Desde mi más tierna infancia, siempre ha habido alguien tratando de
imponerme que su religión es la única verdadera y que todas las
demás están equivocadas, y que yo tenía que creer en ello
porque sí, porque lo manda la autoridad. Siento decirle a todos
ellos que no me han convencido, y que tengo derecho a creer o no
creer en lo que me dé la real de la gana.
Lo siento por los Testigos
de Jehová de buen corazón,
(que hay muchos)
o por los evangelistas,
o por los adventistas,
o por los metodistas,
o por los presbiterianos,
etc. pero
tengo cosas más importantes que hacer en
la vida que estudiar su
sistema de creencias tan
particular y respetable.
Cada vez que alguien me viene ahora con esta cantinela tan cansina,
lo mando al carajo directamente y sin contemplaciones, pero no
aconsejo el odio sino el amor y el respeto, porque
cada ser humano vivimos un proceso evolutivo diferente y todos ellos
son respetables, y además todos somos hermanos porque procedemos
del mismo Creador.
Yo mismo me tragué muchas píldoras
dogmáticas antes de despertar, pero cada persona tiene su momento
para darse cuenta, y tiene derecho a tener el sistema de creencias
que le dé la gana. El problema es que ya no queda tiempo
porque se acerca el momento para la cosecha de almas, pero ese
es otro tema. Escribo este artículo porque me he topado con más
de un lector disconforme con mi heterodoxia, pero no pretendo
ofender a nadie.
Cada una de las treinta mil religiones que existen en el mundo
creen que son la única verdadera y que todas las demás son falsas,
y hay hasta quien está dispuesto a matar y a morir por esta falacia
tan estúpida. Hindúes y budistas no son tan fanáticos,
porque creen que hay verdad en todas las religiones, y que cada uno
tiene derecho a elegir según sus necesidades.
Yo pienso lo mismo,
que cada religión tiene una parte de verdad y también otra
parte de mentira. Pero los visitantes de las estrellas no
tienen religión porque tienen Conocimiento, y no
necesitan intermediarios para conectarse con su Creador.
FALACIAS
A mi juicio, Jesús no
creó ninguna Iglesia ni ninguna casta sacerdotal,
(como bien dice Juan José
Benítez) porque vino a traer conocimiento,
no a fundar instituciones religiosas que él mismo
aborrecía, sino a enseñar a cada ser humano a
comunicarse directamente con su Padre que habita en su corazón,
cuando hay un Alma, porque también existen seres
desalmados y esa es otra historia. El
propio Papa actual dijo que “es muy peligrosa una
relación personal con Cristo”,
y en eso llevaba razón.
Es muy peligrosa para su poder terrenal.
Tampoco pidió Jesús que le adoraran a él ni a su madre, sino
únicamente al Padre Celestial, pero la humanidad tiene tendencia
a adorar lo que no comprende. Enseñó una espiritualidad
interior, no exterior, porque el Reino de los Cielos está
dentro de cada uno y el Ser Crístico no es alguien de
fuera, sino que somos cada uno de nosotros.
El periodista y
escritor Juan José Benítez se acerca mucho a la verdad en su
serie de libros “Caballo de Troya” que, a mi
juicio, es lo mejor que se ha escrito sobre Jesús. Por eso sus
libros están prohibidos por el Opus Dei.
En
mi opinión,
el cristianismo es la religión más
manipulada del mundo. Por
ejemplo, Jesús nunca dijo esta frase tan contundente y
gandilocuente: “tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré
mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán
contra ella” (no era su estilo) pero
les sirvió para construir un imperio religioso, que es la
fortuna más grande del mundo, porque son los dueños del
dinero.
Ni tampoco dijo “nadie viene al Padre
sino a través de mi” que les sirvió para crear un
monopolio religioso. Los caminos para llegar al Padre
son infinitos realmente. Todo esto son frases añadidas
para imponernos unas cadenas religiosas y hacer negocio a nuestra
costa, porque lo que mejor saben hacer las religiones es pedir
dinero.
A
mi juicio, las
religiones fueron creadas por demonios para dividirnos
y enfrentarnos a la humanidad, para manipularnos
la espiritualidad personal. Cada una es un sistema
de control mental para manipular el rebaño de la
granja humana y robarle su poder, su energía y su libertad y
soberanía personal. La espiritualidad es otra cosa muy distinta,
que no tiene nada que ver con la religión, porque se basa libre
en la experimentación de cada persona, y no en la imposición de dogmas.
RELIGIONES COMPARADAS
Me gusta mucho la disciplina universitaria de Religiones
Comparadas porque amplía los horizontes de la comprensión,
permite entender la mentalidad de cada cultura humana, y analizar,
comparar y contrastar las distintas creencias para ver qué parte de
verdad o de mentira puede haber en cada una de ellas. Lástima
esta ciencia esté en pañales en España porque las
universidades están controladas por los Jesuitas y el Opus Dei y no
les interesa este tema.
Para investigar la parte de verdad que puede haber en cada tradición
religiosa no se puede recurrir a los dogmas oficiales,
porque todos están manipulados en nuestra contra, sino a los
escritos originales más antiguos que han escapado de la quema y
de la persecución como los papiros de Nag Hamadi (Egipto) que
son el mejor exponente de la Gnosis, después de la quema de
la Biblioteca de Alejandría.
Hay más fuentes, pero están ocultas y guardadas bajo siete llaves
en la Biblioteca Secreta del Vaticano. Lo que aparece allí no
tiene nada que ver con lo que nos han enseñado los manipuladores. La
Verdad no les interesa, porque no les permite hacer negocio a
nuestra costa.
¿HEREJÍAS?
Los gnósticos llevaban razón y por eso fueron perseguidos hasta
el exterminio y quemados sus escritos, igual que los cátaros,
los templarios, los quietistas, los iluministas y otros muchos
mártires de la satánica Inquisición. Desde entonces se ha
asesinado a mucha gente por cometer el delito de pensar diferente
a la autoridad de Roma. Los llamaban ‘herejes’, pero los
verdaderos herejes son los amos del tinglado religioso.
Lo mismo se puede decir del budismo. Pero la versión
tibetana del budismo está adulterada de chamanismo
prebudista, aunque es una religión menos manipulada que el
cristianismo. Las enseñanzas originales de Buda se hallan en la
escuela Teravada a la que los tibetanos llaman despectivamente “el
pequeño vehículo” (Hinayana),
mientras que ellos se autocalifican de “el gran vehículo”
(Mahayana).
Pero también se ha distorsionado el budismo, porque nadie se
ha escapado de la manipulación en este planeta-prisión,
tristemente.
Pero a pesar de todos los defectos del cristianismo, hay un hecho
incuestionable en el panorama mundial actual: los países que más
defienden la libertad, la democracia, la solidaridad, la
caridad y los derechos humanos son aquellos que tienen cultura
cristiana, seguidos por los de cultura budista, que también es
humanitaria. También el Islam contiene elementos humanitarios como
la caridad con los pobres, pero su Ley tradicional, la ‘Sharia’,
es muy dura, demasiado dura a mi juicio.
Por lo tanto estoy totalmente a favor de los valores humanitarios
de la cultura cristiana tradicional que ahora quieren robarnos
con el neopaganismo satanista importado de EE.UU. Son estos valores
libertarios de nuestra cultura lo que hay que defender a toda
costa, y no el sectarismo cristiano que tanto hemos sufrido. Muchas
gracias, y pido perdón si he ofendido a alguien.
(*) Periodista
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