A Pablo Iglesias le encanta debatir y hablar con Mariano Rajoy y así se
lo dijo el líder de Podemos en el debate de investidura donde Iglesias
recuperó su tono popular/populista con un canto a ‘la gente’ y con un
reiterado ataque a los ricos y al Ibex. Pero sobre todo contra los ricos
que según Iglesias son los que mandan de verdad en este Gobierno de
Rajoy, que es el de España, y en las instituciones europeas con ayuda de
Angela Merkel a la que presentó como una malvada arpía que lleva la
batuta europea a favor de los poderosos y contra los desfavorecidos.
Bueno, Iglesias ya está en campaña electoral porque, aunque le tiró
los tejos a Pedro Sánchez para que intente un Gobierno de izquierdas, él
sabe que no hay nada que hacer. Y que por lo tanto volverá a intentar
el ‘sorpasso’ del PSOE, lo que empezará a construir desde el País Vasco y
Galicia si en ambas Comunidades Podemos y sus ‘confluencias’ le ganan
al PSOE en los comicios autonómicos del 25 de septiembre.
La verdad es que el discurso de Iglesias ha sido bastante flojo.
Primero porque Sánchez le quitó con mas brío el ataque frontal Rajoy y
porque no habló de la necesidad de un gobierno de España ni hizo
propuestas para ello, sino que se limitó a criticar a Rajoy y a Rivera
(la ha tomado con el presidente de C’s) y no le salió nada bien. Fue a
por uvas pero se llevó más de un sonoro estacazo cuando le recordaron lo
ocurrido en Grecia con su amigo Tsypras, que mucho prometió y nada
cumplió una vez que entendió que para gobernar hay que estar cerca de la
realidad.
En la anterior investidura Iglesias esparció la cal viva de los GAL
sobre los bancos del PSOE y en esta ocasión, y siempre con el objeto de
salir algo más en la televisión, desenterró el fantasma del franquismo
para colocarlo en los bancos del PP.
Pero llama la atención que siendo este líder de Podemos un profesor
de la política y buen dialéctico esta vez haya estado muy por debajo de
lo que algunos esperaban de él. Y puede que los problemas internos de
Podemos (recientemente con las Mareas en Galicia) y el fracaso de su
pretendido sorpasso al PSOE en los comicios el 26-J tenga algo que ver.
Porque está claro que Podemos perdió votos en las últimas elecciones a
pesar de su pacto electoral con IU con los que no acaba, por ahora, de
cerrar un proceso unitario como seguramente lo pretende Iglesias.
La verdad es que el mejor orador de las minorías de la Cámara lo fue
Joan Tardá, naturalmente desde sus posiciones independentistas que son
muy respetables aunque no viables y están fuera de la legalidad. Tardá
hizo un buen discurso no solo contra Rajoy sino contra el Estado y lo
hizo desde sus convicciones y programas políticos, pero también con
buenas y educadas maneras lo que en las actuales circunstancias es de
agradecer. Es un buen parlamentario y lo que dice y como lo dice, lo dice
bien, otra cosa es que su discurso político se sitúe, como ocurre, al
margen de la realidad catalana, española y europea y que en el se
propongan iniciativas que no son viables y que se sitúan fuera de la
ley.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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