Antesdeayer fue la euforia de una encuesta de ABC, realizada
antes del intento de suicidio colectivo del PSOE el pasado sábado 1 de
Octubre, que le daba una cómoda cifra de 159 escaños, una cifra similar a
la que obtuvo Aznar en 1996 y González en 1993, y muchas posibilidades
de una investidura tranquila. Ayer fue el envío al Parlamento de una
Reforma de la Ley electoral, para que en un Pleno próximo, se apruebe
que unas terceras elecciones se celebren el domingo 18 de Diciembre y,
no el día de Navidad, como hace semanas fijó el propio Rajoy para que
Pedro Sánchez cambiase de opinión ante la convocatoria de unas
elecciones, precisamente el día de Navidad.
Hoy miércoles ha sido, la subida de la apuesta Popular, cuando lo que
se debate es un simple pacto de investidura, y lo que antes era una
mera “abstención técnica”, para conseguir la abstención de los
socialistas, hoy estamos no ante una simple abstención técnica, sino
ante una “abstención útil”. El término se lo ha sacado de la manga
Rafael Hernando, portavoz del PP y significa que “cualquier abstención
no sea una cuestión sólo estratégica, sino una abstención que sea útil
para los ciudadanos”. En este caso, la simple abstención, sea técnica o
no, es útil porque, por fin, es posible formar Gobierno y salir de un
bucle que ha llegado a convertirse en diabólico.
¿Y eso de útil que significa? Significa, según Hernando, que la
utilidad, “no consiste en que haya un Gobierno que dure un día, sino que
haya un Gobierno que pueda gobernar”. Para lograrlo, ha garantizado que
el PP está dispuesto a hablar de todo aquello que lo haga posible y que
haya compromisos, y compromisos que trasciendan, según se ha podido
deducir de comentarios de fuentes populares, de la aprobación de los
Presupuestos Generales del Estado hasta el año 2019.
Es decir que se ha pasado de una situación en la que él estaba
dispuesto a darle al PSOE casi todo lo que le pidiera (la oferta
primera, que ha estado sobre la mesa prácticamente hasta antesdeayer, no
hay que olvidarlo, era una Gran coalición PP-PSOE-Ciudadanos) a otra,
donde las exigencias han ido aumentando al punto que son muchos los que
piensan que algunos sectores están jugando a una repetición de
elecciones, como adelantaba este martes este cronista (ver
republica.com: “Ahora resulta que el PP quiere terceras elecciones”)
La reacción del PSOE no se ha hecho esperar, y el portavoz de la
Gestora, Mario Jiménez, el hombre de confianza de la presidenta
andaluza, Susana Díaz, en su primera comparecencia pública ha querido
dejar claro, que Rajoy no está en situación de imponer condiciones al
PSOE, cuando todavía no tiene mayoría para su investidura. Rajoy “no
está en situación de poner condiciones absolutamente para nada y lo que
tiene que hacer es “dejar de jugar a tácticas de guerra electoral. El PP
no está en condiciones o en situación de poner condiciones para nada ni
para nadie”.
La actitud del PP ha provocado también una toma de posición de quien,
todavía, es aliado de Rajoy de cara a una nueva investidura: Albert
Rivera. El Presidente de Ciudadanos ha mostrado su extrañeza ante una
situación que ha calificado de “surrealista”. “Sería un poco surrealista
que quien quiere ser Presidente exija cosas a los que los que no van a
ser Presidentes”. Igual que se extraña y no comprende que si el PSOE ha
comenzado a moverse, Rajoy no lo haga, cuando quien tiene que ser
investido y tiene que obtener los máximos apoyos es precisamente él.
Pero conociendo a Rajoy bastante ha hecho llamando por teléfono al presidente de la Gestora socialista Javier Fernández.
(*) Periodista y economista
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