MURCIA.- El 18 por ciento de las familias de la Región
de Murcia tienen dificultades para mantener sus hogares a una
temperatura adecuada durante los meses fríos, el mayor porcentaje de
España por encima de la media nacional del 9 por ciento, según el
segundo informe 'Pobreza energética en España. Análisis de tendencias'
de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), elaborado en base a
datos de 2012.
Esto quiere decir que de los 4,2 millones de personas que no
podían mantener su hogar en España a una temperatura adecuada, 276.000 personas
estaban en la Región de Murcia, según este estudio, que refleja que el
porcentaje de hogares murcianos en esta situación ha estado por encima
de la media española desde 2004, es decir, todo el periodo estudiado,
aumentando especialmente entre 2010 y 2012.
Además, el 18 por ciento de los hogares murcianos tenían en 2012
un gasto en energía doméstica superior al 10 por ciento de los ingresos.
A pesar de tener inviernos suaves, Murcia se sitúa así como la sexta
comunidad que destina mayor porcentajes al consumo de energía solo por
detrás de otras regiones situadas en el interior y norte peninsular como
Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Navarra y Aragón, con
inviernos más severos.
Según el estudio de ACA, de los 7,4 millones de personas en España
que tenían un gasto en energía doméstica superior al 10 por ciento de
sus ingresos en 2012, 261.000 se encontraban en Murcia. El porcentaje de
hogares con gastos desproporcionados en energía doméstica aumentó
intensamente en la Región desde 2007 hasta 2011, pasando del siete al 20
por ciento, para bajar posteriormente de forma ligera en 2012 hasta el
18 por ciento.
Todos estos resultados indican que, en 2012, la Región de Murcia
presentaba una incidencia de condiciones asociadas a la pobreza
energética por encima de la media nacional junto con
Andalucía, Extremadura, Cataluña y Castilla-La Mancha. En el extremo
contrario se sitúan Asturias, País Vasco y Madrid, con porcentajes de
incidencia bajos para estos dos indicadores de pobreza energética
principales.
Todo ello, entendiendo la pobreza energética como la situación que
se produce cuando un hogar es incapaz de hacer frente a los servicios
de energía necesarios para satisfacer sus necesidades básicas domésticas
y/o cuando está destinando para ello un alto porcentaje de sus
ingresos.
En este sentido, este estudio refleja que, desde 1996 a 2011, el
promedio de muertes asociadas a la pobreza energética en la Región de
Murcia se estimó entre 100 y 300 personas, teniendo en cuenta que se
estima que la pobreza energética estaría detrás de entre el 10 y el 40%
de la tasa total de mortalidad adicional en invierno (TMAI).
El TMAI no se considera un indicador de pobreza energética, pero
su cálculo permite dimensionar parte de los efectos sobre la salud de la
pobreza energética y también de los beneficios potenciales en términos
de salud pública que pueden obtenerse por su reducción o eliminación.
El estudio también refleja que el porcentaje de hogares con
retraso en el pago de facturas de la vivienda sin incluir costes de
alquiler o hipoteca, se incrementó desde 2007 en casi todas las
comunidades autónomas, exceptuando Aragón, Navarra y el País Vasco. En
el caso de Murcia, el porcentaje se elevó un 3,9 por ciento por ciento
en este periodo.
En este caso, las comunidades con mayor porcentaje de hogares con
retraso en el pago de recibos, en general, están situadas en el sur y
este de España, y la Región de Murcia ocupa el tercer lugar con su tasa
superior al 9 por ciento, solo inferior a las registradas por Islas
Baleares y Andalucía, y por encima de la media nacional del seis por
ciento.
El estudio del ACA refleja igualmente que el porcentaje de hogares
que declaraba tener goteras, humedades o podredumbre en su vivienda fue
el único indicador en el que se redujo el número de hogares afectados
en todas las Comunidades Autónomas entre 2007 y 2012.
En este caso, el índice bajó un 6,3 por ciento en la Región de
Murcia entre 2007 y 2012, situándose como la quinta comunidad con más
goteras, humedades o podredumbre, con un porcentaje ligeramente inferior
al 15 por ciento, solo por detrás de Baleares, Canarias, Andalucía y
Galicia, todas ellas por encima de la media nacional del 12 por ciento.
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