Altamente preocupado por la seguridad de
los políticos y los jueces en Cataluña, el ministerio del Interior
aumenta la cantidad de escoltas. Sí señor, que anda el personal
levantisco. ¿Y cuáles aumenta? Las de los políticos y jueces no secesionistas.
Estos son los habitantes de la Ciudad de Dios y los otros, los de la
ciudad terrenal. Como están las dos juntas, no hay manera de
distinguirlos... salvo que miremos si llevan escolta. Los buenos, la
llevan; los malos, no.
Ese
debe de ser el criterio de quienes administran la seguridad de los
ciudadanos: los buenos, protegidos; los malos, desprotegidos. Cualquier
otro criterio obligaría a incluir a los políticos "secesionistas" en la
protección y en condiciones avanzadas. Todo el mundo sabe que la
violencia viene abrumadoramente de la parte oficial y oficiosa del
Estado, de los cuerpos de seguridad y las bandas de matones de extrema
derecha que gozan además de un trato de favor de los tribunales
verdaderamente escandaloso y van contra los independentistas en una
proporción de 99/1.
El
ejemplo es uno entre muchos. La judicialización del proceso ha dado
lugar a un panorama lamentable, con el prestigio de España por los
suelos, una vorágine carcelaria y procesal alarmante y un enquistamiento
de la "cuestión catalana" en forma de crisis constitucional que nadie
quiere reconocer pero tiene paralizado el gobierno de España. La
voracidad judicial del B155 es abrumadora y acabará tratando de
encarcelar a la mayoría absoluta parlamentaria. En ese momento se
planteará ya la urgencia de una mediación internacional. Siendo por
entonces evidente que se trata de un proceso político, una causa general
contra el independentismo sin que haya habido recurso alguno a la
violencia.
Es
un ataque en toda regla contra la libertad de expresión. Ayer mismo,
tres procesados más, los dos mossos y el profesor de Historia y la orden
dada al gobierno del Ecuador de que corte la conexión de internet de
Assange, que estaba tuiteando comparaciones entre Companys y
Puigdemont.
El
gran fallo de la táctica del B155: no ha podido demostrar la violencia
ni quebrar la unidad del movimiento. Y no será porque no lo haya
intentado. Hace años que ese mismo ministerio del Interior recurre a
actividades muy por debajo del principio de legalidad y acusadas de
delictivas, como la operación Cataluña, las sospechas sobre el atentado
de las Ramblas o la costumbre de agentes de la guardia civil o la
policía nacional de infiltrarse para provocar alborotos, que haya
violencia y justificar así todo el plan judicial del B155.
De
eso, de esa violencia extendida y estructural, amparada, si no
promovida por el Estado, de los ataques a la libertad de expresión, de
la injusticia de una justicia política al servicio del poder es de lo
que una mediación internacional debe protegernos. Porque, de
intensificarse la represión y la resistencia es fácil que se alcance un
punto en que dicha mediación haya de dar paso a una intervención.
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Aquí mi artículo de ayer en elMón.cat acerca de cómo derrotar al independentismo.
Para que se vea que Palinuro es de una exquisita equidistancia. Anda
siempre de compadreo con los indepes pero también tiene algo práctico
que recomendar a los unionistas. Nada mejor que un prontuario de los
recursos necesarios para garantizar la unidad de la patria ante el "reto
secesionista". Son medidas eficaces, contundentes, propias de quienes
llaman al pan, pan y al vino, vino; y al vaso, vaso y al plato, plato.
Son doce acciones verdaderas manos de santos.Y, por si estos no se
sienten representados, una jaculatoria final invocando a cuatro de
ellos.
Aquí, la versión castellana
Cómo derrotar al independentismo
Formad
más carceleros. Os harán falta. Y duros, sin muchos escrúpulos a la
hora de maltratar a los presos políticos y negarles sus derechos.
Ascended
a los jueces más serviles para que puedan prevaricar cómodamente a
vuestro servicio y la causa de la eterna unidad de España.
Reclutad
mercenarios con o sin uniforme. Hay que inspirar un sano temor en la
población civil catalana para que no se crea que todo el monte es
orégano y vaya reclamando derechos y libertades que no le corresponden.
Alquilad
recuas de matones de extrema derecha para que apaleen a la ciudadanía
pacífica al grito de Arriba España, Viva España y a por ellos.
Pagad
nuevas remesas de periodistas pistoleros, de los que no dan noticia que
no vaya acompañada de opinión insultante, calumniadora o injuriosa y
que recojan buenos emolumentos de los fondos de reptiles del Estado por
mentir soezmente sobre lo que pasa en Cataluña, en sus escuelas y medios
de comunicación.
Ascended
más patriotas vociferantes , de los de cuentas en Suiza o en las islas
Caimán, seudoempresarios y traficantes enchufados de los poderes
públicos y que ayudan a vuestros políticos a saquear el erario y robar a
la población y estrangular el crecimiento económica de Catalunya,
descapitalizando sus servicios públicos y arruinando sus
infraestructuras.
Seleccionad
a los profesores universitarios más corruptos y sinvergüenzas para que,
al tiempo que otorgan títulos generosamente a los políticos analfabetos
que tenéis a vuestro servicio, elaboren la profunda doctrina que
permita criminalizar a los independentistas, a los demócratas en general
y, llegado el caso, a los tibios, ambiguos o equidistantes.
Cooptad
a los dirigentes y cuadros de la oposición parlamentaria, dadles
carguillos y algún dinero para que defiendan vuestra política de saqueo
de España y corrupción generalizada, al tiempo que engañan a sus
votantes, aliándose con u nos gobernantes que habían prometido combatir
para no dejar paso a la expresión política del independentismo.
Contad
con diplomáticos carentes de todo referente moral y capaces de defender
vuestros abusos y mentiras como si fueran genuinas manifestaciones
democráticas de un Estado de derecho en sus relaciones con terceros y
torpedear con dineros públicos toda expresión exterior de Catalunya.
Amparaos
en un clero codicioso, inmoral y corrompido por los vicios del mundo
para mantener en el silencio a una población de creyentes de cuyos
menores abusan aquellos siempre que tienen ocasión y negar el derecho de
los catalanes a la independencia.
Codeaos
con otros políticos tan sinvergüenzas y ladrones como vosotros a la
hora de esquilmar al Estado en general y a Catalunya muy en concreto,
invocando excusas ridículas.
Rodeaos
de españoles de bien, oé, oé, oé, de los que no toleran que haya un
Pujol del 3% pero sí un Urdangarin en libertad con una condena que no
cumplirá jamás o un Rato que probablemente no pisará la cárcel, amparado
por su cómplices en el poder judicial.
Por
último, encomendaos a Santa Rita de Casia, San Judas Tadeo, Santa
Filomena y San Gregorio de Neocesarea, abogados de las causas perdidas e
imposibles porque, si había alguna esperanza de que Catalunya se
quedara en España fue aniquilada:
Con la campaña anticatalana de Rajoy en 2006.
La inepta sentencia del Tribunal Constitucional de 2010
La bestial agresión policial del 1 10 2017
El secuestro carcelario de los dirigentes independentistas.
La detención de Puigdemont, presidente legítimo de Catalunya el 25 de marzo de 2018.
Y ni así.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
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