Se lo dijo el propio líder de Podemos Pablo Iglesias a la periodista
Ana Pastor en la entrevista de La Sexta TV del domingo pasado por la
noche al comentar que Podemos deberá entrar en el Gobierno porque ahora
‘estoy por fuera tocando la pandereta’.
Es cierto, Iglesias toca la pandereta en el Combo de Sánchez en el
que Torra, azuzando a sus CDR, aporrea el bombo y Junqueras toca la
flauta encantada desde la cárcel donde espera ir a juicio, o que Torra
le abra la puerta al atardecer para facilitar una nueva cuerda de
prófugos a la que se sumaría el propio Torra para no acabar él mismo en
prisión.
Como le dijo la entrevistadora Iglesias se ha pasado de la izquierda
radical a la izquierda ‘transversal’ que promovía Errejón, pero el líder
de Podemos se resiste a reconocer su vuelco político con una alambicada
explicación en la que vino a decir que Errejón estaba a favor de la
investidura de Sánchez en marzo de 2016, mientras que su apoyo a Sánchez
está basado en la caza de Rajoy por la corrupción.
Pero lo cierto es que Iglesias, por la paternidad y la compra del
chalé, no es ni sombra de lo que era y ahora pide, pero con la boca
chica, el cese de los ministros de Justicia y Ciencia, Delgado y Duque,
pero sin que ello incluya amenaza alguna a la estabilidad del Gobierno
de Sánchez ni tampoco a los pretendidos Presupuestos de 2019.
Y esa misma flexibilidad de sometimiento a Sánchez la practica
Iglesias renunciando a que el IPC de los Presupuestos se garantice por
Ley, o con la venta de bombas a Arabia Saudí y otras cosas más que
intenta tapar con el discurso de que el PP y Cs son partidos franquistas
que están ubicados en la ‘extrema derecha’.
El líder de Podemos, al que preocupa y mucho la candidatura de
Carolina Bescansa al liderazgo de Podemos en Galicia dice no tener
problemas con Teresa Rodríguez en Andalucía ni con Colau en Cataluña y
ni con Carmena en Madrid, pero sí que tiene problemas y no quiere
elecciones anticipadas (porque las encuestas le ofrecen un mal
resultado. podemos) pero sí quiere un referéndum de autodeterminación en
Cataluña.
Eso sí, Iglesias se declara convencido de que en una próxima
legislatura él entrará en el Gobierno de Sánchez porque está harto de
‘tocar la pandereta’ bajo el balcón de Moncloa como los campanilleros a
las puertas del portal de Belén.
Aunque si todo sigue así de convulso y el buque Gobierno,
desvencijado y a la deriva navega con rumbo hacia el iceberg del
soberanismo catalán, entonces el Combo de Sánchez, donde Iglesias toca
la pandereta, acabará convertido en una parodia de la orquesta del
Titanic. La que el mismísimo Diablo (es decir, Garzón) dirige mientras
con el rabo marca el compás tal y como lo cuentan en uno de sus discos
Sabina y Serrat.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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