jueves, 29 de marzo de 2018

Urge la mediación exterior / Ramón Cotarelo *

Altamente preocupado por la seguridad de los políticos y los jueces en Cataluña, el ministerio del Interior aumenta la cantidad de escoltas. Sí señor, que anda el personal levantisco. ¿Y cuáles  aumenta? Las de los políticos y jueces no secesionistas
 
Estos son los habitantes de la Ciudad de Dios y los otros, los de la ciudad terrenal. Como están las dos juntas, no hay manera de distinguirlos... salvo que miremos si llevan escolta. Los buenos, la llevan; los malos, no.

Ese debe de ser el criterio de quienes administran la seguridad de los ciudadanos: los buenos, protegidos; los malos, desprotegidos. Cualquier otro criterio obligaría a incluir a los políticos "secesionistas" en la protección y en condiciones avanzadas. Todo el mundo sabe que la violencia viene abrumadoramente de la parte oficial y oficiosa del Estado, de los cuerpos de seguridad y las bandas de matones de extrema derecha que gozan además de un trato de favor de los tribunales verdaderamente escandaloso y van contra los independentistas en una proporción de 99/1.

El ejemplo es uno entre muchos. La judicialización del proceso ha dado lugar a un panorama lamentable, con el prestigio de España por los suelos, una vorágine carcelaria y procesal alarmante y un enquistamiento de la "cuestión catalana" en forma de crisis constitucional que nadie quiere reconocer pero tiene paralizado el gobierno de España.  La voracidad judicial del B155 es abrumadora y acabará tratando de encarcelar a la mayoría absoluta parlamentaria. En ese momento se planteará ya la urgencia de una mediación internacional. Siendo por entonces evidente que se trata de un proceso político, una causa general contra el independentismo sin que haya habido recurso alguno a la violencia. 

Es un ataque en toda regla contra la libertad de expresión. Ayer mismo, tres procesados más, los dos mossos y el profesor de Historia y la orden dada al gobierno del Ecuador de que corte la conexión de internet de Assange, que estaba tuiteando comparaciones entre Companys y Puigdemont. 

El gran fallo de la táctica del B155: no ha podido demostrar la violencia ni quebrar la unidad del movimiento. Y no será porque no lo haya intentado. Hace años que ese mismo ministerio del Interior recurre a actividades muy por debajo del principio de legalidad y acusadas de delictivas, como la operación Cataluña, las sospechas sobre el atentado de las Ramblas o la costumbre de agentes de la guardia civil o la policía nacional de infiltrarse para provocar alborotos, que haya violencia y justificar así todo el plan judicial del B155.

De eso, de esa violencia extendida y estructural, amparada, si no promovida por el Estado, de los ataques a la libertad de expresión, de la injusticia de una justicia política al servicio del poder es de lo que una mediación internacional debe protegernos. Porque, de intensificarse la represión y la resistencia es fácil que se alcance un punto en que dicha mediación haya de dar paso a una intervención.
 
 
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Aquí mi artículo de ayer en elMón.cat acerca de cómo derrotar al independentismo. Para que se vea que Palinuro es de una exquisita equidistancia. Anda siempre de compadreo con los indepes pero también tiene algo práctico que recomendar a los unionistas. Nada mejor que un prontuario de los recursos necesarios para garantizar la unidad de la patria ante el "reto secesionista". Son medidas eficaces, contundentes, propias de quienes llaman al pan, pan y al vino, vino; y al vaso, vaso y al plato, plato. Son doce acciones verdaderas manos de santos.Y, por si estos no se sienten representados, una jaculatoria final invocando a cuatro de ellos.

Aquí, la versión castellana

Cómo derrotar al independentismo

Formad más carceleros. Os harán falta. Y duros, sin muchos escrúpulos a la hora de maltratar a los presos políticos y negarles sus derechos.

Ascended a los jueces más serviles para que puedan prevaricar cómodamente a vuestro servicio y la causa de la eterna unidad de España.

Reclutad mercenarios con o sin uniforme. Hay que inspirar un sano temor en la población civil catalana para que no se crea que todo el monte es orégano y vaya reclamando derechos y libertades que no le corresponden.

Alquilad recuas de matones de extrema derecha para que apaleen a la ciudadanía pacífica al grito de Arriba España, Viva España y a por ellos.

Pagad nuevas remesas de periodistas pistoleros, de los que no dan noticia que no vaya acompañada de opinión insultante, calumniadora o injuriosa y que recojan buenos emolumentos de los fondos de reptiles del Estado por mentir soezmente sobre lo que pasa en Cataluña, en sus escuelas y medios de comunicación.

Ascended más patriotas vociferantes , de los de cuentas en Suiza o en las islas Caimán, seudoempresarios y traficantes enchufados de los poderes públicos y que ayudan a vuestros políticos a saquear el erario y robar a la población y estrangular el crecimiento económica de Catalunya, descapitalizando sus servicios públicos y arruinando sus infraestructuras.

Seleccionad a los profesores universitarios más corruptos y sinvergüenzas para que, al tiempo que otorgan títulos generosamente a los políticos analfabetos que tenéis a vuestro servicio, elaboren la profunda doctrina que permita criminalizar a los independentistas, a los demócratas en general y, llegado el caso, a los tibios, ambiguos o equidistantes.

Cooptad a los dirigentes y cuadros de la oposición parlamentaria, dadles carguillos y algún dinero para que defiendan vuestra política de saqueo de España y corrupción generalizada, al tiempo que engañan a sus votantes, aliándose con u nos gobernantes que habían prometido combatir para no dejar paso a la expresión política del independentismo.

Contad con diplomáticos carentes de todo referente moral y capaces de defender vuestros abusos y mentiras como si fueran genuinas manifestaciones democráticas de un Estado de derecho en sus relaciones con terceros y torpedear con dineros públicos toda expresión exterior de Catalunya.

Amparaos en un clero codicioso, inmoral y corrompido por los vicios del mundo para mantener en el silencio a una población de creyentes de cuyos menores abusan aquellos siempre que tienen ocasión y negar el derecho de los catalanes a la independencia.

Codeaos con otros políticos tan sinvergüenzas y ladrones como vosotros a la hora de esquilmar al Estado en general y a Catalunya muy en concreto, invocando excusas ridículas.

Rodeaos de españoles de bien, oé, oé, oé, de los que no toleran que haya un Pujol del 3% pero sí un Urdangarin en libertad con una condena que no cumplirá jamás o un Rato que probablemente no pisará la cárcel, amparado por su cómplices en el poder judicial.

Por último, encomendaos a Santa Rita de Casia, San Judas Tadeo, Santa Filomena y San Gregorio de Neocesarea, abogados de las causas perdidas e imposibles porque, si había alguna esperanza de que Catalunya se quedara en España fue aniquilada:

Con la campaña anticatalana de Rajoy en 2006.

La inepta sentencia del Tribunal Constitucional de 2010

La bestial agresión policial del 1 10 2017

El secuestro carcelario de los dirigentes independentistas.

La detención de Puigdemont, presidente legítimo de Catalunya el 25 de marzo de 2018.

Y ni así.



(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
 

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