MURCIA.- La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), organismo
dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente, acordó anoche el desembalse de 200 hectómetros cúbicos para
asegurar los riegos tradicionales durante los meses de junio a
septiembre, que constituyen la campaña de verano.
El presidente de la
CHS, Miguel Ángel Ródenas, destacó la importancia de la gestión
hiperanual de los embalses de la cuenca del Segura, que ha permitido
contar con reservas suficientes en un año de sequía pluviométrica.
En especial, subrayó el valor estratégico de las infraestructuras del
Fuensanta, Cenajo y La Pedrera, que se encuentran en estos momentos en
porcentajes elevados de reservas acumuladas, fruto de las lluvias
recogidas en 2013.
Los consumos totales para el conjunto del presente
año hidrológico serán superiores a los previstos inicialmente, debido al
escaso nivel de precipitaciones registradas y a unas temperaturas con
valores superiores a la media.
Esta situación ha afectado especialmente a la zona de regadíos del
Segura, donde se han recogido apenas 71 litros por metro cuadrado,
frente a los 223 litros por metro cuadrado de media de los últimos años,
lo que significa un tercio de la media.
A pesar de la baja pluviometría, las aportaciones a los embalses de
la cuenca se han mantenido en valores medios, ya que en los ocho
primeros meses del año hidrológico ascienden a 379 hectómetros cúbicos,
muy próximos a la media de la serie histórica, situada en 388
hectómetros cúbicos.
Durante la reunión, se expresó el compromiso de los regantes de
realizar un esfuerzo en el ahorro de agua, con el fin de almacenar el
máximo posible de recursos de cara al próximo ejercicio.
Por otro lado, el Ministerio está analizando detalladamente los daños
que se están produciendo en el almendro de secano de las zonas
afectadas por la sequía, puesto que está afectando a la viabilidad de
los árboles, cuestión no integrada en el seguro de sequía.
De esta forma, se ha creado un grupo de trabajo específico con la
participación del Gobierno central y las comunidades autónomas, junto
con expertos en este cultivo, para estudiar las medidas más adecuadas y
eficaces para hacer frente a este problema, grupo en el que también
participarán las organizaciones profesionales agrarias.
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