Palinuro no glosará el ignominioso fin de M.Rajoy. Ya lo hizo con un optimista adelanto de dos años en un post titulado Desde mi más profundo desprecio.
Si acaso breve mención al hecho insólito de la sobremesa de M. Rajoy,
representado en sede parlamentaria por el bolso de Sáez de Santamaría.
Un repaso al personaje, desde al plasma hasta el "Luis, sé fuerte"
evidencia su tejido.
Cuatro
mociones de censura ha habido. Tres fracasos y una victoria. A Rajoy lo
echa uno que hasta hoy es su más firme aliado en la política del 155,
uno que ayer le imploró que dimitiera, aterrorizado ante lo que se le
viene encima. Que gobiernen los que no dejan gobernar sollozaba ayer a lo Maura el de los sobresueldos abrazado a un camarero. ¡Oh, ingrato país!
Pero los que no dejan gobernar tampoco pueden hacerlo, según dicta hoy el edito de El País, llamado, desiderativamente, Un gobierno inviable. ¡Pobre Sánchez! No lo quieren ni los suyos. Los otros, todavía menos. En realidad, ni él mismo, por eso llegó a ofrecer retirar la moción si Rajoy dimitía.
Porque no está muy animado a gobernar el avispero que le deja el
incompetente de su predecesor. A ver cómo explica ahora a los barones
del alcazarnoserinde que ofrece diálogo a Le Pen. Y
cómo convence a los indepes de su buena voluntad dialogante cuando
mantiene el 155 y niega que haya presos y presas políticas en España.
La
moción lleva a un gobierno de coalición PSOE/Podemos. Estos últimos,
prodigio de lealtad, que ayer todavía ofrecían a C's ir juntos a una
moción de censura si la de ahora fracasara, apretarán a los socialistas
en los asuntos sociales y políticas progresistas. Quizá también en lo de
la memoria histórica y no creo se atrevan a plantear un referéndum
monarquía/república. En cuanto a Catalunya, la habitual melopea
indeterminada.
A todo esto, el ánimo general es celebrar elecciones cuanto antes. Lo pide El País y
el resto del B155 con patriótico clamor. ¿Qué esperarán los caballeros
del orden de unas elecciones? Nada muy distinto de lo que hay ahora: dos
bloques, izquierda y derecha; quizá se inviertan las tornas y el
primero sea hegemónico. También puede haber trasvase de votos en el
interior de los bloques, PP/C's y PSOE/Podemos. Es el eje social y
resulta probablemente inestable. La estabilidad solo puede lograrse
priorizando el eje nacional, que reúne en alianza sagrada a PSOE, PP y
C's o bloque español, al que en muchas cosas también se añadiría parte
de Podemos, preocupada por el discurso "nacional español".
Esa
es la única posibilidad de dar estabilidad al gobierno de España y
quizá sea la más conveniente para afrontar de una vez una solución
negociada al conflicto España/Catalunya. Sea como sea la política
española, está condicionada por la catalana que, a su vez, tiene un
grado de autonomía que el Estado no puede soportar.
Es doctrina en
Catalunya que la República proclamada el 27 de octubre está actuando. En
condiciones excepcionales de restricción pero actuando como sujeto
político, enfundado en una condición jurídica que le viene estrecha. Es
un juego institucional de poder dual, España/Catalunya que la primera no
puede aceptar y la segunda no puede negar.
Si
ha de haber elecciones generales, el gobierno central puede verse
tentado a convocarlas también autonómicas en Catalunya. Y eso que hace
poco un hosco Sánchez amenazaba con un 155 prolongado y sin elecciones. Un
nuevo motivo de confrontación sobre quién convoca elecciones en
Catalunya. Lo curioso es que se animen a elecciones en Catalunya. Quizá
creen que van a ganarlas, después de la que han montado apaleando a la
gente, encarcelándola, obligándola a exiliarse.
Como creían el 21 de
diciembre. Y entonces, los presos y rehenes políticos llevaban poco
tiempo en la cárcel y el exilio. Ahora han pasado los meses. El espíritu
de resistencia de los represaliados políticos se ha contagiado a la
sociedad que se ha movilizado para liberarlos. El resultado de las
elecciones será una contundente victoria del bloque independentista que,
a mi modesto entender, debiera ir en una lista única, de país.
Victoria
independentista que ya no se podrá cortocircuitar por los habituales
procedimientos de juego sucio, control de los medios, etc. Solo cabrá
hacerlo ilegalizando opciones independentistas, que es lo que quieren
hacer.
Pero entonces ya no podrá hablarse de elecciones, sino de continuación de la dictadura.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
No hay comentarios:
Publicar un comentario