Rajoy que lleva la cuestión económica tan bien como la conjetura
permite, no sale a flote de la marea que invade Madrid. A ver si los
Pujol de Cataluña y los ERES de Andalucía son peladillas comparadas con
las tramas morunas que van saliendo por Madrid a la que se da una patada
a otra piedra. Hay víboras por doquier y el cachazudo gallego ya no
sabe qué cara poner cuando salta otro nombre con cargo en el PP.
Hay jueces que se van para no enfrentarse a este despropósito y al
paso que vamos, hasta el fiscal Horrach, dejará de hacer de abogado
defensor de la infanta y volverá a ser fiscal para echar una mano porque
falta gente. Tantos como policías faltan en el aeropuerto del Prat,
porque resulta -¡sorpresa, sorpresa!- que un policía en Madrid cobra 345
euros más que en Barcelona. Jugar con el turismo resulta de muy mal
gusto.
En el reverso tenebroso de Rajoy, los socialistas se precipitan hacia
una lucha mortífera entre el aparato aparatoso de Díaz y el zorro
Sánchez con sed de venganza.
¿Desaparecerá el PSOE como en Francia? ¿Se habrá muerto ya aquella
señora que me explicó su voto “porque mi madre me parió socialista”?
Mejor disfrutemos con los coletazos de ballena de Trump, enfrentando a
la CIA, a la prensa y a los intelectuales. Incluso los republicanos se
percatan de que fue un error elegirlo. Pero él es el Joker y morirá
matando. Empieza a sonar la palabra “impeachment”, que en USA no se dice
en vano.
Quiere decir que podrían hacer con el mermelada de melocotón.
(*) Doctor en Economía, profesor de Urbanismo, escritor
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