Todo el mundo interpreta la declaración
de Bárcenas como una estrategia procesal pactada con el PP por la que
aquel retira sus acusaciones anteriores, exonera todo lo que puede y
hasta desiste de una acción procesal propia (los discos duros famosos) a
cambio de indeterminados favores y garantías del PP en especial en pro
de su esposa.
Todo humano y comprensible pero en la sala quedó claro que en el PP había caja B
y que con ella se hicieron mangas capirotes con conocimiento (y
presunto lucro) de muchos dirigentes. Bárcenas se niega a llamarla caja B
y la califica de contabilidad extracontable que sería algo así
como el ser que estuviera fuera de sí mismo, una pesadilla que se la
habrá ocurrido a alguno de aquellos gnósticos retorcidos. Lo de la
financiación ilegal va por otro lado.
El resto de la cháchara es un
confuso ajetreo de cantidades, millones, pagos, viajes que, desde luego,
dibujan una existencia poco común y darán para incontables tertulias,
pero no resta un ápice al nudo de la cuestión: el partido del gobierno
bajo la dirección del que hoy es su líder estuvo funcionando durante
años con una contabilidad extracontable. Algo por lo que en el
mundo por ahí fuera se dimite a raudales. Tan bochornosa es la situación
que el partido se ha visto obligado a defender en público la honorabilidad de sí mismo y de su presidente frente a Bárcenas.
Todo vale
Literalmente todo. La señora Díaz cuenta
con las bendiciones de la antigua (más que vieja) guardia,
especialmente de Rubalcaba. Tiene también las simpatías de los votantes
del PP, muy por delante de Sánchez. Rajoy la mira con buenos ojos y hete
aquí que La Razón demuestra fehacientemente, gracias a una
encuesta de NCReport, su encuestador de cabecera, que hasta los
socialistas prefieren a Susana Díaz abrumadoramente.
Esto
de los sondeos cuyos resultados coinciden con la opinión política del
medio que los encarga, paga y publica sin duda es una casualidad, aunque
huela a chamusquina. Metroscopia no es NCReport, claro, pero eso de que
los resultados de su encuestan coincidan al cícero con la línea
editorial de El País tiene su gracia. El medio se ha convertido
en el comité ideológico del PSOE con una doble doctrina: a) defensa del
socialismo liberal frente al populismo; b) defensa de la nación española
frente al separatismo. Es lo que se llama el "social liberalismo
nacional".
No estoy muy seguro de que quepa elaborar un discurso de izquierda en este clima.
No estoy muy seguro de que quepa elaborar un discurso de izquierda en este clima.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
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