CARTAGENA.- El volcado de los teléfonos que
utilizaban los agentes de la Policía Nacional que se encuentran en
prisión desde el pasado octubre como presuntos autores de la muerte de
Diego Pérez en Cala Cortina ha revelado que en algunos de ellos existía
inquietud por lo ocurrido.
El informe redactado por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía señala que especial relevancia ha tenido el estudio del contenido de los mensajes enviados o recibidos mediante aplicaciones de mensajería instantánea (Whatsapp) por ser el medio utilizado de manera mayoritaria.
Al analizar los datos alojados en el teléfono móvil de uno de los agentes detenidos, J.C.M., los investigadores destacan un mensaje en un chat grupal en el que otro funcionario policial, tras escribir los nombres de otros dos presuntos participantes en los hechos, escribe «al final os enchironan».
Para
la Unidad de Asuntos Internos, el mensaje es relevante porque se
produce el 25 de marzo pasado, el mismo día en que el cadáver de Diego
Pérez apareció en la playa de Cala Cortina dos semanas después de haber
sido trasladado al lugar por un coche patrulla en el que viajaban
también dos de los detenidos.
«Parece desprenderse de ello –señala
el documento– que el citado funcionario tenía conocimiento de la
participación de ambos policías en algún incidente con Diego la última
vez en la cual se vio con vida al entonces finado».
También destacan algunos mensajes de interés recogidos en el volcado de la terminal de móvil de otro agente imputado, R.A., que este cruza con otro funcionario de policía que presta sus servicios en la Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano de la Comisaría de Cartagena.
Para los investigadores tiene interés porque la conversación se mantiene el 21 de marzo, poco días después de la desaparición del fallecido y, también, por el contenido de la misma.
También destacan algunos mensajes de interés recogidos en el volcado de la terminal de móvil de otro agente imputado, R.A., que este cruza con otro funcionario de policía que presta sus servicios en la Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano de la Comisaría de Cartagena.
Para los investigadores tiene interés porque la conversación se mantiene el 21 de marzo, poco días después de la desaparición del fallecido y, también, por el contenido de la misma.
En cuanto a esto último, el
informe apunta que «de estos mensajes, se desprende que el funcionario
es conocedor de que varios agentes de policía, en una noche anterior,se
llevaron a un individuo de 'paseo', el cual parece estar desaparecido en
ese momento».
Y añade que «sabiendo plenamente el interlocutor
que cuando hace referencia a 'paseo' quiere expresar que se llevaron al
citado de las inmediaciones de su domicilio a un lugar apartado, tal y
como reconocen los investigados en sus declaraciones policiales y
judiciales».
Otra comunicación que se resalta es la que se produce al día siguiente de la aparición del cadáver en la playa y de ella se deduce que el mismo funcionario aludido antes tenía algo importante que decir a R.A., ya que le pide un «teléfono seguro», de lo que los investigadores concluyen que «la conversación no va a versar sobre temas lícitos».
Otra comunicación que se resalta es la que se produce al día siguiente de la aparición del cadáver en la playa y de ella se deduce que el mismo funcionario aludido antes tenía algo importante que decir a R.A., ya que le pide un «teléfono seguro», de lo que los investigadores concluyen que «la conversación no va a versar sobre temas lícitos».
Por otra parte, a las investigaciones que se llevan a
cabo en un Juzgado de Instrucción de Cartagena ha sido incorporado
también un informe de ADN sobre el análisis llevado a cabo de una
colilla recogida en el lugar de los hechos. El documento señala que se
logró extraer una pequeña cantidad de ADN nuclear de la muestra, «pero
no un perfil genético concluyente con valor identificativo».
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