Aunque desconfío de
los profetas modernos, porque es muy difícil acertar el futuro, hay
algunos casos que se han ganado un prestigio merecido como Edgar
Cayce en EE.UU. o Benjamín Solari Parravicini en Argentina, pero el
que más me ha llamado la atención es el caso del brasileño
Chico Xavier, autor de diez mil cartas y 468 libros de los que se
vendieron cincuenta millones de ejemplares, y dedicó todo el dinero
ganado a obras de caridad.
Su revelación más importante fue que el 20 de julio de 1.969,
cuando el hombre pisó la Luna, tuvo lugar, un cónclave de las
estrellas, una reunión de Potencias Angélicas del Sistema Solar,
para verificar y discutir el avance moral de la sociedad, en la que
el propio Cristo abogó por nuestra causa en favor de la humanidad, y
pidió una prórroga de cincuenta años para evolucionar y convivir
en paz, que finalizaría el 20 de julio de 2.019, es
decir, dentro de un año exactamente.
La promesa es, que si hasta entonces no se produce una tercera guerra
mundial, la humanidad entraría en una nueva era de regeneración
planetaria, que produciría la entrada oficial en la comunidad
galáctica, lo que, a su vez, generaría un contacto directo con
los visitantes de las estrellas y traería una ayuda extraordinaria de
nuestros hermanitos mayores, así como un progreso social, espiritual
y tecnológico más allá de toda imaginación, entrando así en la
tan ansiada Era de Luz.
Ellos no pueden interferir en nuestro libre albedrío a menos que lo
pidamos, y yo lo deseo con toda mi alma. Sería un proceso gradual
para evitar el trauma, en la medida de lo posible, y hay quien habla
de cuarenta años para completar la transición, pero yo espero que
dure menos, y sobre todo que tenga la oportunidad de contemplar la
tierra prometida como Moisés.
De hecho, cada vez hay más gente que han conseguido un contacto
personal con su familia cósmica, pero falta todavía un primer
contacto público con intercambio oficial de embajadores. Creo que
todo comenzará con la revelación de enigmas y misterios, que se han
mantenido en secreto, lo cual cambiará radicalmente nuestro sistema
de creencias ignorante.
Curiosamente, esta profecía coincide aproximadamente con la del
investigador hispano-alemán Alberto Canosa, de que en
septiembre de 2.019 terminará la purga de demonios que comenzó
en junio de 2.018. La coincidencia entre dos fuentes de
información tan dispares da un viso de veracidad a la promesa de
2.019, y es probable que haya más gente que diga lo mismo.
Claro que esto sería lo más maravilloso que le podría pasar a toda
la humanidad, la tierra prometida, el paraíso soñado por todas las
semillas estelares y trabajadores de la Luz, y el Reino de Dios que
se pide en la oración del Padre Nuestro, pero también sería una
catástrofe para las élites actuales y para su “nuevo orden
mundial” de pesadilla. Por eso no cesan de fabricar ataques de
bandera falsa, para provocar la tercera guerra mundial, pero fracasan
en todos sus intentos, porque estamos protegidos por ángeles.
No somos capaces de imaginar todas las consecuencias que traería un
cambio de paradigma de tal magnitud, pero la primera de ellas sería
demostrar que todo nuestro sistema y modo de vida está totalmente
equivocado, desarmonizado con el orden cósmico y alejado de las
leyes universales divinas y de la creación. Por lo tanto,
recibiríamos una lección de humildad, acompañada de beneficios sin
límites y de prosperidad mundial. No se trata de que haya
ganadores y perdedores, sino de que ganemos todos, es decir, de
obtener el mayor beneficio para el mayor número de
personas, y de acabar con una ‘matrix’ de pesadilla, proyectada
desde la Luna, que ha durado 12.500 años.
Según Chico Xavier, en el caso (improbable porque estamos
protegidos) de que estallara la tercera guerra mundial, ésta
sería empezada por el hombre pero terminada por las fuerzas
telúricas de la naturaleza,como una rebelión de la Madre Tierra
Gaia ante tal abuso y destrucción. En tal caso, se produciría tal
cantidad de terremotos, tormentas, deshielos y explosión de volcanes
extinguidos que acabaría dejando inhabitable el norte del planeta y
produciría la emigración de los supervivientes hacia el hemisferio
meridional mediante una invasión militar, pero estoy seguro que no
llegaremos a esto, y no deseo equivocarme en este caso.
Se han publicado muchos vídeos de este tema en Youtube con distintas
interpretaciones, pero yo recomiendo el llamado “Data límite”,
porque lo considero el más fideligno en información. Está en
portugués-brasileño, pero se pueden poner subtítulos en español.
Esta información nos da mucha esperanza, pero también hay que
cultivar la fe en que podemos conseguirlo, y ejercer presión para
alcanzar tales metas, que no son otras que el triunfo de toda la
humanidad, la victoria definitiva del bien sobre el mal. Todos
tenemos que poner de nuestra parte, hacer nuestro trabajo y cumplir
nuestra misión, porque no lo van a hacer todo los de arriba. Es un
trabajo conjunto para salvar al planeta y a la humanidad. Estoy
seguro de que lo lograremos, con la ayuda de nuestro Creador.
(*) Periodista
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