FERROL/ABU DABI.- El presidente del comité de empresa de Navantia Ferrol,
Javier Galán (CC.OO.), ha mostrado su preocupación por la situación
económica de la compañía naval pública al asegurar "que ya se están
trasladando unas pérdidas terribles del año 2016, cercanas a los 300
millones de euros" lo que supone "casi doblar las del año 2015, que se
situaron por encima de los 160 millones de euros".
Esta
situación le ha valido al representante sindical para incidir en que
"esto parece gravísimo", achacando esta situación "a la mala
organización que ha establecido el señor Revuelta", presidente de
Navantia.
"Esta forma de trabajar no funciona", ha
explicado el representante, que ha catalogado al máximo responsable de
la empresa pública como de "inútil, caciquil, dictatorial y todos los
peores adjetivos".
Integrantes del comité han registrado en Hacienda una carta dirigida al responsable
de la Dirección de Coste de la Sociedad Estatal de Participaciones
Industriales (SEPI), único accionista de la empresa pública, "para
pedirle explicaciones de cuáles son los motivos para que el Ministerio
de Hacienda impida que se aplique la resolución del Tribunal Supremo
(TS) y que anula de manera definitiva el IV Convenio colectivo".
El representante de CC.OO. ha asegurado que "de momento"
no disponen de "los datos económicos definitivos del cierre del año".
"Pero sabemos que nos estamos moviendo en torno a los 300 millones de euros de pérdidas", ha indicado, estimando que esta coyuntura es debida "a la cantidad de subcontratación que hay en estos momentos.
"Pero sabemos que nos estamos moviendo en torno a los 300 millones de euros de pérdidas", ha indicado, estimando que esta coyuntura es debida "a la cantidad de subcontratación que hay en estos momentos.
"Con
estas pérdidas nos tememos que aquí pueda pasar algo muy desagradable, y
no voy a anunciar lo que puede ser, cada uno que intuya lo que quiera,
pero pueden pasar cosas importantes", ha precisado, tras lo que ha
recordado que "la construcción del buque flotel para Pemex ha supuesto
una penalización de cinco millones de euros".
En
cuanto a la carga de trabajo, Galán ha asegurado que la situación actual
les "preocupa, en todos los centros", ya que no están "ni tan siquiera
consolidadas las fragatas españolas y en el caso de Fene no existe
ninguna actividad.
¿Al borde del abismo económico?
Oficialmente no habrá cuentas hasta el cierre del balance, a partir del próximo mes, pero la situación económica de Navantia ha disparado el termómetro de la preocupación en el seno de la empresa. En las últimas semanas, portavoces políticos de Ciudadanos y del PSOE advirtieron de que los astilleros públicos podrían haber cerrado el 2016 con unas pérdidas cercanas a los 200 millones de euros, según recuerda La Voz de Galicia.
Aunque Navantia elude pronunciarse hasta que se aprueben oficialmente las cuentas, en el balance económico del primer semestre del pasado año ya se avanzaba que el agujero económico crecería. Reflejaba una sangría de 70 millones de euros y ponía el foco expresamente en el negocio civil.
No obstante, no aclaró qué porcentaje de esos números rojos pueden achacarse al mercado civil, en el que los márgenes de rentabilidad son más delgados que en el militar.
Aunque los astilleros españoles han transitado con frecuencia en la senda de los números rojos -desde la creación de Navantia, únicamente en el 2007 registró beneficios-, la espiral del hundimiento económico no ha dejado de acentuarse, principalmente en los últimos ejercicios. Así, en el 2014 se contabilizaron 28 millones en negativo; solo un año después se multiplicaron hasta los 140, que subieron hasta los 172 en el 2016. Responsables de Navantia han asegurado en reuniones internas en la compañía que mientras que la estructura de costes en los astilleros se ha mantenido estable, el negocio no ha dejado de caer, aunque aquellos que cuestionan la gestión económica de los últimos años recuerdan que las contrataciones se han reactivado.
De hecho, la empresa ha superado el bache de la ausencia de pedidos de hace cuatro años. Ferrol empezará en verano dos barcos para la Armada de Australia y Fene, 42 torres eólicas.
Los representantes de los trabajadores llevan meses pidiendo el cese del presidente de la compañía, José Manuel Revuelta, al que acusan de estar al frente de una «dirección inútil, caciquil y dictatorial». Ayer dieron una nueva vuelta de tuerca a esas críticas y reprocharon el excesivo peso de la subcontratación en el desarrollo de las distintas obras.
A la espera de la firma del contrato con Arabia Saudí
Cinco contratos en uno es lo que espera firmar Navantia con Arabia Saudí -«cuanto antes pero respetando los tiempos del cliente», nos aseguran- para iniciar los trabajos de construcción de las cinco corbetas para la marina de este país.
