Con el permiso de don Mariano José de Larra le vamos a tomar prestado
a Don Periquito, que es un español de a pie que cree saber más de lo
que sabe, y por ello nos viene al pelo para debatir con él algunas
cuestiones de la máxima actualidad. Porque anda el diputado Homs un
tanto excitado por causa de la decisión del Tribunal Constitucional de
suspender el proyecto de referéndum de autodeterminación de Cataluña que
el Honorable Puigdemont y la señora Forcadell quieren llevar a cabo en
el otoño de 2017, a pesar de su manifiesta ilegalidad.
Y pregunta su señoría Homs a voz en grito: ‘¿Cómo piensa impedir este
referéndum el Gobierno de Rajoy? ¿Acaso piensa enviar los tanques?’
Homs que tiene los ojos un poco achinados ya se imagina tumbado cuan
largo es en la plaza de Tiananmen en Pekín.
Pero antes de llegar a escenario tan dramático tenemos que preguntar
si el gobierno español tiene tanques y si están operativos. No vaya a
ser que solo tengamos unos viejos Leopard alquilados a Alemania, en cuyo
caso habría que pedir permiso a doña Ángela Merkel antes de enviar esos
tanques a Barcelona, que es lo que desearía el señor Homs pero que
nunca ocurrirá.
En todo caso, mucho nos tememos excelentísima señora ministra de
Defensa, doña María Dolores de Cospedal, que el armamento español está
en muy mal estado o más bien obsoleto lo que es para preocupar. Y no por
el caso catalán, porque allí no hay que enviar armas ni soldados porque
para cualquier eventualidad están los Mossos de Escuadra, y si hiciera
falta a las órdenes de la excelentísima vicepresidenta del Gobierno de
España, doña Soraya Sáenz de Santamaría, que acaba de abrir un despacho
oficial en la bellísima Ciudad Condal.
Pero volvamos al armamento porque: si los tanques son prestados y
muchos aviones están ‘tocados del ala’ y nuestra armada tiene pocas
fragatas y otros buques operativos, y no hay presupuesto para maniobras y
además escasea la munición ¿cómo vamos a defender a España ahora que,
cuando llegue el presidente Donald Trump a la Casa Blanca, se puede
declarar en cualquier momento la III Guerra Mundial?
Y en estas reflexiones andaba Fígaro cuando aparece don Periquito con
su sabiduría proverbial y dice: ‘es posible, don Fígaro, que la cosa
que comenta del armamento operativo esté bastante mal. Pero no olvide
que si un país se atreve a atacar España, por ejemplo, por Ceuta y
Melilla, nuestras plazas africanas desde ‘illo tempore’ como osó el Rey
Mohamed VI en Perejil en aquella guerra relámpago que ganó el presidente
Aznar al amanecer y con fuerte viento de Levante, en ese caso, don
Fígaro, usted olvida que España es socia y aliada de la OTAN, y que
además tenemos un acuerdo bilateral de cooperación militar con USA’.
A lo que Fígaro respondió: ‘mucho me temo, don Periquito, que
desconoce que la OTAN no incluye la defensa de Ceuta y Melilla por culpa
de nuestros gobernantes, ni el acuerdo con USA tiene cláusula de
defensa obligada. O sea que estamos más solos que la una. Aunque, eso
sí, con unos magníficos soldados y unos mandos militares de primer rango
mundial. Pero insisto, me temo que no armados como merece un ejército
moderno y europeo’.
‘De ahí -prosiguió Fígaro- que la ministra De Cospedal debería dar la
batalla de una sensible mejora del presupuesto militar para 2017 porque
no se debe seguir así. Además hay moros en la costa y Gran Bretaña
mantiene su base militar y espionaje tecnológico del Estrecho en la
colonia de Gibraltar lo que es otro grave error de nuestra política de
Defensa y Exterior, porque ambos países somos, en teoría, aliados en la
OTAN’.
Don Periquito se quedó perplejo y Preguntó: ‘entonces, señor Fígaro, ¿qué es lo que usted propone?
Y Fígaro respondió: ‘muy sencillo: mejora de partidas del presupuesto
militar; retirada de España de una OTAN obsoleta que no defiende
nuestro territorio en su integridad y aplicar los fondos OTAN a mejoras
de armamento y a las necesarias maniobras de entrenamiento; y ruptura
del acuerdo bilateral con USA, que el tonto de Zapatero -para hacerse
perdonar sus desplantes a los Estados Unidos- amplió al Escudo Anti
Misiles USA y a la base de Morón, con alto riesgo para España y sin las
obligadas y merecidas compensaciones económicas que Washington debería
pagar, con muy importantes sumas de dólares, para engrosar el
presupuesto militar’.
‘Bien dicho, don Fígaro’, apuntó don Periquito y añadió: ‘a lo mejor
tampoco estaría de más ofrecer a los rusos una base en Cartagena, y a
buen seguro que el señor Putin, que tan amigo es del señor Trump, la
pagaría muy bien. Basta ver el enfado que se han cogido algunos en la
OTAN porque la flota rusa hizo escala en Ceuta’.
Asombrado quedó Fígaro de la sabia y astuta propuesta de Don
Periquito y concluyó: diciendo: ‘amigo Don Periquito es usted un genio
de la estrategia militar, un digno alumno del Príncipe de Metternich.
Porque esa idea que propone de pactar con los rusos me parece ¡genial!
Es más, ahora mismo se la voy a transmitir por carta a la señora
ministra de Defensa doña María Dolores de Cospedal, y también a su
Majestad el Rey don Felipe VI, que es nuestro Comandante en Jefe, porque
a buen seguro que les va a interesar.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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