domingo, 17 de mayo de 2015

'Ciudadanos' puede ser la llave del cambio o el no cambio en la Región de Murcia

MADRID.- Las encuestas, los posibles pactos postelectorales, las iniciativas de Ciudadanos, la implicación, como nunca, de los líderes nacionales o los avatares para la investidura de Susana Díaz en Andalucía son algunas de las claves que hasta el momento determinan el desarrollo de la campaña electoral.

Líderes en campaña
Las elecciones del próximo domingo se producen en un contexto político y social que ha hecho que aparezcan, más que nunca, como una suerte de primera vuelta de las generales que se esperan para fin de año.
Por eso, los máximos responsables de los partidos están realizado un potente despliegue en apoyo de sus candidatos municipales y autonómicos, conscientes de que los resultados tendrán una interpretación más allá del mero ámbito territorial.

Partidos emergentes
Podemos y Ciudadanos, Ciudadanos y Podemos. Albert Rivera y Pablo Iglesias parecen ser candidatos de sus respectivos partidos en todos los territorios de España y han conseguido que en campaña se baile al son que ellos marcan, sobre todo en el caso del dirigente catalán.
Buena parte de los mensajes de los principales dirigentes del PP y del PSOE han ido dirigidos a socavar la imagen de sus nuevos adversarios.
Precisamente ese protagonismo de los dos nuevos líderes es lo que los partidos tradicionales critican, y subrayan que Podemos y Ciudadanos, más allá de sus caras conocidas, han tenido que improvisar candidatos en muchos territorios, ya que, al fin y al cabo ahora se trata de elegir concejales y diputados autonómicos.

Cambio
Al margen de la intención de voto, todos los sondeos de opinión de los últimos meses apuntan a que los españoles creen mayoritariamente que este es un momento de cambio.
Quizá por ello todas las opciones políticas se reivindican como protagonistas de ese cambio y lo ofrecen a sus electores en mayor o menor medida.
Incluso el PP, partido que defiende sobre todo la estabilidad y la seriedad de su gestión, pide el voto para que no se interrumpa con "experimentos" el verdadero cambio que empezó con su llegada al Gobierno en 2011.

Encuestas
El coordinador general de IU, Cayo Lara, lamentó tras la publicación de la última encuesta del CIS que en España se había sustituido la democracia por una "sondeocracia".
Puede que no le falte razón, porque desde hace ahora un año, con la entrada de Podemos en el Parlamento Europeo, todos los partidos políticos miran a las encuestas, que primero dispararon las expectativas del partido de los círculos y después las de Ciudadanos.
Con matices, todas coinciden en hablar ya claramente de más de dos actores principales en la escena política española, aunque los últimos sondeos apuntan a un cierto respiro para el bipartidismo puede estar aguantando.

Pactos
Consecuencia directa de lo que dicen las encuestas es que todos los partidos hayan asumido que tendrán que llegar a pactos después de las elecciones, ya que, según el CIS, sólo se repetirán mayorías absolutas (ambas del PP) en Ceuta y Castilla y León.
En ese escenario, Ciudadanos se ha convertido en el centro de todas las miradas y, consciente de ello, su líder, Albert Rivera, se muestra dispuesto a pactar con todo aquel que acepte sus condiciones que, sobre todo, pasan por un pacto anticorrupción.

Andalucía
Muchos miran la situación en Andalucía como ejemplo de lo que puede venir; Susana Díaz, ganadora de las elecciones, no ha conseguido no obstante los votos (o abstenciones) suficientes para ser investida presidenta de la Junta.
Los socialistas se quejan del "bloqueo" al que creen estar sometidos por parte del PP, Podemos, Ciudadanos e IU.
El culebrón andaluz sobrevuela a diario la campaña electoral. Ya son tres los intentos de Díaz por ser investida presidenta de la Junta y tres los "noes" que recibe de los cuatro grupos de la oposición.

Voto útil
Como cada campaña, pero en ésta más que nunca. La incertidumbre sobre el resultado electoral y el complejo mapa territorial que anuncian las encuestas lleva a todos los partidos a apelar el voto útil. Y en cada caso, por supuesto, la papeleta buena es la suya.
El PP se presenta como garante de la estabilidad, el PSOE como esencia del cambio "seguro", Podemos y Ciudadanos como regeneradores de la democracia, Izquierda Unida como la verdadera izquierda ante la ambigüedad del partido de Pablo Iglesias y UPyD como la primera fuerza política que empezó a socavar el bipartidismo y la que, por ejemplo, emprendió acciones legales contra Rodrigo Rato.

El mapa territorial
Salvo Ceuta y Castilla y León, las encuestas dicen que el PP no tendrá fácil revalidar mayorías absolutas en ninguna comunidad autónoma y, a partir de ahí, habrá que pensar en pactos.
El PSOE cree que puede "hacer daño" en la Comunidad Valenciana, Extremadura, Castilla-La Mancha e incluso en Madrid, mientras que confía en retener Asturias.
Para Podemos, los mejores resultados se esperan en Navarra, Asturias, Extremadura, Madrid y Aragón, aunque en ninguna de esas comunidades como primera fuerza.
Ciudadanos podría ser decisivo para sostener las previsiblemente debilitadas mayorías del PP en C.Valenciana, Madrid, Murcia, Castilla-La Mancha, Cantabria o La Rioja.
En cuanto a las municipales, están en el aire las alcaldías de grandes ciudades como Barcelona (CiU y Barcelona en Comú parecen bastante igualados) Madrid, Sevilla o Valencia, donde el PP necesitaría apoyos para mantenerse en el poder.

¿Cómo se sabe quién gana?
En las municipales se podrá medir el número de votos y concejales en toda España, pero se tardará en saber cuántos de ellos se traducen en alcaldías, el verdadero poder municipal.
Para el PP sería una derrota de gran trascendencia perder finalmente los ayuntamientos de Sevilla, Valencia o Madrid.
En cuanto a las autonómicas, las miradas están puestas en comunidades como Extremadura o Castilla-La Mancha, especialmente esta última, ya que la actual presidenta, María Dolores de Cospedal, es también la secretaria general del PP.
Atención también a Navarra, donde la encuesta del CIS vaticina que pueden obtener representación hasta ocho fuerzas políticas.

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