Se trata de un anhelado contrato que, por valor de «algo más de 2.000 millones de euros», supondría la mayor exportación del astillero estatal en su historia, refleja ABC.
¿Al borde del abismo económico?
Oficialmente no habrá cuentas hasta el cierre del balance, a partir del próximo mes, pero la situación económica de Navantia ha disparado el termómetro de la preocupación en el seno de la empresa. En las últimas semanas, portavoces políticos de Ciudadanos y del PSOE advirtieron de que los astilleros públicos podrían haber cerrado el 2016 con unas pérdidas cercanas a los 200 millones de euros, según recuerda La Voz de Galicia.
Aunque Navantia elude pronunciarse hasta que se aprueben oficialmente las cuentas, en el balance económico del primer semestre del pasado año ya se avanzaba que el agujero económico crecería. Reflejaba una sangría de 70 millones de euros y ponía el foco expresamente en el negocio civil.
No obstante, no aclaró qué porcentaje de esos números rojos pueden achacarse al mercado civil, en el que los márgenes de rentabilidad son más delgados que en el militar.
Aunque los astilleros españoles han transitado con frecuencia en la senda de los números rojos -desde la creación de Navantia, únicamente en el 2007 registró beneficios-, la espiral del hundimiento económico no ha dejado de acentuarse, principalmente en los últimos ejercicios. Así, en el 2014 se contabilizaron 28 millones en negativo; solo un año después se multiplicaron hasta los 140, que subieron hasta los 172 en el 2016. Responsables de Navantia han asegurado en reuniones internas en la compañía que mientras que la estructura de costes en los astilleros se ha mantenido estable, el negocio no ha dejado de caer, aunque aquellos que cuestionan la gestión económica de los últimos años recuerdan que las contrataciones se han reactivado.
De hecho, la empresa ha superado el bache de la ausencia de pedidos de hace cuatro años. Ferrol empezará en verano dos barcos para la Armada de Australia y Fene, 42 torres eólicas.
Los representantes de los trabajadores llevan meses pidiendo el cese del presidente de la compañía, José Manuel Revuelta, al que acusan de estar al frente de una «dirección inútil, caciquil y dictatorial». Ayer dieron una nueva vuelta de tuerca a esas críticas y reprocharon el excesivo peso de la subcontratación en el desarrollo de las distintas obras.
A la espera de la firma del contrato con Arabia Saudí
Cinco contratos en uno es lo que espera firmar Navantia con Arabia Saudí -«cuanto antes pero respetando los tiempos del cliente», nos aseguran- para iniciar los trabajos de construcción de las cinco corbetas para la marina de este país.
Se trata de un anhelado contrato que, por valor de «algo más de 2.000 millones de euros», supondría la mayor exportación del astillero estatal en su historia, refleja ABC.
Ese «5 en 1» se resume así:
1) La construcción en los astilleros españoles de los cinco buques de la clase Avante 2200 (similares a los que ya construyó para la armada venezolana)
2) Un contrato de desarrollo de sistemas de control y combate para los buques.
3) Un contrato de mantenimiento de las cinco corbetas una vez disponga de ellas el cliente.
4) Un programa de adiestramiento, que implicaría el desarrollo de una escuela de formación en Arabia Saudí con simulador de puente y de máquinas, también implica adiestramiento operacional. Desarrollado por Navantia Sistemas.
5) Por último, el rediseño y construcción de una nueva base naval en la ciudad de Jubail, en pleno Golfo.
Sobre el contrato saudí, hay que recordar que la última visita del Rey, hace un mes, al país árabe reactivó el canal abierto para poder rubricar finalmente el contrato. Por su parte, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, se reunió el pasado jueves con el viceministro de Defensa de Arabia Saudí en el marco de la reunión ministerial de la OTAN, a la que acudió el representante saudí para participar en una reunión paralela de la coalición anti-Daesh.
1) La construcción en los astilleros españoles de los cinco buques de la clase Avante 2200 (similares a los que ya construyó para la armada venezolana)
2) Un contrato de desarrollo de sistemas de control y combate para los buques.
3) Un contrato de mantenimiento de las cinco corbetas una vez disponga de ellas el cliente.
4) Un programa de adiestramiento, que implicaría el desarrollo de una escuela de formación en Arabia Saudí con simulador de puente y de máquinas, también implica adiestramiento operacional. Desarrollado por Navantia Sistemas.
5) Por último, el rediseño y construcción de una nueva base naval en la ciudad de Jubail, en pleno Golfo.
Sobre el contrato saudí, hay que recordar que la última visita del Rey, hace un mes, al país árabe reactivó el canal abierto para poder rubricar finalmente el contrato. Por su parte, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, se reunió el pasado jueves con el viceministro de Defensa de Arabia Saudí en el marco de la reunión ministerial de la OTAN, a la que acudió el representante saudí para participar en una reunión paralela de la coalición anti-Daesh.
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