MADRID.- Banco Mare Nostrum (BMN),
integrado ahora sólamente por las redes comerciales de Cajamurcia, Cajagranada y la balear Sa
Nostra, por hoy participado mayoritariamente y gestionado por el FROB para su posterior venta, ha superado ampliamente las pruebas de resistencia realizadas
por el Banco Central Europeo (BCE) y la European Banking Authority
(EBA), cuyos resultados se hicieron públicos este domingo.
De este modo, BMN se
sitúa entre los bancos europeos teóricamente solventes al presentar un ratio de
capital superior al 8% exigido.
El ratio de capital
básico o de máximo nivel se elevaría en 2016 al 11,5 por ciento en el
escenario base (más de 3,5 puntos porcentuales por encima del límite
exigido de ese 8%), lo que supone un superávit de capital de más de
720 millones de euros, que puede ser ampliable a más de 1.185 millones
antes de la distribución de resultados.
Por su parte, en
el escenario adverso al que el Banco Central Europeo asigna una
probabilidad de ocurrencia remota, la entidad alcanzaría un capital del
8,1 por ciento, superior en un 47 por ciento al umbral mínimo exigido
del 5,5 por ciento. Es decir, el superávit de capital que BMN tiene en
este supuesto es de 531 millones de euros.
Estos
favorables resultados incorporan los obtenidos en el proceso de revisión
de la calidad de activos (AQR), acometido en paralelo a los test de
estrés, y que se han llevado a cabo sobre unas carteras que suponen
cerca del 55 por ciento de los activos ponderados por riesgo.
De
esta manera, BMN se coloca entre las entidades solventes del país como
consecuencia de su capacidad de generación de resultados, la cual está
prevista en 1.163 millones de euros en los tres próximos ejercicios en
el escenario más adverso, de la mano de su director general, nombrado por el FROB, Francisco García Beato, inspector y auditor excedente
en
el Banco de España.
La banca española resulta penalizada
con los nuevos ratios de solvencia
A pesar de los buenos resultados obtenidos por la banca española en los exámenes realizados por el BCE, algunos analistas destacaron el lunes el hecho de que, con la nueva regulación internacional, algunas entidades mostraran unos niveles de solvencia más débiles que sus competidoras británicas y nórdicas, sobre todo en los escenarios base.
La banca española resulta penalizada
con los nuevos ratios de solvencia
A pesar de los buenos resultados obtenidos por la banca española en los exámenes realizados por el BCE, algunos analistas destacaron el lunes el hecho de que, con la nueva regulación internacional, algunas entidades mostraran unos niveles de solvencia más débiles que sus competidoras británicas y nórdicas, sobre todo en los escenarios base.
Es cierto que con los ratios calculados en base a los
denominados 'fully loaded' (que no formaban parte del ejercicio del BCE
pero que la EBA ha proporcionado a título informativo) los bancos
españoles salen peor, pero es porque estos nuevos ratios obligan a la
banca española a deducir de forma total del capital los activos fiscales
diferidos (DTAs).
A finales de diciembre pasado, la banca española consiguió que
se computaran como capital de primera categoría créditos fiscales por
unos 41.000 millones de euros, avalados por el Estado.
Según destacó BNP en una nota de análisis la media de los
ratios de capital de la banca española baja desde un ratio de capital
del 9 por ciento de Basilea III 'phase-in' o aplicación gradual
(referencia utilizada para el ejercicio) en el escenario adverso a un
ratio de capital del 7,7 por ciento también en el escenario adverso en
términos 'fully loaded' o totalmente anticipados.
El propio subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy,
que se volvió a mostrar el lunes satisfecho con los resultados de los
bancos domésticos, reconoció que uno de los retos de la banca era un
nuevo entorno regulatorio más exigente.
"La adaptación al nuevo entorno regulatorio y supervisor
supondrá esfuerzos adicionales de reforzamiento de base de recursos
propios de numerosas entidades en un entorno macroeconómico complejo",
dijo Restoy, que se mostró, no obstante, "convencido" de que la banca
española sería capaz de adaptarse a estos desafíos.
A diferencia de los ratios de capital con aplicación gradual,
los ratios 'fully loaded' obligan a hacer una deducción total de algunos
activos, como los activos fiscales diferidos, que penalizan es especial
a la banca española y francesa.
respectivamente.
A pesar de la buena acogida inicial en bolsa a los análisis,
posteriormente las entidades españoleas seguían la tendencia bajista del
conjunto del mercado al persistir dudas sobre la economía mundial.
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