digitales en la mayoría de áreas de salud, lo que
permitirá dar un salto «muy importante» y reducir todavía más las dosis.
A
lo largo de estos cuatro años, el SMS ha registrado las dosis de más de
un millón de estudios radiológicos, de los cuales 370.000 tomografías,
75.000 mamografías y 38 exploraciones vasculares y de hemodinámica, que
han permitido tasar en un 35% la reducción de las dosis a nivel general.
De todos los pacientes se incluye en el informe radiológico que consta
en su historia clínica las dosis de TAC y mamografías, si las tuviese,
en cumplimiento de la nueva directiva europea que entró en vigor en
febrero de 2018.
«En muy pocos
sitios están en condiciones de cumplir esta normativa de forma
sistemática», tal y como valora el doctor Tobarra, quien ha enfatizado
que este proyecto tiene un aspecto formativo esencial porque ha obligado
a realizar múltiples reuniones para organizar comisiones a escala de
cada hospital, en las que participan radiólogos, técnicos de radiología,
enfermeros, físicos y representantes de la empresa adjudicataria
encargada del sistema.
Tobarra ha manifestado que el sistema ha
logrado reducir las dosis de radiación en términos generales. Es
frecuente conseguir un descenso «muy acusado» en cuanto un nuevo equipo
se conecta al sistema, porque «rápidamente se detectan valores anómalos
que obligan a realizar una pequeña investigación».
Rápidamente,
los responsables del sistema que detectan esta variación cambian los
procedimientos y logran una optimización. No obstante, el doctor Tobarra
reconoce que el esfuerzo tiene que ser «continuado» y cuesta
«mantenerlo en el tiempo».
Datos recientes apuntan a que se
sobrepasan mil exploraciones anuales por cada mil habitantes en la
Región, lo que está en consonancia con los países desarrollados, según
Tobarra. Ha aclarado que el riesgo asociado a la irradiación que recibe
la población «es muy bajo», casi despreciable a título individual en
relación a los beneficios que se consiguen con el diagnóstico médico,
pero sigue siendo «la primera causa de radiación de la población en el
mundo occidental», motivo por el que «hay que hacer esfuerzo para
reducirlo».
«La prueba está justificada si se cumplen los
requisitos de que el estudio ayuda al diagnóstico y a evaluar el
tratamiento», según el doctor Tobarra.
La normativa,
efectivamente, permite hacer la prueba si está justificada, pero insta a
realizarla con la menor dosis posible y obliga a optimizar el estudio.
En tercer lugar, la UE exige utilizar niveles de referencia de las dosis
para las exploraciones típicas en función de las características del
paciente (peso, edad...).
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