El viernes 1 de junio los españoles, sin saberlo, observaron
incrédulos como se hacía historia. No solo el presidente Mariano Rajoy
perdía una moción de censura provocada por la sentencia de uno de las
que todavía quedan del escándalo de corrupción, bautizado como
“Gürtel”, sino que, después de 40 años de democracia, era la primera
vez que el Parlamento cambiaba al Gobierno, a través de una moción de
censura, algo que ha permitido que un Presidente que no tiene escaño en
el Congreso y que no tiene mayoría en la Cámara se haya hecho con la
Presidencia del Gobierno.
Además, se trataba de la primera vez que el partido de un Presidente
no tiene mayoría, la primera vez que el Primer Ministro no tiene
escaño en el Congreso, porque lo abandonó al negarse a votar a Rajoy, y
la primera vez, también, en la que el partido del Primer Ministro no
tiene la Presidencia del Congreso. De este modo, en menos de una
semana, la situación política española ha dado un giro de 180 grados.
De hecho, los ciudadanos, convertidos en espectadores, piensan que los
guionistas de House of Cards o “Juego de Tronos” han escrito el Juego de la trama de la Moncloa, con una pluma mágica, o cinematográfica.
La Historia, tiene todos los elementos de una producción de
Hollywood: el héroe y sus aliados, la banda de los malos, los que
esperan que el héroe aparezca en pantalla, conspiraciones, traiciones,
acusaciones, engaños, doble Juego. Incluso el factor sorpresa de quien
ha diseñado toda esa jugada de ajedrez que ha cambiado todo el mapa
político nacional, que es un experto en marketing y encuestas: Javier
Redondo, experto o en comunicación política, convertido hoy en jefe de
Gabinete del nuevo presidente Pedro Sánchez, y que ha trabajado para el
PP de Extremadura y su expresidente Monago.
Toda una operación que bien
podría formar parte de cualquier capítulo de “Juego de Tronos” y de la
que, el expresidente Rajoy, y sobre todo su equipo, ha sido incapaz de
prever y, sobre todo valorar, hasta el punto de no tener estudiada y
valorada una opción B.
Esa serie española, basada en hechos reales, es la que se está
rodando ahora, en un espectacular cambio de escena, en Santa Pola
provincia de Alicante, en donde Mariano Rajoy, ha vuelto a recuperar su
despacho de registrador de la propiedad, tan bien cuidado y guardado,
durante muchos años por el fiel Riquelme. Santa Pola conmovida por su
registrador de cabecera ha apostado porque la vuelta de Mariano, va a
superar el bienestar de la zona, teniendo en cuenta que Santa Pola es el
lugar donde se venden más chalets, pisos de lujo y residencias.
Desde
allí, el intérprete de ese capítulo está viviendo las peleas internas y
las luchas por su Trono, que abandonó sin nombrar hereder@. Ahora,
cuando se han sentido huérfanos, es cuando le echan en cara muchos de
sus errores, que nunca se atrevieron a decírselo a la cara.
Poco importa que por ahora, también cinco candidatos hombres
compitan por la sucesión de Mariano Rajoy al frente del PP y acceder a
su Trono. A partir de ahora, y hasta el congreso extraordinario del 20 y
21 de julio, toda la atención estará centrada en esos dos personajes
femeninos de este peculiar Juego de Tronos: la secretaria del partido
Dolores de Cospedal y, la vicetodo, Soraya Santamaría, que nada más
anunciar su candidatura han empezado a salir sus críticas, especialmente
por la forma de actuar en el contencioso catalán.
Para muchos son dos
personalidades fuertes, desbordantes, dos caracteres contrapuestos que
se han convertido en centros de todas las tensiones y enfrentamientos,
especialmente por el ansía irrefrenable de poder de la vicetodo. Hasta
el punto que, son muchos, los que la han señalado como Septa Unella, la
mala, de Juego de Tronos…
Con este panorama, quien consiga mantener la calma y la mayor
capacidad para convencer a los mandos intermedios y a los dirigentes
regionales de la formación conservadora, será capaz de asegurarse la
Presidencia, aunque las cartas están muy repartidas y Pablo Casado está
recibiendo todo tipo de presiones para que se una a la candidatura de
Soraya, si bien su sitio estaría con Cospedal, aunque solo sea por lo
que hay detrás del dardo que la secretaria general del partido le ha
dirigido este jueves a la vicetodo: “La militancia prefiere a alguien
que da la cara, aunque se la rompan que a quienes se esconden”.
Y Casado
es de los que dan la cara… aunque se la partan, diría Cospedal.
(*) Periodista y economista
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