MURCIA.- El pastoreo es uno de los responsables de la conservación de la
biodiversidad, permite la lucha contra los incendios y favorece una
alimentación natural. Por su repercusión, el grupo de investigación
Sanidad de Rumiantes de la Facultad de Veterinaria de la UMU quiere
reclutar un equipo multidisciplinar con el objetivo de poner en el foco
de mira el estudio y la protección de la trashumancia, así como de las
vías pecuarias de nuestro contexto geográfico.
Este proyecto busca que se abarque dicho tema tratando diversos
enfoques de investigación como Biología, Botánica, Ingenierías o
Geografía a campos generalmente más alejados de la Veterinaria como la
Historia, Filología, Derecho, Turismo, Economía, Filología e incluso
Ciencias del Deporte, por el uso de las vías para actividades deportivas
como el senderismo o ciclismo. En definitiva, implicar a todas las
disciplinas que afectan al entorno.
Su objetivo es sacar a relucir la importancia de la ganadería
extensiva y contribuir a recuperar gran parte de los caminos de
trashumancia de ganado que se encuentran en la Región, un total de 2.750
kilómetros lineales y una extensión 7.360 hectáreas que, además de
contener otras infraestructuras como abrevaderos y descansaderos, nos
conectan con el pasado histórico de los trashumantes que, desde los
Montes Universales (Teruel) venían a la invernada a Murcia o Alicante a
través del Cordel de los Valencianos.
Una vía que forma parte de la Red
Nacional de Vías Pecuarias, y que se suma a las que canalizaban la
producción de cordero segureño, desde el Noroeste y la Sierra del Segura
hacia el Mercado de Alcantarilla o el Puerto de Cartagena.
Además, este año se ha declarado la Trashumancia "Manifestación
Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial (Real Decreto
385/2017)" y, entre otros detalles, se destaca que "la actividad
ganadera trashumante ha aunado históricamente el aprovechamiento de los
recursos naturales y el ganado mediante la denominada "cultura pastoril
trashumante", produciendo interrelaciones familiares, sociales,
económicas, patrimoniales y biológicas y modelando y contribuyendo a la
cohesión y vertebración del paisaje peninsular."
"La imponente red de vías pecuarias es un fabuloso patrimonio
protegido por la Ley 3/1995, de dominio público y único en el mundo, que
debemos conservar por su valor patrimonial, ecológico y económico y,
dada su prioridad para el tránsito ganadero recogida en la ley, para
permitir su utilización a los escasos rebaños que aún practican esta
ganadería sostenible y que cada vez tienen más problemas para
desplazarse" explica Antonio Contreras, responsable de la iniciativa.
Estas vías forman parte del legado de la Corona de Castilla, que
mantuvo la hegemonía del comercio mundial de la lana durante siglos. Fue
Alfonso X el Sabio quién impulsó su protección en Castilla en el siglo
XIII, siguiendo la iniciativa de Jaime I, quién les dio amparo legal en
Aragón medio siglo antes. Esta protección ha permitido su conservación
durante más de 8 siglos, y actualmente nuestras vías pecuarias se
extienden por más de 125.000 kilómetros de longitud y 400.000 hectáreas,
según cifras de 2012.
"Pese a ello, en la Región de Murcia la protección de estas vías es
muy precaria y la Comunidad Autónoma apenas ha deslindado un 1% de los
kilómetros totales de su extensión" explica el investigador. Este camino
de recuperación sí ha sido recorrido por otras provincias como
Extremadura, la cual mantiene protegido más del 60% por ciento de sus
caminos según Ecologistas en Acción.
Aunque en Murcia se explota mayoritariamente una ganadería intensiva,
existen extensas áreas de pastoreo para su aprovechamiento por parte de
rumiantes, sobre todo ovino, junto a un destacable censo de ovino segureño, especialmente en el Noroeste de la comarca con 990
explotaciones y 388.246 cabezas en la región.
Debido a la marcada
estacionalidad, estos rebaños aprovechan los pastos de la Sierra del
Segura durante el verano y trashuman en otoño, a pie, hacia las zonas
de invernada, dehesas en Sierra Morena. Este núcleo de trashumantes,
junto a los de los Montes Universales (Teruel), constituyen los mayores
contingentes de ganaderos que mantienen la trashumancia viva en nuestro
país.
La conservación de estas vías de pastoreo, y en especial la ganadería
extensiva, aporta numerosos beneficios a la sociedad más allá de la
obtención de carne, leche, lana y pieles de mejor calidad, disminuyendo
la disminución de residuos ambientales, aumentando la seguridad de los
consumidores; obteniendo recursos sostenibles de zonas despobladas y
favoreciendo el mantenimiento del medio rural.
Asimismo, estos espacios
albergan "especies protegidas como la avutarda, aves necrófagas entre
las que destaca el quebrantahuesos o incluso el lince ibérico; estas
últimas en vías de extinción y protegidas por proyectos Life, que tienen
en el rebaño un importante sustento al aprovechar sus cadáveres o
depredar sobre sus corderos" comenta el investigador de la UMU.
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