Si PDeCAT y ERC insisten en proclamar al prófugo Puigdemont
‘presidente en el exilio’ y al preso Jordi Sánchez presidente de la
Generalitat estos dos partidos se van a encontrar, por semejantes y
burdas maniobras, con que el artículo 155 de la Constitución seguirá en
vigor en Cataluña porque para ello el Gobierno de Rajoy volverá a
destituir, si hace falta, al presidente catalán y a todo su Govern.
Y no sólo porque semejante operación constituye una burla al Estado
de Derecho, al conjunto de la ciudadanía catalana y al Estatuto, sino
porque Rajoy está vez no tiene más remedio que actuar con firmeza si no
quiere que el PP desaparezca del mapa político español.
Sobre todo ahora que a la ruptura de sus relaciones con C’s (los que
acaban de desbloquear le revisión de la ‘Ley Mordaza’) y que han dejado
en ridículo las acusaciones del PP en el Tribunal de Cuentas donde los
‘populares’ vuelven a salir muy mal parados, se suman los juicios de la
corrupción del PP y la bronca nacional de las pensiones que puede ser la
tumba de Rajoy.
De manera que si PDeCAT y ERC quieren recuperar la Generalitat
deberán de olvidarse de su permanente desafío al Estado así como de
Puigdemont y de los presos golpistas porque ni el Gobierno ni la
Justicia cederán y pronto llegarán las imputaciones e inhabilitaciones
del Tribunal Supremo.
Además está claro que los soberanistas, como lo revelan la encuestas,
no cesan de perder apoyos populares y que la vida pública catalana
continúa con normalidad incluso al margen del suspendido Govern de la
Generalitat. Y si el 155 continúa los más de 200 asesores secesionistas
seguirán en él paro y el discurso de la independencia no tendrá sitio en
la Generalitat.
Y tampoco se pueden inventar un cargo para Puigdemont que está huido
de la Justicia. Un nombramiento que no existe en el Estatuto y que
tampoco van a poder crear en el Parlament porque en ese caso a buen
seguro que lo prohibirá el Tribunal Constitucional.
De ahí que si ERC y PDeCAT no tienen más candidatos que a Puigdemont y
Sánchez van a perder el tiempo y nada se moverá en Cataluña porque está
claro que estamos ante otra provocación al Estado, como la que acaban
de perpetrar contra la figura del Rey Felipe VI, y el Estado no se va a
doblegar, ni tampoco la Justicia ante la que estos secesionistas de
opereta se ponen de rodillas renegando sin reparos de su fantasmal
Republica que ahora y por otras vías pretenden reactivar.
(*) Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario