No parece previsible que el actual presidente del Comité de las Regiones y de la Región de Murcia, el enseñante de Secundaria, Ramón Luis Valcárcel, ocupe un puesto de salida en la candidatura del PP en las próximas elecciones al Parlamento Europeo del año 2014, según aseguran fuentes solventes de Génova 13 conocedoras de la estrategia de la cúpula del partido de cara a esos comicios. Claro está, que ésto en concreto no se lo confía el susodicho a sus rapsodas de cabecera, el lorquino Ángel y el ciezano Manolo, no vaya a ser que huyan del amortizado, sobre el que deben intuir tiene los días contados.
El criterio del equipo de Rajoy respecto a Valcárcel era hasta ahora que, como gana elecciones por mayoría absoluta, no hay que tocarlo para poder contar con los votos que aporta aunque haciéndole el caso justo. Llegado un momento en que el presidente murciano plantea su deseo de dejar el cargo para ir a Bruselas en la lista del Parlamento Europeo en 2009, no se le incluye para evitar vinculación y salvar así a Cristina Gutiérrez-Cortines. Pero se le recompensa, por su esfuerzo electoral sostenido, con el premio de consolación de su actual cargo honorífico de presidente del Comité de las Regiones aunque ocultándole que eso no implica posteriormente un puesto de salida en la siguiente candidatura española a la cámara comunitaria.
Las intenciones de voto que ahora se manejan arrojan que se aleja la posibilidad de nuevas mayorías absolutas para el PP en ayuntamientos, parlamentos regionales, nacional y parlamento europeo. Además, la previsible debacle que terminará con el Gobierno Rajoy, hace pensar que la cúpula del PP nacional se refugiará como escape en la candidatura europea para alejarse de Madrid ante un nuevo escenario político adverso. Ahí ya no cabe Valcárcel por mucho presidente del CdR que haya sido.
En esa devenida situación, Valcárcel no tiene nada seguro, pues, ser europarlamentario o presidente regional ni siquiera alcalde de Murcia. A lo más que podría aspirar, de seguir en política activa, es a diputado autonómico y, con mucha suerte, a senador designado por ahora una incierta Asamblea Regional en cuanto a su composición. Optar al Congreso podría ser otra salida si encabeza la lista aunque hacerlo al Senado pasando por las urnas y la cruz a su nombre con apellido en 'v' parece un riesgo demasiado alto.
Así las cosas, el valcarcelato conoce sus horas más bajas, previas a las amargas, mientras el PP regional murciano comienza a agitarse en busca de un nuevo líder más joven y preparado, que ya pudiera estar calentando en la banda para sustituir a un sesentón por un cuarentón. Es por eso que Valcárcel está ya muy incómodo entre los murcianos que le dieron su apoyo en sucesivas ocasiones y hoy argumentan que les engañó.
Su pérdida de credibilidad es ya de tal envergadura que todo parece apuntar que Valcárcel se dispone a dejar la vida política si Rajoy sigue sin hacerle caso en sus reivindicaciones cercanas (caso del aeropuerto de Corvera y la recuperación de Lorca) y no le despeja la duda de si podrá, o no, seguir en Bruselas cuando le toque dejar su actual cargo a final del primer semestre de 2014. Y en eso se debate el hombre mientras el cuerpo parece pedirle dejarlo todo e irse a vivir a una playa mejicana para no volver, no vaya a ser que los nuevos gobernantes le pidan cuentas sobre su absoluta ausencia de gestión durante quince años.
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