sábado, 29 de julio de 2017

Se han puesto las pilas con Cataluña / Melchor Miralles *

De pronto las instituciones se han puesto las pilas con Cataluña. Como hasta ahora los sucesivos gobiernos de España hicieron dejación de sus responsabilidades, lo que debiera ser normal parece una ofensiva, y los independentistas ya hablan de Estado de excepción, y lo que nos queda. Lo último, que el Consejo de Estado considera que hay fundamentos para recurrir ante el Tribunal Constitucional la reforma del Reglamento del Parlamento catalán que posibilita amparar el referéndum del 1-O y la independencia por el procedimiento de lectura única, con un único debate en pleno, y sin que la oposición pueda presentar enmiendas. O sea, por la vía rápida. El informe definitivo del Consejo de Estado le será remitido hoy mismo a Presidencia del Gobierno.

Además, la Guardia Civil investiga por un posible delito de sedición a Joaquín Nin, secretario general de Presidencia, Jaume Clotet, director de Comunicación del Gobierno y Joan Ignasi Elena, que fue portavoz y coordinador del Pacto Nacional por el Referéndum. La investigación está dirigida por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, que inició el procedimiento a raíz de conocerse el rosario de conferencias de Santi Vidal, ex senador de ERC, en las que afirmaba, entre otras cosas, que la Generalitat tenía una partida oculta de 400 millones para organizar el referéndum.

Lo que está sucediendo ahora evidencia que hasta que no le han visto las orejas al lobo no han reaccionado, y ahora van a toda prisa. Lo normal es que desde las instituciones se persiga a quienes violan la legislación vigente. Lo que estaba sucediendo no era lógico, llevamos años asistiendo a un rosario de ilegalidades ante la pasividad de los gobiernos de Madrid. Ahora los independentistas no se van a arredrar, y van a seguir su camino, pero tentándose la ropa. La evidencia son las bajas que ya se han producido, voluntarias o inducidas, y las que nos quedan por ver. Carecen de espíritu democrático, tienen un proyecto político totalitario, pero llevan gobernando años y han dispuesto ya de muchos millones de euros para financiar su disparate.

En el Parlamento español, la oposición a Rajoy es timorata, y trata de evitar que se les pueda acusar de pactar con el PP. Ciudadanos está en una posición clara en Cataluña desde su nacimiento, pero al PSOE le cuesta expresarse en términos inequívocos, lo cual es de entender si analizamos el guirigay en que se ha convertido. No se ponen de acuerdo ellos mismos en el modelo de Estado, como para pedirles que se pongan de acuerdo con el Gobierno en beneficio de todos los españoles.

Puigdemont y su tropa hablan de estado de excepción. Y no. Claro que no. Lo excepcional es lo que ha ocurrido hasta la fecha, que ellos han podido gobernar a su libre albedrío, pasándose por el forro el Estatuto y la Constitución, y claro, como estaban acostumbrados, porque son muchos trienios, la normalidad les parece excepcional.


(*) Periodista


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