A
finales de los años sesenta yo quería emigrar a Suecia
después de leer un libro titulado “Suecia, infierno y
paraíso”, del periodista italiano Enrico Altavilla, en
plena época de oscurantismo franquista, donde mandaban mucho los
curas, las monjas y los militares.
Era una sociedad enferma de españolismo chovinista, tras el
genocidio de una guerra incivil. Como contrapartida, el paraíso
sueco estaba formado por una sociedad del bienestar que ponía a
disposición gratuita de sus ciudadanos los servicios públicos más
necesarios.
El infierno al que se refería Altavilla estaba conformado por la
soledad y la falta de relaciones, el alcoholismo y la escasez de sol,
que desembocaban en la depresión, causa de un elevado índice de
suicidios, y en una sexualidad desaforada. Aquella sexualidad
que se vivía en Suecia, tan criticada en las páginas de aquel
libro, era lo que atraía a la mayoría de los jóvenes españoles.
Pero interesaba también la cultura política de su democracia, que
nos asombraba, mientras, el turismo ya había instalado en nuestro
inconsciente colectivo el estereotipo de las suecas como ideal
femenino: altas, rubias, de ojos azules y cuerpo escultural,
liberadas sexualmente. El sueño de cualquier hombre.
Intenté aprender sueco, pero era muy difícil, aunque luego
me enteré que el más difícil de todos los idiomas es
el islandés, y encima es el país con mayor tasa de depresiones.
CINCO ESTADOS
Los países nórdicos son una región geográfica y cultural que
comprenden cinco Estados de Europa septentrional: Dinamarca,
Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia. Además, se incluyen
también las regiones autónomas de Islas Feroe, Groenlandia y
Åland. Los países nórdicos tienen mucho en común en cuanto a
forma de vida, historia, idioma y estructura social.
A pesar de sus casi tres y medio millones de kilómetros cuadrados de
superficie, más de la mitad de su territorio es inhabitable y
está formado por capas de hielo e icebergs, sobre todo en
Groenlandia. Su población supera los 26 millones de habitantes. Los
países nórdicos obtienen los primeros puestos en una gran cantidad
de indicadores mundiales, incluyendo educación, economía,
competitividad, derechos civiles, calidad de vida y desarrollo
humano.
Los países nórdicos tienen un clima frío, pero moderado en
comparación con otros países situados a latitudes similares. Esto
se debe a la influencia de la corriente del Golfo, que
transporta agua templada desde el estrecho de Florida. Incluso al
norte los inviernos son relativamente suaves, aunque por encima del
Círculo Polar Ártico, el clima es ártico con inviernos fríos y
veranos cortos.
El mar tiene una gran influencia en el clima
de las costas occidentales de Islandia, Noruega, Dinamarca y Suecia,
donde las precipitaciones son altas y la nieve apenas cubre la tierra
durante el invierno. Los veranos son frescos.
VIAJES
En aquella época un amigo almeriense, enamorado como yo de
Escandinavia, emigró a Noruega donde se casó con una bella
nativa, y fundó una familia con su trabajo en el servicio
de Correos, aunque el suyo fue un caso excepcional.
Yo mismo tuve la oportunidad de trabajar en Copenhague en 1980,
pero aguanté pocos meses. Nunca en mi vida vi a gente tan
depresiva como en aquella capital helada y nublada
constantemente, y su comida era sosa e insípida. Luego me enteré de
que Dinamarca no es una joya: es el cuarto país más contaminante
del mundo, el más endeudado, y el que sufre una mayor tasa de
cáncer.
SUECIA
Suecia fue la mayor utopía progre del siglo
XX, y todos los países intentaban imitar el modelo sueco del
estado del bienestar. Era la tierra de la libertad y de la igualdad,
con la social democracia de Olof Palme, y encima tenía las
mujeres más bellas del mundo. Hasta los monarcas intentaban imitar
la sencillez del Rey Gustavo Adolfo, que iba al trabajo en
bicicleta. Lo comenté con un compañero de la mili y me llamó
“traidor a España”.
No podría estar más descarriado, porque me considero un
‘hispanófilo’, amante de la hispanidad, que para mí
representa la libertad, la generosidad, la caballerosidad de don
Quijote, y sobre todo, la espiritualidad de los mayores
místicos cristianos, judíos y musulmanes, porque de todos he
aprendido sabiduría.
También creo en un cristianismo libertador, que no tiene nada
que ver con el nacional catolicismo axfisiante y represivo, basado
en el miedo y en la culpa, que se predicaba en aquella época en
los llamados “ejercicios de cristiandad”. De los defectos
españoles, mejor no hablar, porque son muchos, quizás demasiados.
Por lo tanto, la lección que aprendí, es que no era tan malo lo
propio, y que no era tan bueno lo ajeno.
NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE
No es oro todo lo que reluce en los países nórdicos, porque Suecia
es el mayor exportador de armas del mundo, y el país
con mayor índice de alcoholismo, depresión y suicidio, y
también con mayor número de violaciones. No resulta
extraño porque los suecos son solitarios por
naturaleza, ya que es el país con mayor número de apartamentos
individuales. Encima cada vez está más caro y difícil conseguir
una vivienda, y el desempleo va en aumento.
Suecia es también un país de políticos corruptos, empresarios
trincones, periódicos manipuladores y hasta mafias
asesinas. El neocapitalismo industrial y financiero y las redes
mafiosas capaces de manipular los poderes tradicionales del Estado
extendieron por el país una vasta red de corrupción que llevaron su
esplendor hacia un declive dramático.
Pero los más introvertidos y solitarios son los
filandeses quienes, al mismo tiempo, tienen la mayor tasa de
asesinatos y suicidios. Tanto es así que si dos filandeses
esperan un ascensor, no entran juntos cuando llega para evitar una
conversación.
El país más xenófobo de todos los nórdicos es Noruega, que
al mismo tiempo es el mayor asesino de ballenas, y el mayor
exportador de petróleo. Por no mencionar el salmón contaminado
de metales pesados que produce sus piscifactorías.
VIRTUDES DEL SUR
El sur de Europa puede tener muchos defectos, pero hemos tenido
muchas civilizaciones antiguas que han dejado una
profunda huella cultural, que no abunda tanto en el norte, donde
los vikingos dejaron de ser bárbaros y sanguinarios en siglos
recientes.
Esta juventud de la cultura nórdica les ha proporcionado un
desarrollo económico extraordinario, frente a los sureños que
estamos más maleados por los vapuleos de la historia, pero al
mismo tiempo carecen de algunas cosas que vienen a buscar sus
turistas en el sur de Europa.
“Algo
tendrá el agua cuando la bendicen.”
Mi consejo para los jóvenes que buscan trabajo en el extranjero es
que se olviden de los países nórdicos y se concentren en Canadá,
el país del mundo con más oportunidades laborales, mejores
salarios, y el menos xenófobo. Yo en su lugar me iría a
trabajar a Canadá. Australia ya no es lo que era y encima es
muy caro viajar tan lejos.
(*) Periodista
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