MURCIA.- El programa de Garantía Juvenil, puesto en marcha en enero de 2016 y
que está previsto que concluya el 31 octubre de este año, ha permitido
que Cruz Roja pueda atender a lo largo de estos últimos tres años, hasta
este mes de mayo, a 2.979 jóvenes menores de 30 años sin estudios ni
trabajo en la Región de Murcia.
En concreto, el 74 por ciento eran
jóvenes menores de 25 años y casi un 55 por ciento de la totalidad
(2.979), mujeres. Igualmente, la media de la tasa de inserción laboral
de estos jóvenes en Cruz Roja se ha situado en un 46 por ciento
aproximadamente de todos los proyectos.
Así se desprende de la
evaluación de los resultados en los que trabaja Cruz Roja con motivo de
la finalización de este programa, de los que ha dado cuenta la directora del Programa de Empleo de Cruz Roja en Murcia,
Encarni Marín. El nuevo concurso saldrá previsiblemente en verano.
Gracias
al Programa de Garantía Juvenil, «se ha dado respuesta a los jóvenes
que no estudian ni trabajan, una respuesta a un corto plazo de tiempo,
de cuatro o cinco meses», ha precisado Marín, quien ha anunciado que el 5
de julio está previsto celebrar un encuentro con una muestra
representativa de jóvenes que han participado a lo largo de estos tres
años en dicho programa para que comenten su experiencia.
El
programa ha estado enfocado a cuatro medidas. La primera de ellas,
'Pulsa Empleo', con la que se ha trabajado la activación, motivación e
intermediación laboral de los jóvenes.
De lo que se trata, ha
explicado Marín, es de «moverlos en el tejido empresarial y en estos
tres años hemos trabajado con 549 jóvenes, el 53 por ciento mujeres, y
la tasa media de inserción se ha situado en un 54 por ciento».
Una
segunda área es la de aprender trabajando, donde se realiza un
itinerario «intensificado» hacia un oficio determinado a 16 jóvenes con
una horquilla de tiempo de dedicación individual de 500 a 800 horas.
En
este apartado se ha trabajado con 51 personas, el 34 por ciento mujeres,
y se ha logrado una tasa de inserción del 41 por ciento.
También
está destinado al retorno educativo, escuelas de segundas oportunidades.
En estos tres años, Cruz Roja ha logrado que 112 jóvenes hayan
retornado a los sistemas educativos y módulos de FP y Bachiller. Un
total de 602 personas se ha beneficiado del mismo, con una tasa de
inserción media del 38 por ciento en estos tres últimos años.
Finalmente,
en esta cuarta fase se ha trabajado con 181 jóvenes para que
consiguieran oportunidades laborales. La tasa de inserción de este
itinerario ha alcanzado el 52 por ciento.
Datos «positivos» según
Marín, ya que ha recordado que cuando empezó el Programa de Garantía
Juvenil «la tasa de desempleo juvenil estaba alrededor del 60 por ciento
y ahora ha descendido bastante».
No obstante, ha advertido que
«aún hay muchos jóvenes que necesitan una respuesta y tienen que hacer
esa trayectoria laboral de muchos años, tienen que trabajar y realizar
sus estudios».
El objetivo, ha comentado, es que «un joven
concluya sus estudios, en aquello que quiera estudiar, para que luego
tenga una trayectoria laboral de calidad y satisfactoria», ha concluido.
Casi
6.000 personas confiaron en las iniciativas de Cruz Roja para mejorar
su empleabilidad y acercarse al mercado de trabajo durante el pasado
año. Del total, el 60,73 por ciento fueron mujeres, el 20,29 por ciento
menores de 30 años y el 36,71 inmigrantes y solicitantes de asilo.
Además,
el 55 por ciento de las personas han visto mejorada su empleabilidad a
través de competencias básicas, transversales y técnicas. En concreto,
1.400 adquirieron competencias imprescindibles en el actual mercado de
trabajo y 1.071 se capacitaron para un oficio.
Un total de 512
empresas compartieron esta misión de Cruz Roja de mejorar la
empleabilidad y el acceso al empleo de las personas más alejadas del
mercado de trabajo.
Las mujeres atendidas en proyectos específicos
supusieron un 8 por ciento del total de participantes y de ellas, un
5,6 por ciento había sido víctima de violencia de género.
En el
mercado de trabajo, 1.293 personas consiguieron su objetivo de acceder a
un empleo; el 57,54 por ciento fueron mujeres, el número de contratos
superó los 3.200 y 40 personas pusieron en marcha sus iniciativas de
autoempleo.
Además, 3.229 personas adquirieron nuevas competencias
y capacidades y ampliaron sus posibilidades de conseguir un empleo, a
través de un itinerario integrado; y 636 jóvenes recuperaron las ganas
de aprender y se formaron bien para un empleo, bien para regresar al
sistema educativo.
También Cruz Roja trabaja en la línea de los
más jóvenes, debido precisamente a esa elevada tasa de desempleo en este
sector. Así, tiene 23 proyectos de segundas oportunidades, según ha
comentado Marín, quien ha destacado que 55 jóvenes han aprobado la ESO y
ahora están viendo si realizar un módulo de FP o Bachiller.
Igualmente,
junto con el SEF se ha colaborado en un proyecto de formación y Cruz
Roja se ha desplazado a distintas localidades, consiguiendo formar
durante el pasado año a 208 jóvenes cualificados.
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