MURCIA.- Decenas de murcianos asistieron de buena mañana en la Catedral a la matutina misa de despedida de la Virgen de la Fuensanta con posterior traslado en romería a su santuario del monte a partir de las 8 de la mañana. La imagen era portada en todo momento por sus caballeros sobre el trono labrado en plata que en su día regalara a La Fuensanta la marquesa de Aledo.
Esta despedida de la patrona de Murcia y del Valle del Segura coincide con el 90º aniversario de
su coronación canónica el 24 de abril de 1927, y ha sido una de las más multitudinarias que se recuerdan en muchos años, al menos entre Belluga y El Carmen.
Por eso la Vírgen estrenaba hoy traje blanco, que no manto, donado por su actual camarera, María Artiñano de la Cierva, la hija mayor de Pilar de la Cierva, anterior camarera de La Fuensanta y persona que donó en su día el manto color salmón con el que apareció hoy.
La ciudad de Murcia se despidió de su Patrona con una lluvia de pétalos y unos metros más allá del jardín de Floridablanca, disparando un
castillo de fuegos artificiales y al ritmo de la Marcha Real.
La Fuensanta permanecerá en su santuario de la
pedanía de Algezares hasta el próximo mes de agosto, cuando
volverán a bajarla con motivo de la Feria de Murcia el día 31.
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