Quim Torra ha dado un paso más en su extraña posición que no deja de
ser una mezcla de pulso y juego al ratón y el gato que mantiene con el
Gobierno central, y veinticuatro horas después del monólogo que
interpretó en el Teatro Nacional de Cataluña, con el Parlament cerrado,
ha dado paso, en su actitud de provocación y, tras repetir que no estaba
dispuesto a aceptar ninguna condena de los políticos presos en cárceles
catalanas (en un gesto de distensión que el nuevo Gobierno hizo el
pasado 4 de Julio) no ha descartado que, en un momento determinado, se
abran las prisiones.
Eso si las sentencias de la causa por el llamado
“Procés” y por el ilegal Referéndum del 1-O, no sean absolutorias y ha
dicho estar dispuesto a llegar “tan lejos como llegó Puigdemont”, en
clara referencia a la declaración unilateral de independencia del pasado
27 de Octubre.
Abrir las puertas de las cárceles catalanas, teniendo en cuenta que
dependen de la Generalitat (de ahí el trato excepcional que están
recibiendo los políticos presos que, además de un régimen de visita
exclusivo de ellos, reciben hasta una comida distinta al resto de los
reclusos), sería el desencadenante de una auténtica crisis política de
gravísimas consecuencias, que como adelantaba en esta misma sección
Pablo Sebastián, supondría la caída del actual Gobierno.
“Solo le debo obediencia y lealtad al pueblo y el Parlamento de
Cataluña”, ha insistido Torra en una rueda de prensa en Bruselas, junto
al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, con motivo de una
reunión del grupo parlamentario de “Junts per Catalunya”.”Exigimos
absolución para los presos políticos porque cada día que pasan en
prisión es una indecencia”, si no hay referéndum pactado de
autodeterminación, seguiremos nuestro camino”, insinuando que comenzarán
a elaborar la nueva Constitución de la República Catalana.
Manejando
los datos a su antojo ha repetido que el 80% de los catalanes están de
acuerdo con un Referéndum de autodeterminación vinculante, no reconocen a
la institución monárquica como suya y se cuenta ya con la mayoría
social, algo que ha puesto en duda el diputado de Esquerra Republicana
de Cataluña Joan Tarda: “Si hay algún independentista ingenuo o estúpido
que cree que puede imponer la independencia al 50% de catalanes que no
lo son, es evidente que está equivocado”.
Hoy todos los medios internacionales se hacen eco del “No” del
Presidente de la Generalitat a la propuesta del presidente Sánchez de
un Referéndum Autonómico, de las movilizaciones en Cataluña para
presionar a la autoridades judiciales y políticas a favor de los presos,
e incluso, de un “desafiante discurso de Torra” que, un medio tan
poco sospechoso como The Irish Times, de la República de
Irlanda, se atreve a desmentir “porque a pesar de que Torra afirme que
la independencia está respaldada por “la Mayoría social”, las encuestas
muestran que la causa todavía no llega a tener el apoyo de la mitad de
los catalanes”.
La realidad es que los principales periódicos europeos presentan la
propuesta del presidente Sánchez de un Referéndum autonómico, como el
resultado de un esfuerzo para mejorar las relaciones con Barcelona y un
intento por aplacar las tensiones entre Madrid y Cataluña. “Aunque no
llegó a ofrecer a la rica región un Referéndum sobre la independencia
total, – señala Financial Times – la propuesta de Pedro
Sánchez se ve como un gesto de paz para los muchos en Cataluña que lo
único que quieren es que haya más descentralización del poder de
Madrid”.
Cataluña, recuerda el periódico de la City, ya cuenta con
un gran nivel de autonomía, por ejemplo tiene control de su propio
cuerpo de policía y de su sistema educativo. Pero muchos en la región
quieren más, en concreto en temas como la recaudación de impuestos. El
diario alemán Suddeutsche Zeitung recuerda que hace casi un
año, el Gobierno autonómico en Barcelona llevó a cabo un Referéndum
sobre la independencia que desencadenó una crisis estatal, y el francés
Le Monde, que el anuncio del Presidente español no ha sido
especialmente bien recibido por los independentistas, que han prometido
nuevas movilizaciones. Pedro Sánchez no dispone más que de un margen
de maniobra muy débil.
“Diálogo y compromiso”. Estos son los ingredientes, según el primer
ministro español Pedro Sánchez, para resolver la incómoda cuestión
catalana y no repetir un nuevo otoño caldeado de guerrilla urbana e
intercambio de insultos. Lo corroboró Sánchez, dice Il Giornale
de Italia, en una entrevista en la que el Jefe del Ejecutivo se
mostró favorable a la organización de un Referéndum para el
autogobierno de la región autónoma que, entre las diecisiete, efectúa
más aportaciones a Madrid (entre 15.000-17.000 millones de euros), pero
que también está amenazada por fuertes impulsos separatistas, que han
aumentado con los últimos tres gobiernos.
(*) Periodista y economista
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