MURCIA.- Aena realizó la última semana de mayo los trabajos necesarios para la
verificación de los sistemas de radioayudas y los procedimientos de
navegación del Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia (AIRM)
mediante vuelos de calibración.
Los
resultados de esta prueba se conocerán mañana miércoles durante la
reunión de la Comisión Interministerial entre Defensa y Fomento
(CIDEFO).
Estas mediciones son necesarias para comprobar desde el
aire que tanto las maniobras como los sistemas de ayuda a la navegación
aérea instalados en tierra (radioayudas) funcionan de manera correcta y
de acuerdo con la normativa de OACI (Organización Internacional de
Aviación Civil) y, por tanto, pueden ser usados por todas las aeronaves
que realizan un vuelo instrumental.
La calibración se ha realizado
con un avión laboratorio de la Unidad de Verificación en Vuelo de Aena
Internacional y mediante el uso de drones a cargo de la empresa CANARD
Drones.
El avión utilizado en las mediciones es un Beechcraft King
Air 350 equipado con una consola de verificación en vuelo. La
tripulación ha estado compuesta por dos pilotos y un técnico de
verificación en vuelo.
Las calibraciones se hacen en vuelo visual y
son necesarias por tanto buenas condiciones meteorológicas. En este
caso se requirieron 27 horas de vuelo.
El sistema que utiliza el
avión laboratorio consta de receptores del sistema de inspección en
vuelo a bordo; antenas receptoras; sistemas de cálculo de
posicionamiento; equipamiento para procesar y mostrar los datos en
tiempo real y/o mediante post procesado; y equipo para grabación de
datos.
La verificación en vuelo de las maniobras comprende los
procedimientos de vuelo (basados en instrumentos) de aproximación,
llegada y salida. En ellos se delimitan trayectorias, perfil de alturas
de vuelo a seguir, zonas restringidas o prohibidas, determinados puntos
de utilidad para las tripulaciones, etc, según Aena.
Entre las radioayudas a la navegación aérea que el avión laboratorio ha calibrado figuran los denominados VOR, ILS y PAPI.
El
VOR (VHF Omnidirectional Range) es un radiofaro omnidireccional
instalado en tierra que emite en los 360 grados alrededor del mismo, lo
que permite a las aeronaves conocer su posición respecto a la estación
emisora. Proporciona a los pilotos información para conocer el rumbo con
respecto al norte magnético de la estación transmisora.
Por su
parte, los equipos de ayuda en la fase de aproximación al aeropuerto o
Sistemas de Aterrizaje Instrumental (ILS, Instrumental Landing System)
permiten el aterrizaje en condiciones meteorológicas adversas de escasa
visibilidad.
Para la calibración
de los PAPI (Indicador de Trayectoria de Aproximación de Precisión o
Precision Approach Path Indicator) se han utilizado también drones o
RPAs (aeronaves remotamente pilotadas), de la empresa CANARD Drones.
Los
PAPI son un sistema de luces ubicado en los laterales de la pista que
ofrece una indicación visual de la posición de un avión respecto a la
trayectoria de aproximación, de forma que el piloto pueda adquirir y
mantener el ángulo de aproximación correcto con respecto a la pista.
Los
drones van equipados con sensores y sistemas de procesamiento de datos y
proporcionan un vuelo controlado, autónomo y repetible, con mediciones
de alta precisión. Un aspecto clave para la garantizar la precisión es
la capacidad del RPA para mantenerse en vuelo estacionario frente al
PAPI, según Aena.
Los resultados recopilados tras estos vuelos,
que servirán para dar de alta los sistemas de ayuda a la navegación
aérea y las maniobras, han de ser aprobados por la Comisión
Interministerial de Fomento y Defensa (CIDEFO).
La verificación
del correcto funcionamiento de todos estos sistemas, que garantizan la
seguridad de los vuelos, supone un «paso importante» la certificación
del Aeropuerto por parte de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea
(AESA), según Aena, que precisa que esta certificación del Aeropuerto es
uno de los hitos fundamentales para la puesta en servicio del AIRM.
El
proceso de certificación de la infraestructura aeroportuaria es
complejo y requiere diversos trámites, e implica a diferentes
organismos.
Aena ha afirmado que trabaja para poner en explotación
el AIRM lo antes posible, siempre garantizando que las instalaciones
cumplen los más estrictos niveles de seguridad, que disponga de todas
las licencias y permisos que sean preceptivos por Ley, y que esté en
condiciones de dar un servicio de calidad a los pasajeros y a las
compañías aéreas.
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