Cualquier persona con un mínimo de pudor profesional se hubiera ido discretamente a su casa después del escandaloso fracaso del CIS en las elecciones andaluzas. José Félix Tezanos no
es de este tipo de profesionales y no solo sigue ahí, pegado a su
silla, sino que el CIS acaba de ofrecernos una nueva oleada de
expectativas electorales y su presidente sigue sin dimitir.
La cocina
Tezanos ni detectó el desplome del PSOE, que, según el CIS, tenía asegurado el gobierno andaluz, ni el auge de Vox, al que le otorgaba un escaño, una cifra escandalosamente lejos de la docena que obtuvo.
En todos los países, los centros demoscópicos oficiales son una cosa
muy seria. Incluso el CIS ha tenido a lo largo de su historia una
valoración razonable. Pero el gobierno Sánchez aspira a un gobierno
diferente: promesas incumplidas, chantaje emocional
sobre la llegada de la derecha franquista y unas encuestas al gusto de
quien las encarga para tener entretenido al personal.
Al presidente le
hemos visto decir sin ruborizarse que sin presupuestos no habría el
salario mínimo de 900 euros, poner al independentismo contra la pared,
desatar una campaña contra ellos por no votar las cuentas y, al final,
como por arte de magia, aprobar un decreto ley en un Consejo de
Ministros con el incremento del salario mínimo.
Pasada esta etapa, ahora
estamos en el chantaje emocional ante el incremento de Vox.
Si todas las energías que utiliza para atraerse a los independentistas
con malas artes las empleara en abordar en serio la agenda catalana, los
presos, exiliados y el referéndum acordado, es posible que algún
resultado hubiera tenido.
La magia Tezanos no va a arreglar ninguno de los problemas que tiene
el PSOE, como ya se vio en Andalucía. Ni que sea con el regalo
anticipado de Reyes que le da al PSOE diez puntos de ventaja respecto al
PP y una mínima representación a Vox. En el caso catalán, la primera
posición a ERC está en línea con otros sondeos y la segunda posición del
PSC se ajusta a la cocina necesaria para el PSOE.
En resumen, el nulo crédito de Tezanos resta validez a los datos. Por
cierto, ¿cuándo preguntará el CIS por la monarquía y la valoración de
Felipe VI? ¿O es que la pregunta no tiene interés?
(*) Periodista y ex director de La Vanguardia
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