MADRID.- El estado de Eduardo Zaplana es cada vez más delicado
y, conforme se somete a nuevas pruebas médicas, los especialistas van
descubriendo deficiencias que hasta el momento desconocían. La última ha
sido una pérdida importante de masa ósea.
Fuentes
sanitarias encargadas del tratamiento médico que recibe el ex ministro
en el hospital La Fe de Valencia explican a Okdiario que Zaplana está
sufriendo “una pérdida de masa ósea muy importante”, lo que conlleva un elevado riesgo de sufrir una fractura de forma espontánea.
Según el personal médico, Zaplana tiene “los huesos como una mujer de 80 años” con
un alto riesgo de padecer una fractura vertebral o de cadera, dado que
la osteoporosis es una enfermedad que afecta especialmente a las mujeres
durante la menopausia.
A esto se suma que, en las últimas pruebas, los médicos han detectado una importante deficiencia de vitamina D,
un componente que ayuda al cuerpo a absorber el calcio y que juega
además un papel fundamental en el sistema nervioso, muscular e
inmunitario.
Explican, además, que la prednisona,
el tratamiento médico que se le está administrando para aliviar la
inflamación de diversas partes del cuerpo, acentúa la debilidad de sus
huesos. Los sanitarios se ven obligados sin embargo a medicarle con este
fármaco debido a la grave infección con “riesgo vital” que ha sufrido en los últimos meses.
Si Eduardo Zaplana es trasladado a la prisión de Picassent podría morir, según su médico.
Pese
a ello, y según fuentes consultadas por este diario, el ex presidente
valenciano ha experimentado una leve mejoría, en comparación con el
estado en el que se encontraba en la prisión de Picassent.
Esto se atribuye a la atención hospitalaria que está recibiendo del equipo médico dirigido por el doctor Guillermo Sanz,
jefe del servicio de Hematología del centro hospitalario y considerado
de forma unánime por la comunidad científica como uno de los grandes
especialistas mundiales en el tratamiento de la leucemia.
El ex ministro está recibiendo además una dieta hipercalórica que le ha permitido aumentar su peso en dos kilos.
Durante
sus últimas semanas en la prisión de Picassent, Zaplana experimentó un
súbito empeoramiento que le llevó a perder ocho kilos de golpe, quedando
reducido a poco más que su estructura ósea y con el rostro casi
deformado. El ex ministro pesaba entonces 60 kg, un peso muy bajo para
su altura, 1,85 metros.
Desde el pasado 19 de diciembre, cuando
ingresó de urgencia en el hospital La Fe, está recibiendo “el doble de
alimentos que los suministrados a un paciente sin esta deficiencia”,
además de tres batidos sustitutivos diarios.
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