La coyuntura política regional me recuerda un episodio que viví en
una redacción de periódico donde, como decía el colega Enric González,
cada mesa era un Vietnam. Se barruntaba una revolución en la cúpula,
pero los afectados lo desconocían o lo disimulaban bien. Los redactores
que intuían el relevo se referían a los defenestrados en ciernes como
‘Los Otros’: están muertos pero no lo saben, decían, como Nicole Kidman y
los dos críos de la película de Amenábar.
En la arena política murciana se presagian luctuosos acontecimientos
en las próximas semanas o meses. La crisis abierta por la investigación
al presidente, y las que discurren en paralelo, se cobrarán cabezas.
¿Cuántas y cuáles? ‘Los Otros’ de la política regional pueden ser uno,
dos, tres e incluso cuatro. Es tan posible que los cuatro líderes sigan
en sus puestos a final de año como que no quede ninguno. Pedro Antonio
Sánchez saldrá hoy elegido presidente del PP con el apoyo unánime del
partido, pero su destino está ligado a una resolución del TSJ. Desde
ayer se sabe que Pérez-Templado no resolverá antes del 27M, lo que
traslada toda la presión a Miguel Sánchez.
Al líder regional de
Ciudadanos le tiemblan las piernas y cualquier día, visto que PAS no
afloja, nos sorprende incluso con su dimisión. Si finalmente hay moción
de censura y convocatoria inmediata de elecciones tampoco está claro que
Sánchez fuera el candidato de C’s. Para Tovar, el último tranvía es
ocupar San Esteban por la vía de la moción de censura. Si falla estaría
listo de papeles. La gestora del PSOE no quiere elecciones anticipadas
antes del congreso regional, donde las alcaldesas del PSOE quieren dar
un golpe de timón en busca de otro liderazgo.
Y los ‘pablistas’ de Podemos ya han comenzado a moverle la silla a
Urralburu. Si no prospera la moción de censura, sus adversarios
encontrarán otro motivo para precipitar su caída con la ayuda de Madrid.
Ya ven, ‘Los Otros’ pueden ser todos.
(*) Periodista y director de La Verdad
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