MURCIA.- La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), organismo dependiente
del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente,
ha ejecutado en su totalidad los trabajos para la recuperación de la
capacidad hidráulica de ramblas y ríos de la cuenca del Segura, con la
vista puesta en las lluvias torrenciales que se producen en esta época
del año. Las obras de emergencia, que han supuesto una inversión de 12,5
millones de euros, también incluyen la modernización del sistema SAIH.
Las tareas en las ramblas costeras, ya finalizadas, han consistido
principalmente en reparación taludes, colocación escolleras y desbroces
para mejorar la evacuación de aguas durante las tormentas. Algunos de
los cauces en los que se ha intervenido son la rambla del Albujón y el
canal D7 en Los Alcázares (que ha sido restaurado), que tuvieron un
papel importante durante las inundaciones del pasado mes de diciembre.
Además, el organismo de cuenca también ha recuperado la capacidad
hidráulica del río Segura y su afluentes, el río Mula y el Guadalentín.
Las tareas de desbroce de vegetación invasiva se han centrado en los
puntos más conflictivos de estos cauces y se ha reservado además un
partida para actuar durante las próximas semanas en alguna zona en la
que se detecte que procede reforzar la intervención.
La CHS también ha destinado una partida para el acondicionamiento y
reparación de los sistemas e instalaciones del Sistema Automático de
Información Hidrológica (SAIH), que permite contar con información
instantánea de precipitaciones y caudales entre otras variables.
En total, el organismo de cuenca dispone de 162 puntos de control
SAIH repartidos por toda la demarcación hidrográfica que ofrecen
información en tiempo real que se actualiza cada cinco minutos. Los
datos facilitados facilitan la toma de decisiones mediante el
seguimiento de las lluvias, la ejecución de maniobras en embalses y la
supervisión de los niveles y caudales circulantes en cauces y canales,
además de generar las alarmas que ayudan a mitigar los daños causados
por avenidas e inundaciones.
Los efectos de la sequía, que dura ya tres años, se han hecho notar
en los embalses, cuyo nivel general está al 18% de su capacidad. No
obstante, esta situación resulta favorable para hacer frente a las
crecidas que se pueden producir con la llegada de los episodios de gota
fría, pues embalses de regulación y presas de laminación de avenidas
están más preparados para acumular caudales.
Todas estas actuaciones y el bajo nivel de llenado de los embalses
han permitido aumentar el grado de seguridad de la cuenca del Segura
ante la eventualidad de grandes precipitaciones, si bien la seguridad
plena nunca se puede garantizar ante frente a esta clase de fenómenos.
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