sábado, 9 de septiembre de 2017

¿Qué piensa el rey silente? / Graciano Palomo *

La única noticia fehaciente y fidedigna que hemos recibido de La Zarzuela estos días dramáticos en la vieja y cuarteada España, ha sido que Felipe VI, rey constitucional, ha estado en permanente contacto con el primer ministro. ¡Faltaría más, oiga!

Eso va de suyo. Me mandan algunos mensajes ciudadanos españoles preocupados interrogándose si, en estas circunstancias, el jefe del Estado no hubiera debido pronunciarse abiertamente ante el golpe perpetrado por la feudal caverna secesionista. No tengo ni idea. Si la cosa sale bien para España, el silencio habrá resultado un éxito; por contra, si el golpe tiene éxito habrá sido un desastre y la Historia terminará por demandárselo. Es consciente.

Felipe VI pasa por ser ya el “rey prudente”. Es lo que le salva. ¿Pronunciarse? Hay en la hemeroteca más de cien pronunciamientos, por lo demás, obvios. Él representa, a tenor de la Constitución, el símbolo y permanencia del Estado. Punto. Los llamamientos a la unidad por parte del inquilino de Somontes tabulan más de 200 páginas escritas en multitud de ocasiones y redichas ante las propias narices de los golpistas. Eso sí, con su tono sereno y digno.

Lo que nos faltaba era meter a la Corona en este quilombo. Felipe VI si algo ha demostrado durante su corto reinado es saber estar en su sitio y representar con enorme dignidad el sentir de los españoles de la actual hora. De todos.

Quizá tenga que llegar el día y la hora en que tendrá que embutirse el uniforme de gala y decir lo que ahora no puede ni debe decir.



(*) Periodista


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