Solo le falta al Gobierno de Pedro Sánchez en esta su enésima
rectificación y para completar su esperpento pedir a la falsa princesa
Corinna que medie con la familia real saudí para arreglar el entuerto de
las cinco corbetas que España va a construir en Navantia (Cádiz) para
la armada saudita tras ganar un contrato de 1.800 millones de euros.
El que se puede ir al traste si el Gobierno español no rectifica el
macro error de la ministra de Defensa Margarita Robles de suspender -por
causa de la guerra de Yemen- el contrato de España con el gobierno de
Riad de vender 400 bombas a ese país.
El lío es morrocotudo y se veía venir. Incluso podía haber afectado
no solo a las corbetas de Cádiz sino también al petróleo y entonces
apaga y vámonos. Y lo que ocurre es que estamos ante un gobierno de
aprendices que, para colmo y como le ocurre a la fiscala y ministra de
Defensa Margarita Robles, no sabe una papa de su departamento. Y luego
pasa lo que acaba de pasar.
En cualquier país democrático europeo y ante un caso similar la
obligada y urgente rectificación la ministra de Defensa Margarita Robles
debería incluir su dimisión. Pero si dimiten todos los ministros
erráticos y el Presidente por los errores de sus primeros 100 días
caería la mitad del Gobierno.
Y buena se ha puesto -en vísperas electorales del Sur- la presidenta
de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, exigiendo al gobierno de su
‘enemigo’ Interior Pedro Sánchez una inmediata rectificación sobre la
crisis saudí que tiene su lógica: si España no cumple el contrato
firmado de la venta de bombas a Riad, Arabia no cumplirá su contrato de
compra de corbetas a Madrid.
Y si esto sigue así hasta el Kichi, el alcalde de Cádiz, acabará
aplaudiendo la venta de bombas a Cadiz si no quiere sufrir una dura
revuelta en la Bahía mientras los trabajadores de Navantia, que ven en
peligro sus empleos, le cantan: ‘con las bombas que tiran/ los
fanfarrones/ se hacen las gaditanas/ tirabuzones…’
Recordemos algunas rectificaciones recientes del Gobierno: Sánchez
por el nombramiento de Màxim Huerta como ministro de Cultura y el futuro
del Valle de los Caídos; la vicepresidenta por la inmigración tras la
muy rumbosa acogida al buque Aquarius en Valencia; la ministra de
Justicia por la defensa del juez Llarena en Bélgica; la de Trabajo por
el gol que ‘le metieron por la escuadra’ las promotoras del sindicato de
trabajadoras del sexo; la ministra de Industria por el globo sonda
sobre el impuesto al diésel; la de Defensa por las corbetas de Arabia; y
a la espera estamos de que la ministra de Hacienda rectifique sobre los
anunciados impuestos a la Banca.
O sea, todo un espectáculo y alta tensión en Cádiz donde se espera
que Robles dé marcha atrás de manera inminente como se anuncia desde el
Gobierno, mientras tanto ya se preparan las chirigotas de las corbetas
para los próximos carnavales gaditanos y en San Fernando se canta: ‘por
la Bahía, yo quiero ser corbetero, por la Bahía…’
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
No hay comentarios:
Publicar un comentario