MURCIA.- El promotor inmobiliario José López Rejas ha declarado en el Juzgado de
Instrucción nº 4 de Murcia, que investiga la presunta corrupción urbanística
conocida por "caso Barraca", al estar imputado, según él, "por la envidia
del ex decano del Colegio de Arquitectos, Francisco Camino, tras contratar a Ricardo
Bofill para hacer el proyecto de La Paz".
Ese comentario se
recoge en el acta de la declaración que ha prestado en el Juzgado que
investiga los hechos y con el mismo se refiere al proyecto de
rehabilitación de este barrio murciano marginal, que López Rejas encargó
al arquitecto Bofill.
Para este imputado, su inclusión en la
causa tuvo su origen en un escrito hecho llegar a la fiscalía del
Tribunal Superior de Justicia de la Región -sin llevar pie ni firma- y
en el que se le relaciona con el gabinete de arquitectos de la familia
del ex-jefe de Planeamiento del ayuntamiento de Murcia y también
imputado en esta causa, Joaquín Peñalver.
Con respecto a esa
relación, ha aclarado que los encargos hechos a ese despacho solo
supusieron el cinco por ciento de los negocios de sus empresas.
A
lo largo del interrogatorio ha reconocido la amistad existente entre su
familia y la de Peñalver, pero ha negado que se aprovechara del cargo
que este ocupaba para obtener beneficios.
La amistad, ha añadido, viene de muchos años atrás, por haber estudiado juntos y por veranear ambas familias en Águilas.
Ha admitido que en una época contó con los servicios de la esposa de
Peñalver, igualmente imputada, Sandra de la Puente, pero que comenzó a
contar con su colaboración como economista, cuando vio que tenía que
profesionalizar sus empresas por la envergadura que las mismas tenían.
Ha admitido que De la Puente llegó a tener una participación en una de
esas empresas, para negar que fomentara esa compra de acciones para
beneficiarse del cargo que el esposo de aquella ocupaba en la Gerencia
de Urbanismo de Murcia.
Por otra parte, Esteban Martínez-Abarca declaró ante la juez en calidad de imputado. Era socio de la mercantil Titobio, vinculada a la familia de Peñalver y a la que se le atribuyen diversas operaciones urbanísticas en el municipio de Murcia.
Es cuñado de Joaquín Peñalver, que fuera jefe de Planeamiento Urbanístico del ayuntamiento de Murcia, imputado en los casos Barraca y Umbra, y declaró que sabía que el hermano de su esposa trabajaba en el consistorio, pero que desconocía qué puesto ocupaba.
Por otra parte, Esteban Martínez-Abarca declaró ante la juez en calidad de imputado. Era socio de la mercantil Titobio, vinculada a la familia de Peñalver y a la que se le atribuyen diversas operaciones urbanísticas en el municipio de Murcia.
Es cuñado de Joaquín Peñalver, que fuera jefe de Planeamiento Urbanístico del ayuntamiento de Murcia, imputado en los casos Barraca y Umbra, y declaró que sabía que el hermano de su esposa trabajaba en el consistorio, pero que desconocía qué puesto ocupaba.
El "caso Barraca", abierto hace ahora
ocho años, investiga una presunta corrupción urbanística que se habría
cometido con la compra de terrenos forestales a bajo precio con los que
luego se conseguían, presuntamente, grandes beneficios al lograr su
recalificación para convertirlos en urbanos, así como supuestos delitos
de cohecho, negociaciones prohibidas a los funcionarios, uso de
información privilegiada, tráfico de influencias, asociación ilícita y
blanqueo de capitales.
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