La estabilidad y el futuro de la legislatura, tal como están
planteados en estos momentos, dependen de las lentejas, esas lentejas
que, según el dicho popular, si quieres las comes o, si no, las dejas.
Fernando Martinez Maíllo, vicesecretario de organización del Partido
Popular dice que no están dispuestas a comérselas (normalmente el PP no
está acostumbrado a ese tipo de plato), y Ciudadanos, la otra parte
implicada en el debate de las lentejas, dice que se las comerán, aunque
puede que toda la clave esté en los chorizos.
Hay muchas formas de
comerse las lentejas: estofadas, a la jardinera, con arroz, a la
riojana, con verduras e, incluso en ensalada. Pero el problema del Pacto
de las Lentejas, el que firma el PP con Ciudadanos para que Rajoy pueda
ser investido Presidente del Gobierno, está precisamente en las
lentejas con chorizos que, por lo visto, diga lo que diga Ciudadanos, el
PP no está dispuesta a comérselas.
Pero es que, además, el malestar existente entre los dos partidos, a
nivel nacional por esas lentejas (el Pacto de las Lentejas), la ruptura
del pacto que Ciudadanos tenía con el PP por el que fue nombrado
Presidente de Murcia, Pedro a Antonio Sánchez, imputado la semana pasada
por falsedad en documento oficial, prevaricación continuada, fraude
contra la Administración Pública y malversación de caudales públicos, ha
enrarecido aún más ese Pacto Nacional que permitió la investidura de
Rajoy. Un Pacto Nacional que se debía haber cumplido a los tres meses de
Gobierno, cosa que no ha sucedido, ni parece que vaya a suceder.
Mientras en Madrid se hablaba del enfrentamiento PP-C's por las tan
repetidas lentejas, Ciudadanos rompía en Murcia con los populares y
pensaba en una posible moción de censura con el PSOE, algo que puede
terminar incluso en unas nuevas elecciones en la Autonomía marciana.
Probablemente en el caso nacional los de Ciudadanos ignoraban que las
lentejas con chorizo están íntimamente relacionadas con uno de los
puntos importantes de ese pacto de regeneración que firmaron en Agosto
de 2016, PP y Cs, para la investidura de Rajoy y que consiste en la
formación de una Comisión de investigación para estudiar las finanzas
del PP y la caja B, sobre lo que el juez de la Audiencia Nacional, De la
Mata, acaba de reactivar la investigación del llamado “Caso Bárcenas”,
unas pesquisas que estaban pendientes, y que han sido puestas en marcha
tras la declaración de Francisco Correa en uno de los juicios de la
Gürtel en el sentido de que, el entonces tesorero del partido, Luis
Bárcenas, recibía comisiones de grandes constructoras que obtenían
contratos del Estado y que estas comisiones iban a las arcas del partido
o quién sabe si… a Suiza.
El Pacto de las Lentejas, como lo ha definido Martínez Maíllo, hubo
que firmarlo porque, versión popular, no tuvieron más remedio: eran
lentejas y o las comían o las dejaban, poniendo en juego la estabilidad
del país y la posibilidad de unas nuevas elecciones. Era, sobre todo un
pacto de regeneración política presentado por el propio Albert Rivera
que puso seis condiciones de regeneración democrática al PP como paso
previo a negociar la investidura de Mariano Rajoy. Además, fijó un plazo
temporal para su cumplimiento: los tres primeros meses de la
legislatura.
Las medidas eran apartar a los cargos públicos imputados, la
supresión de los aforamientos, una nueva ley electoral (listas
desbloqueadas), acabar con los indultos por corrupción política,
limitación a dos mandatos con un máximo de ocho año y que afectaba al
propio Rajoy y, la investigación del caso Bárcenas en el Parlamento… y
aquí aparecieron las lentejas con chorizo cuando los populares pensaban
en simples lentejas estofadas. Condiciones, como paso previo a negociar
la investidura de Mariano Rajoy. Esas medidas se debían cumplir en los
tres primeros meses de legislatura, y era el propio Rajoy el que se ha
encargado de ralentizarlas con el argumento de que para los aforamientos
y la limitación de los mandatos, hay que ir a una reforma constitucional.
En esto, tanto Rivera como Ciudadanos se juegan mucho y ante la
negativa del PP a que se investigue sus finanzas han iniciado
conversaciones con PSOE y Podemos para pactar una nueva mayoría para que
esa investigación por la que tanto han luchado los de Rivera, salga
adelante como gesto hacia la ciudadanía de que algo había cambiado, para
que ellos apoyasen a Rajoy. Ante esta nueva estrategia que coloca al PP
en una difícil situación, los populares ya han anunciado que, como
tienen mayoría absoluta en el Senado tienen previsto pedir la
formación de una comisión de Investigación para estudiar la financiación
de todos los partidos, convencidos de que el PSOE no tiene el menor interés en entrar en esa batalla.
Pero la realidad es que el PP se va a resistir hasta el final a
comerse esas lentejas con chorizo que le producirán inevitables ardores
de estómago, a pesar de las dosis de Omeprazol, que están tomando desde
la firma del Pacto. Además, para más recochineo, el Presidente de Murcia
no está dispuesto a dimitir ni con la imputación, ni con la apertura
oral del Juicio, sino solamente cuando haya sentencia condenatoria. No
ha aclarado si la sentencia es del tribunal que le juzgue, del recurso
al Supremo, o, incluso, de lo que decida el Tribunal de Estrasburgo…
Todo un desafío para Ciudadanos que corre el riesgo de que se le quemen
las lentejas o, que se les pegue en la cazuela, por lo que no ha tenido
más remedio que romper el Pacto en Murcia.
(*) Periodista y economista
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