miércoles, 29 de junio de 2016

Proyecto Matusalén / Guillermo Herrera *

“Cómo vivir cien años” es el título del libro que escribió el médico hindú Swami Sivananda, que se puede leer gratis en español en este enlace:
 
Dicho título se ha quedado corto tras salir publicado recientemente el libro “Morir joven a los 140 años” de María A. Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
 
Me he preguntado muchas veces por qué la vida humana se ha hecho tan corta para los que estamos jubilados, y he leído que con un código genético perfecto y restaurado podríamos vivir hasta 1.200 años, en teoría. Pero creo que para ello tendremos que esperar a la “Jerusalén celestial” prometida por el Apocalipsis de San Juan.
 
El ADN actual tiene sólo dos hebras, cuando debería tener doce hebras, lo que avala la hipótesis de que hemos sufrido una gran degradación genética. ¿Es éste el “pecado original” de la Biblia? Ya están naciendo niños con tres hebras.
 
Pero aparte de los defectos genéticos que todos tenemos, también existen razones éticas. Imaginen el daño que haría Alcapone si viviera doscientos años. La Humanidad no tiene un desarrollo ético suficiente para asumir la responsabilidad de una vida centenaria. Recuerden el dicho de que todo poder conlleva una gran responsabilidad ética.
 
Es legítimo desear una vida larga y saludable pero siempre con una motivación altruista de ayudar a los demás y tener más tiempo para la auto-realización.
 
Hay muchas teorías sobre las causas del envejecimiento celular pero la ciencia médica está muy verde todavía para vendernos un “elixir de larga vida”. No me atrevo a hablar “de eterna juventud” porque en la vida no hay nada eterno.
 
Pero donde no llega la ciencia, llegan las tradiciones medicinales de China e India especialmente, que han convertido a este periodista en un devoto del ginseng y de la jalea real, entre otros muchos remedios naturales que explica Fernando Sánchez Dragó, padre a los 75 años con 70 pastillas diarias:
en su nuevo libro titulado “El elixir de la eterna juventud”:
 
Dicho 'elixir' se compone entre otras cosas de cordyceps del Tíbet, caparazón de crustáceo, melatonina, resveratrol, gingsen, palmito para la próstata, etc.
 
Merece la pena invertir un diezmo de nuestros ingresos en estas maravillas de la naturaleza para mantenerse en forma, sin olvidar nunca la dieta y el ejercicio físico adecuados, así como cuidar las emociones para mantener un corazón puro y sin espinas, porque no hay nada más destructivo que las emociones negativas.
 
Este periodista es devoto de un secreto de la alquimia muy poco conocido, el Oro Monoatómico u ORMUS (Orbitally Rearranged Monoatomic Elements):
 que lo estoy tomando con excelentes resultados. Tanto es así que en Alemania han creado la Iglesia del Oro Monoatómico, pero eso ya es otro tema, como crear la Iglesia de Maradona en Argentina o la Iglesia de Elvis Presley en EE.UU.
 
La conclusión es que hay que cuidar el cuerpo porque es el instrumento más maravilloso que nos ha regalado el Creador. ¡Cuídense!
 
 
(*) Periodista

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