jueves, 2 de marzo de 2017

PP-Cs: ruptura en Murcia y guerra por las lentejas con chorizo / José Oneto *

La estabilidad y el futuro de la legislatura, tal como están planteados en estos momentos, dependen de las lentejas, esas lentejas que, según el dicho popular, si quieres las comes o, si no, las dejas. Fernando Martinez Maíllo, vicesecretario de organización del Partido Popular dice que no están dispuestas a comérselas (normalmente el PP no está acostumbrado a ese tipo de plato), y Ciudadanos, la otra parte implicada en el debate de las lentejas, dice que se las comerán, aunque puede que toda la clave esté en los chorizos. 

Hay muchas formas de comerse las lentejas: estofadas, a la jardinera, con arroz, a la riojana, con verduras e, incluso en ensalada. Pero el problema del Pacto de las Lentejas, el que firma el PP con Ciudadanos para que Rajoy pueda ser investido Presidente del Gobierno, está precisamente en las lentejas con chorizos que, por lo visto, diga lo que diga Ciudadanos, el PP no está dispuesta a comérselas.

Pero es que, además, el malestar existente entre los dos partidos, a nivel nacional por esas lentejas (el Pacto de las Lentejas), la ruptura del pacto que Ciudadanos tenía con el PP por el que fue nombrado Presidente de Murcia, Pedro a Antonio Sánchez, imputado la semana pasada por falsedad en documento oficial, prevaricación continuada, fraude contra la Administración Pública y malversación de caudales públicos, ha enrarecido aún más ese Pacto Nacional que permitió la investidura de Rajoy. Un Pacto Nacional que se debía haber cumplido a los tres meses de Gobierno, cosa que no ha sucedido, ni parece que vaya a suceder. Mientras en Madrid se hablaba del enfrentamiento PP-C's por las tan repetidas lentejas, Ciudadanos rompía en Murcia con los populares y pensaba en una posible moción de censura con el PSOE, algo que puede terminar incluso en unas nuevas elecciones en la Autonomía marciana.

Probablemente en el caso nacional los de Ciudadanos ignoraban que las lentejas con chorizo están íntimamente relacionadas con uno de los puntos importantes de ese pacto de regeneración que firmaron en Agosto de 2016, PP y Cs, para la investidura de Rajoy y que consiste en la formación de una Comisión de investigación para estudiar las finanzas del PP y la caja B, sobre lo que el juez de la Audiencia Nacional, De la Mata, acaba de reactivar la investigación del llamado “Caso Bárcenas”, unas pesquisas que estaban pendientes, y que han sido puestas en marcha tras la declaración de Francisco Correa en uno de los juicios de la Gürtel en el sentido de que, el entonces tesorero del partido, Luis Bárcenas, recibía comisiones de grandes constructoras que obtenían contratos del Estado y que estas comisiones iban a las arcas del partido o quién sabe si… a Suiza.

El Pacto de las Lentejas, como lo ha definido Martínez Maíllo, hubo que firmarlo porque, versión popular, no tuvieron más remedio: eran lentejas y o las comían o las dejaban, poniendo en juego la estabilidad del país y la posibilidad de unas nuevas elecciones. Era, sobre todo un pacto de regeneración política presentado por el propio Albert Rivera que puso seis condiciones de regeneración democrática al PP como paso previo a negociar la investidura de Mariano Rajoy. Además, fijó un plazo temporal para su cumplimiento: los tres primeros meses de la legislatura.

Las medidas eran apartar a los cargos públicos imputados, la supresión de los aforamientos, una nueva ley electoral (listas desbloqueadas), acabar con los indultos por corrupción política, limitación a dos mandatos con un máximo de ocho año y que afectaba al propio Rajoy y, la investigación del caso Bárcenas en el Parlamento… y aquí aparecieron las lentejas con chorizo cuando los populares pensaban en simples lentejas estofadas. Condiciones, como paso previo a negociar la investidura de Mariano Rajoy. Esas medidas se debían cumplir en los tres primeros meses de legislatura, y era el propio Rajoy el que se ha encargado de ralentizarlas con el argumento de que para los aforamientos y la limitación de los mandatos, hay que ir a una reforma constitucional.

En esto, tanto Rivera como Ciudadanos se juegan mucho y ante la negativa del PP a que se investigue sus finanzas han iniciado conversaciones con PSOE y Podemos para pactar una nueva mayoría para que esa investigación por la que tanto han luchado los de Rivera, salga adelante como gesto hacia la ciudadanía de que algo había cambiado, para que ellos apoyasen a Rajoy. Ante esta nueva estrategia que coloca al PP en una difícil situación, los populares ya han anunciado que, como tienen mayoría absoluta en el Senado tienen previsto pedir la formación de una comisión de Investigación para estudiar la financiación de todos los partidos, convencidos de que el PSOE no tiene el menor interés en entrar en esa batalla.

Pero la realidad es que el PP se va a resistir hasta el final a comerse esas lentejas con chorizo que le producirán inevitables ardores de estómago, a pesar de las dosis de Omeprazol, que están tomando desde la firma del Pacto. Además, para más recochineo, el Presidente de Murcia no está dispuesto a dimitir ni con la imputación, ni con la apertura oral del Juicio, sino solamente cuando haya sentencia condenatoria. No ha aclarado si la sentencia es del tribunal que le juzgue, del recurso al Supremo, o, incluso, de lo que decida el Tribunal de Estrasburgo… Todo un desafío para Ciudadanos que corre el riesgo de que se le quemen las lentejas o, que se les pegue en la cazuela, por lo que no ha tenido más remedio que romper el Pacto en Murcia.


(*) Periodista y economista


No hay comentarios: