En el PSOE no saben qué hacer ni cómo ni cuándo? La estrategia del
sector ‘critico’ que ha forzado la salida de Pedro Sánchez y de su
Ejecutiva, con la intención de provocar un cambio de rumbo y de
liderazgo del partido y de evitar unas terceras elecciones, está plagada
de incógnitas y lagunas que parecen insalvables.
Las que además y para colmo dependen de Mariano Rajoy porque si el
líder del PP decide no regresar a la investidura entonces habrá
elecciones y la ‘gestora’ de los críticos y el nuevo candidato
socialista a la Presidencia del Gobierno -cuyo nombre está por
dilucidar- sufrirán una severa derrota que hubiera sido de exclusiva
responsabilidad de Sanchez si el sector crítico hubiera esperado tres
meses antes de iniciar su asalto final a Ferraz.
Para empezar el Comité Federal del PSOE, que debe decidir si mantiene
el ‘no’ al PP o si pasa a la ‘abstención’ -’que no es lo mismo que
votar a favor’ como dice el presidente de la gestora Javier Fernández-,
no tiene fecha de reunión. Y puede que su convocatoria se aplace hasta
el sábado día 15 lo que reduciría a una semana el tiempo para establecer
un pacto con el PP dado que la semana del 24 al 30 debe estar reservada
a la investidura una vez que el 31 de octubre se acaba el plazo y se
pone en marcha el reloj de las terceras elecciones del 18 de diciembre.
Da la impresión que Javier Fernández busca apaciguar los ánimos y
alcanzar un amplio consenso de los dirigentes del partido antes de
convocar el Comité Federal. Asimismo y por si hay elecciones la gestora
debería consensuar un cabeza de lista para las nuevas elecciones -una
‘potente candidatura’ como dice García Paje- porque si van a las
primarias y se vuelve a dividir el partido con dos o más candidatos la
tan ansiada recuperación de ‘la unidad’ se irá al garete ante la mirada
atónita de los votantes de la izquierda.
Mientras tanto en el PP se mantiene la prudencia aunque empiezan a
decir que la sola abstención del PSOE a la investidura de Rajoy no es
suficiente para que su líder acuda a la investidura y piden un apoyo más
amplio que incluya compromisos como los nuevos Presupuestos de 2017, lo
que les obligaría a ambos partidos a una negociación exprés para la que
apenas les queda tiempo.
Por el contrario desde Podemos se está practicando una burda
injerencia en la crisis del PSOE por parte de dirigentes como Pablo
Iglesias que ahora sale en defensa del mismo Sánchez sobre cuyo intento
de investidura Podemos voto en contra el pasado 4 de marzo. A su vez
Pablo Echenique amenazó ayer al PSOE con derribar a los gobiernos
-sustentados por Podemos- de Aragón, Castilla La Mancha y Extremadura si
el PSOE se abstiene para así permitir la investidura de Rajoy.
Al fondo de todo esto aparecen rumores sobre el posible regreso de
Sánchez a la batalla interna del PSOE para presentarse a unas primarias
del partido en caso de que se convoquen. Si eso fuera cierto Sanchez
solo buscaría el destruir el pedazo de fachada de la sede del PSOE en la
calle Ferraz que aún queda en pie tras el violento terremoto que el
provocó sepultando en un solo día la historia reciente del PSOE.
(*) Periodista
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