Le conocimos cuando él era Presidente del Real Murcia
y lo recordamos como un hombre popular, cercano a la gente y, sobre
todo, amante de ese equipo que tantas satisfacciones, y disgustos
también, le dio y le continúa dando.
Después de largo tiempo sin hablar con él, al
finalizar la charla la sensación que nos queda es que mantiene la
sencillez y el carácter abierto de siempre, porque el tiempo no le ha
cambiado, incluso en ese amor al Real Murcia que continúa sintiendo pero
del que no quiere hablar. No es ventajista y entiende que cada momento
exige una manera de dirigir una empresa y el Real Murcia lo es. Así es
que, nos dice, como Jesús Samper es el dueño, es también soberano en su
forma de llevarlo. Y no, “no volvería a eso porque es un tiempo pasado
para mí”, pero lo cierto es que sigue pensando que Murcia es un buen
lugar para tener un equipo en primera división.
Todo esto lo hablamos en su despacho- nos dice que no
lo utiliza mucho porque su cometido es estar a pie de obra-pero hace
una excepción para que podamos hablar con tranquilidad y lo hacemos con
la compañía de dos lienzos de Muñoz Barberán, una reproducción de un
coche de época, fotos de unos nietos de los que habla con adoración y
una pequeña máquina de coser que, seguramente, le sirve para recordar de
donde viene, para no perder la perspectiva de las cosas. Pero no
creemos que corra ese riesgo porque está tan pegado a sus orígenes que
su niñez trascurrió a doscientos metros de donde nos encontramos, la
sede de Liwe Española, una empresa que cotiza en bolsa y que ha
levantado a lo largo de años de esfuerzo y de una visión especial para
rodearse de la mejor gente, entre ellos dos hijos ejecutivos de la
empresa y una hija que también trabaja en ella.
Y como Puente Tocinos ha formado y continúa formando
parte de su vida, comenzamos haciéndole recordar una infancia muy
especial, seguramente porque “todo era huerta, el asfalto se desconocía,
existían cuatro casas que no tenían ni alcantarillado ni luz, algunas
de ellas, y donde casi todos los años había una riada y el resto del año
lo pasábamos esperándola”. Y mientras la esperaban, aprendió desde
pequeño que también es posible pasárselo bien con cosas de mayores, por
lo que dedicaba más tiempo a eso de comprar y vender-nos reconoce que no
fue mucho al colegio- que a los juegos infantiles así es que, con estos
antecedentes, es normal que siendo muy joven se encontrase poniendo en
marcha la empresa que hoy preside. Porque sí, el creía en este negocio
del que otros se bajaron, pero en el que siempre confió y del que no
piensa desligarse nunca. Eso no entra en sus proyectos “ni me lo
planteo”.
Ciertamente no nos lo imaginamos alejado de lo que ha
formado y forma parte de su vida. De esa empresa Liwe Española que
puede presumir, en estos tiempos de inquietud empresarial, de continuar
creciendo: 38 establecimientos más el año anterior de INSIDE esas
tiendas de moda que nos hace preguntarnos por la fórmula del éxito. Y
cuenta, como si fuese lo más normal del mundo, que se consigue, en su
caso, haciendo cambios dependiendo del momento del mercado. Así es que
no han tenido problemas para saltar de aquí a Marruecos, más tarde
situarse en Asia y descubrir a tiempo que la supervivencia no estaba en
los terceros clientes y sí en la puesta en marcha de una red de
distribución propia bajo la marca INSIDE, que cuenta ya con 300 tiendas
distribuidas por toda España, Portugal e Italia.
Nos habla de todo esto con una enorme naturalidad.
No, el tiempo y el éxito no le han cambiado, continua con su discurso
llano y sencillo, el de un hombre hecho así mismo que contempla su obra
como si no tuviese importancia. Como si fuese lo más normal un
crecimiento del 24,5% el año anterior, en plana crisis, pero el lo
justifica en que ha sabido rodearse de un buen equipo que conoce
claramente sus objetivos: trabajar muchas horas con la ilusión de unos
principiantes. Unos principiantes que hacen posible que las perspectivas
de crecimiento para este año sean superiores al anterior. Pero ese
crecimiento no quedará solo en INSIDE porque ya han puesto en marcha 22
tiendas de otra cadena, INSIDE CALZADO, paralela a la de ropa, lo que
ayudará a continuar desarrollándose.
Si, tiene mucho trabajo, pero eso no le impide buscar
tiempo para estar con los amigos, en sus barrios de San Juan y Santa
Eulalia, atender a la familia que para el es una vocación, ver al Murcia
y caminar mucho. Aficiones sencillas que nos hablan de un hombre
corriente. Un hombre que subiendo tan alto desde unos comienzos tan
difíciles continúa manteniendo la buena costumbre de acudir al hogar del
pensionista en Santa Eulalia para encontrarse con esos amigos de
siempre y jugarse apasionantes partidas de dominó.
Esta y otras cosas que han ido surgiendo a lo largo
de la charla nos ha permitido descubrir a un ser humano que siente un
especial agradecimiento a la vida, porque se considera un hombre de
suerte que tiene que dar gracias todos los días “me comunico mucho con
Dios, hablo con Dios, aunque vaya poco a la iglesia, porque el me ha
dado muchas cosas”. Quizás por esto presume de que lo único que cogió
del despacho del Real Murcia fue un pequeño crucifijo que ahora ocupa un
lugar en este despacho en el que permanece poco tiempo porque prefiere
estar donde se cuecen las cosas. Quizás por esto, una empresa de 1.220
trabajadores no tiene miedo a la crisis, seguramente porque cada
veinticuatro horas buscan respuestas para determinadas cuestiones: “En
la comisión ejecutiva nos preguntamos todos los días que es lo que
tenemos que hacer para continuar creciendo y seguir trabajando contentos
sin perder la ilusión y el humor”.
(*) Periodista
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