Inés Arrimadas debe tener una mayor presencia e influencia en la
dirección de Cs porque Albert Rivera, entusiasmado con las encuestas
electorales y con ‘su’ calendario electoral (quiere comicios generales
en el 2020) se está convirtiendo en un monaguillo de Mariano Rajoy y
está traicionando, con falsas excusas y mentiras, el pretendido proyecto
nacional y constitucional de Ciudadanos, así como a las víctimas de ETA
y a quienes en toda España y especialmente en Cataluña y País Vasco
creyeron que C's haría frente a los desafíos secesionistas de los
partidos soberanistas catalanes y vascos.
Vista las concesiones y abandono constitucional que está haciendo
gala Rajoy en el País Vasco y Cataluña para conseguir de manera
inmediata el apoyo del PNV a los Presupuestos de 2018, C's con Rivera a
la cabeza deberían haber anunciado hace tiempo que C's no votará esos
Presupuestos de 2028 para obligar a Rajoy a rectificar y frenar sus
infames concesiones al PNV de Urkullu y de Ortuzar (que acusa a España
de tener presos políticos) y a los dirigentes de JxCAT de Puigdemont y
Torra.
Pero
Rivera traicionando los principios y compromisos políticos de C's se
desentiende de todo esto y con gran descaro se dedica a especular sobre
el 155, para aparentar que C's siguen firmes ante el desafío catalán lo
que no es cierto. La realidad es que si el Gobierno retira ahora el 155
de Cataluña eso será sobre todo gracias a que C's está apoyando los
Presupuestos de Rajoy.
El colmo de las trampas de Rivera ha sido su silencio cuando se supo
(hace unos días) que Rajoy estaba preparando el traslado al País Vasco
de presos de ETA como lo exige Urkullu.
Lo mismo que se tragó la
negativa de Rajoy a que el Gobierno recurriera al TC la cesión de voto
de Comín y Puigdemont, para facilitar la investidura de Torra, y otras
concesiones más en Euskadi de tipo económico e insolidario además con
consentir que el PNV le imponga al Gobierno de España, como está
ocurriendo, la retirada del 155 en Cataluña.
Y ¿qué decir de la bochornosa toma de posesión de la presidencia de
la Generalitat por Torra y en el nombre de Puigdemont sin que el Jefe
del Estado ni el Presidente del Gobierno le obligara a acatar la
Constitución? Y ¿que hizo o dijo Rivera de semejante procedimiento? Pues
dijo: amén.
Y esta colección de concesiones al secesionismo y pérdida de
soberanía nacional que lidera Rajoy (envuelto en la manta que tapa la
gran corrupción del PP) las apoya y aplauden Rivera y C's de descarada
manera. Pero a la vez intentando engañar a los españoles. Porque está
claro que si C's retirara su apoyo a los Presupuestos 3018 de Rajoy el
castillo de las infamias vasco/catalanas se caería en un santiamén.
Y queremos creer que Inés Arrimadas que habita en las proximidades de
la cueva del golpismo xenófobo y delictivo catalán no está de acuerdo
con la enorme ‘vista gorda’ y tragaderas de Rivera, y por lo tanto
debería actuar y exigir a su partido que rompa con Rajoy en vez de
mantenerlo en el poder.
La capacidad hipnótica y la absoluta superioridad política que Rajoy
tiene sobre Rivera son asombrosas. Bastaba ver la sonrisa beatífica y
tonta que este jueves exhibió Rivera a su salida de la Moncloa, donde
habló con Rajoy, para entender como el gallego le tomó el pelo al joven
catalán. Solo le faltó a Rajoy el haberle regalado a su ‘adjunto’ Rivera
un globito de color naranja para que Albert hubiera salido de Moncloa
dando saltos de alegría como un colegial.
(*) Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario