Miguel López (Grúas París), Patricio
Valverde (Estrella de Levante) y Javier Yelo (Huertas) componen la
triple apuesta de Albarracín para la Cámara de Comercio. Y a Cobacho le
han ofrecido suceder a Luján en el Consejo Económico y Social.
Y a hay una terna de la que saldrá, con toda probabilidad, el
presidente de la Cámara Oficial de Comercio de Murcia y, por ende, del
Consejo Superior de Cámaras de Comercio de la Región. Miguel López Abad
(Grúas París), Patricio Valverde (Estrella de Levante) y Javier Yelo
Huertas (Grupo Huertas Automoción) son –por este orden– los tres
candidatos de José María Albarracín, el presidente de la patronal Croem,
para suceder al frente del órgano cameral a Pedro García Balibrea.
La
Croem aporta 12 de los 46 vocales del Pleno de la Cámara, por lo que
corresponde a la confederación empresarial tomar la iniciativa y
patrocinar a los candidatos de su preferencia, con los que Albarracín
está hablando y cerrando flecos este mismo fin de semana. A la vista de
la composición del plenario de la Cámara, donde todo parece una balsa de
aceite, un integrante de la terna en cuestión será refrendado como
presidente de las cámaras –si nada se tuerce antes– el próximo 10 de
abril, cuando se constituya el nuevo y muy renovado Pleno de la
corporación.
Aun en el caso de que ningún otro aspirante ajeno a este
trío se presentara a la elección, la ley estipula que el presidente del
órgano cameral deberá someterse a la votación en las urnas por parte del
plenario, y también que el dirigente electo elegirá ese mismo día, casi
sobre la marcha, a los integrantes del Comité Ejecutivo.
Albarracín quiere más mujeres
Caras nuevas en la patronal
Los cambios en la Cámara de Comercio no serán los únicos en el tejido
socioeconómico. También están a punto de producirse en la Croem, donde
Albarracín recabó y obtuvo la semana pasada la unanimidad de su Junta
Directiva para presentarse a su segundo mandato en la cúpula, que será
el último posible, debido a una reforma de los estatutos que él mismo
impulsó.
De hecho, prevé no finiquitarlo. A la asamblea electoral que lo
aclamará, a finales de abril o en la primera semana de mayo, el
industrial del pimentón llevará una lista de 25 miembros para el Comité
Ejecutivo, en la que habrá más mujeres y más juventud que ahora. Estarán
en ella Manoli Marín (Mujeres Empresarias), Ana Belén Martínez
(Mercadona), Carlos Recio (tesorero), Miriam Fuertes (hija de Tomás
Fuertes), José María Tortosa (Empresa Familiar) y Vicente Valcárcel (El
Corte Inglés), amén de los tres vicepresidentes natos, que son los
responsables de la patronal en Cartagena y Lorca y el de la federación
que más aporta económicamente a la caja común (la del Metal).
El barco de los empresarios navega empopado, tras sobreponerse a un
temporal que lo dejó astillado pero no lo hundió. Con la economía
regional creciendo por encima del 3%, los viejos conflictos entre
asociaciones y federaciones ya olvidados, enjugada la deuda financiera
de dos millones que Albarracín se encontró al llegar, y el liderazgo de
su timonel fuera de toda duda, la patronal prepara los fastos de su 40
aniversario.
La Moncloa ha confirmado la presencia de Mariano Rajoy en
la asamblea electoral, y la CEOE, la gran patronal española, estudia
elevar al ámbito nacional la celebración del Día del Empresario, ‘made
in Murcia’, que este año empezará a conmemorarse cada 2 de octubre en la
Región. Será laborable.
El exrector tiene una oferta
Cobacho medita sobre la presidencia del Consejo Económico y Social
Es muy probable que el exrector y catedrático de Derecho José Antonio
Cobacho ocupe la presidencia del Consejo Económico y Social (CES), que
José Luján dejó vacante para ganar las elecciones al rectorado de la
UMU. Mañana se confirmará. O no. El CES tiene la buena costumbre de
adoptar sus decisiones por unanimidad, como hace siempre con la
aprobación de los dictámenes, pero –a fecha de hoy– Cobacho es la
persona de consenso.
Se lo está pensando, porque le cuesta abandonar el
Consejo Jurídico y por lógica debería hacerlo. Será este lunes cuando
acepte o decline su nominación, que goza del visto bueno del propio
Luján, de los empresarios y, se supone, también de los sindicatos (un
tercio de los votos) y del Gobierno regional, al que corresponde
formalizar la propuesta. Bastaría con el visto bueno de dos tercios de
los 21 vocales del Consejo, pero Cobacho, que está por el ‘sí’, no
aceptará si echara números y detectara resistencias.
Un mal precedente en el Puerto
López Miras se toma con calma la remodelación del Gobierno
Parece que el jefe del Gobierno regional mantendrá en ascuas a sus
nueve consejeros hasta después de las Fiestas de Primavera. No es
habitual que un presidente anuncie una crisis de gobierno (y Miras ha
confirmado que la hará) pero la posponga varias semanas. Eso mata de los
nervios a cualquiera, y puede desmotivar a quienes están en el
Ejecutivo y se sienten en el disparadero, ya sea con razón o arrastrados
por la rumorología.
López Miras, sin embargo, ha comunicado en su
entorno que será tras las vacaciones cuando quite y ponga. Pero Miras
empieza a resultar imprevisible, así que apenas se filtra nada al
respecto. En el reciente congreso del PP, demostró el disimulo que
imprime a sus decisiones, ocultando hasta ultimísima hora la composición
del Comité Ejecutivo del partido, incluso a los propios interesados.
Con este precedente, anticipar en qué términos remodelará el Gobierno
regional resulta un ejercicio de pura elucubración. Hay solo señales, y
no son seguras. Por ejemplo, que mantendrá a Juan Hernández, el
consejero de Empleo, Universidades y Empresa, del que se sabe –eso sí se
sabe– que empresarios con mando en plaza han pedido al presidente que
siga dentro, al igual que le han sugerido que agrupe en una sola cartera
Empresa, Empleo y Medio Ambiente (competencias ahora desperdigadas),
que Educación absorba Universidades y que Fomento se despegue de
Presidencia.
Nadie sabe por dónde tirará el presidente, y menos aún a
quiénes destronará. Quizá esto último –los nombres del baile– importe
menos. Nos fijaremos más en ver si aplica un criterio de meritocracia y
elige para su gobierno a los mejores danzantes del salón o, por el
contrario, ajusta cuentas de partido y coloca a correligionarios sin el
perfil idóneo solo para recompensarlos o bien para desagraviarlos, como
ha hecho con el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria, en un gesto
–quizá la primera pifia de su mandato– que no se compadece con ‘el nuevo
PP’ que quiere liderar.
Es posible, por qué no, que Joaquín Segado se
convierta en el mejor presidente en la historia del Puerto de Cartagena
(el cuarto de España por volumen de mercancías), pero en su currículo no
consta otra ocupación que la política ni más merecimiento que el de ser
el presidente local del partido.
(*) Columnista
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