Hecho una fiera contra Pedro Sánchez tronó Felipe González desde su
entrometida atalaya de influencias bien pagada el lugar desde donde hizo
sonar al atardecer de Roncesvalles el cornudo ‘olifante’ con el que
anunciaba la caza a ‘muerte política’ y sin piedad del aún secretario
general del PSOE.
El que atrincherado y escondido en Ferraz se resiste a entregar las
llaves de esa medio derruida fortaleza de Régimen de la Transición que
fue el PSOE, el lugar desde donde ‘el general González’, estadista de
guayabera, movía los largos hilos de su influencia y derecho de pernada
en precisa sintonía con los poderes económicos y financieros del país,
la realeza, la parte Soraya del gobierno del PP y el Grupo Prisa, su
vieja y endeudada maquina de guerra mediática que de un tiempo a esta
parte anda en dura competencia con La Sexta TV, la que trabaja a destajo
y medias para Podemos y la parte Rajoy del PP.
Si se rompe o se cae el PSOE por el mismo precipicio que se despeñó
el PASOK griego empujado por Tsypras, la larga mano de González en los
altos palacios y penthouses del poder no podrá volver a tocar las teclas
de la cantinela que abre la puerta dorada del salón de ‘Los Caballeros
de la cama redonda’. El lugar -que se describe con exquisita precisión
en el Pelicano II- donde durante años retozaron en una obscena
promiscuidad los intereses creados de las élites políticas y económicas
del país al margen de la que solo ha sido una aparente democracia, la
partitocracia sometida de este país.
Si estalla el PSOE y Podemos ocupa su lugar en la izquierda hispana,
González y su compañero de bolos petrolíferos Juan Luis Cibrián, ambos
socios del Fandi en el Sudan, habrán perdido mucha influencia y poder en
la escena nacional y las deudas mil millonarias del Grupo PRISA se
empezarán a complicar.
De ahí que empieza a circular, por los mentideros mas discretos del
poder de la capital del Reino, la segunda parte del ‘Informe Pelícano’.
El que parecía estar dormido para despistar a FSR pero que vuelve a
planear sobre las ciénagas del verdadero poder español. El que Pablo
Iglesias no huele ni sabe donde esta, como no sabe donde anida el
Pelicano al anochecer, porque el señor de la coleta tiene la cabeza
llena de pájaros, pajaritas y fantasías muy al estilo de Juego de Tronos
y nada de eso tiene que ver con la realidad española y nacional.
Felipe González ha decretado la muerte política de Sánchez ¡por
España! y también porque le puede arruinar su particular tinglado de
poder. Pero sobre todo porque le dejo en ridículo cuando, en secreta
confesión, Sánchez le prometió la abstención del PSOE en favor de Rajoy
en segunda votación y le engañó como a un chino de Pekin.
Y lo que es peor el general González ya se había ido de la lengua por
los palacios de Madrid y las cancillerías de medio mundo presumiendo
que había sido él quien doblegó a Sánchez. Y luego resultó que eso no
era así y que el ‘Doctor No’ seguía en sus trece antes de descubrirse el
engaño y una vez que Mariano Rajoy había mordido la bonita manzana
tentadora que le había ofrecido el Rey Felipe VI, quien a su vez había
confiado en la confidencia presubtuosa del general Gonzalez, el que
también se atribuye la abdicación de su ‘emérito’ y augusto padre, el
otro Rey.
Y ¿ahora qué hacemos? le preguntan los poderosos al general González,
el malvado Glez que bizquea furioso como aquel gatazo ‘tontiastuto,
castrado y satisfecho’ (Ferlosio ‘dixit’) que escuchaba boquiabierto los
consejos de Den Tsiao Ping. ‘Pues ahora -responde el general González-
le soltamos a Sanchez y al grito de ¡Siba mátalo! a la Felipona a
nuestra Susana Díaz, la Reina del Sur (como la del Chapo), y ya veréis
como mi pupila, mi adorable calabaza sonora, se merienda a ese aprendiz
de ratón colorao en un santiamén’.
Y en esas estamos a la espera del Comité Federal de los muertos
vivientes sobre el que muchos se preguntan si aparecerá González con la
guayabera blanca de firmar la paz o con la guerrera de camuflaje de
entrar a matar. Sánchez, que no sabe con quién se juega los cuartos y
cuan poderosos y prligrosos son ‘Los caballeros de la cama redonda’
sueña con triunfar, pero los sueños sueños son y raramente se acercan a
la realidad. Y si no que se lo pregunten a Pedro J., a Pedro José.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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