Por ahí fuera
algunos preguntan: ¿se va a romper España? La misma persona, Conn
Hallinan, de un grupo de 600 expertos en EEUU llamado Foreign Policy
in Focus (FPIF), se responde a sí mismo: ‘Es difícil de lograr’. Pero
con el tormentón de trágicos y penosos acontecimientos de las dos
últimas semana, también hay quien llama la atención sobre por qué
no hay más inmigrantes en la selección española de fútbol.
Y
no es un cualquiera. El número de la revista The Economist de esta
semana se lleva un poco las manos a la cabeza por la fragilidad de la
unidad antiterrorista tras los atentados en Barcelona y Cambrils y por
las fisuras entre el Gobierno y la Generalitat. En realidad, es algo que
siguen destacando numerosos otros medios internacionales: las muchas
esteladas y pocas banderas españolas, los abucheos al Rey, etc. Imágenes
por completo diferentes a la unidad nacional en casos de atentados
similares en Francia y Reino Unido.
Aunque el análisis es más profundo, el artículo de la revista de
referencia de la City termina con esa reflexión sobre España: ‘El país
necesita pensar seriamente sobre qué es lo que ofrece a los inmigrantes,
especialmente a media que crecen las segundas y terceras generaciones. A
diferencia de Gran Bretaña o de Francia, España no tiene ministros ni
líderes políticos de extracción inmigrante. Y muy pocos futbolistas.
Para que los musulmanes y otros inmigrantes se sientan integrados, eso
tendrá que cambiar’.
Para The Economist, y no es la primera vez que lo escribe, el
referéndum del 1-O es lo que parece: ‘inconstitucional’. Para el
influyente medio digital norteamericano Politico, lo que pretenden el
president Puigdemont y los separatistas es todo un desafío a la
democracia: ‘Podría hundir a España en una crisis constitucional, con un
gobierno regional en abierta rebelión contra Madrid’.
Poco ruido ha hecho en el mundo el anuncio de la ley de ruptura y sus
45 páginas con dislates jurídicos y de hecho que dan vergüenza, como
dar por sentado que esa Cataluña independiente que pretenden seguiría
como si tal cosa en la UE. Ya son muchos los años con la misma
cantinela, y los analistas financieros vienen alertando de que si bien
hay una cierta precaución por el martilleo constante de los
secesionistas, nadie se cree que vaya a pasar nada gordo.
¿Nadie? Hay algunos que sí se han asustado un poco. O que lo
disimulan muy bien y han aprovechado un lunes festivo en Reino Unido por
una de esas ‘bank holidays’ que riegan el calendario. Tras esa fiesta
sale este martes el tabloide sensacionalista Daily Express con un
titular que ganará lectores pero desde luego no un premio periodístico:
‘España en crisis: Cataluña se compromete a celebrar un referéndum de
independencia contra los deseos del Gobierno’.
Lo empeora en el primer párrafo: ‘España podría estar al borde del
colapso tras la promesa de los partidos separatistas en Cataluña de
celebrar una emblemática votación sobre la independencia’.
El redactor Tom Parfitt cuenta someramente en el resto del texto la
ley de desconexión y santas pascuas, no sin antes recordar la
posibilidad de invocar el artículo 155 de la Constitución para frenar
los delirios antidemocráticos. Las agencias Reuters, Associated Press y
AFP dan igualmente cuenta de cómo se produciría la secesión, y todos
recalcan que con toda seguridad el Tribunal Constitucional echará abajo
los planes.
Total, que como dice Cecile Thibaud en Les Echos, ‘se están
calentando los motores de aquí al próximo 1 de octubre, cuando está
convocado el referéndum unilateral de secesión’.
(*) Periodista
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