MURCIA.- El portavoz del Grupo Municipal Socialista, José Ignacio Gras,
considera que la imputación de la concejala Maruja Pelegrín y de los ex
ediles Antonio Castillo y Joaquín Moya-Angeler por el derribo de la
escuela infantil del barrio de La Paz "es un capítulo más de las
chapuzas urbanísticas que ha sufrido el municipio de Murcia por parte de
quienes tenían que haber velado por el interés general y parece que
sólo lo hicieron por los intereses privados de unos pocos".
Por eso, se pregunta Gras, "¿no ha llegado ya la hora de que alguien
en el Ayuntamiento de Murcia, en la Comunidad y, sobre todo, en el
Partido Popular pida perdón por todos estos desaguisados urbanísticos?
Además" insiste el portavoz del PSOE- "Ballesta no puede mirar para otro
lado y alguien tendrá que asumir sus responsabilidades políticas por su
intervención en estos asuntos, por acción o por omisión, porque hasta
el momento no lo hemos visto".
Además de esas explicaciones que el portavoz del Grupo Socialista
reclama al alcalde Ballesta, "y que por lo menos debe darlas en la Junta
de Portavoces", el PSOE quiere que el Ayuntamiento de Murcia ofrezca
una solución a la regeneración social y urbana del barrio de La Paz. "La
construcción de una nueva escuela infantil no puede servir para saldar
una deuda que el gobierno municipal del PP tiene por las decisiones que
adoptó y por haber dejado en la mano de un promotor inmobiliario la
rehabilitación de una zona tan emblemática como es la de La Paz".
José Ignacio Gras insiste en que la respuesta del Partido Popular y
de los actuales gobernantes en el Ayuntamiento no puede ser la de que
"este es un nuevo PP, como vienen manifestando. Tienen que pedir perdón y
saldar la deuda que tienen con los vecinos y vecinas de La Paz porque
Miguel Ángel Cámara no habría cometido las irregularidades que
presuntamente perpetró si no hubiera tenido el apoyo, cuando no la
complicidad, de muchas otras personas de su partido, que ocupando cargos
de responsabilidad -consejeros de Obras Públicas o directores
generales- todavía en ejercicio, no denunciaron y acabaron con esas
prácticas".
A juicio de Gras, "las actuaciones urbanísticas en el barrio de La
Paz durante los años del boom inmobiliario jugaron con la buena voluntad
de miles de personas sencillas que confiaron en su alcalde para la
rehabilitación de un barrio que hoy está abandonado y que perdió lo
mejor que tenía: una escuela infantil pública con prestigio".
El fallido proyecto de regeneración de La Paz "tenemos que situarlo
como hijo del modelo urbanístico especulador y corrupto que hemos
sufrido en Murcia, causante de una buena parte de la crisis que aún hoy
sufrimos y cuyo rostro son esos jóvenes que abandonaron sus estudios por
la construcción, las parejas hipotecadas de por vida o las familias
desahuciadas".
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